Contraofensiva de Ucrania

El Ejército ucraniano debe romper la línea del frente, dislocar los dispositivos rusos: Necesita victorias como las de Járkiv o Jersón

Ucrania se prepara para lanzar una contraofensiva que debe recuperar el mayor territorio posible y dañar lo máximo al Ejército ruso

Volyn (Ukraine), 19/04/2023.- A handout photo made available by Ukraine's Presidential Press Service shows Ukraine's servicemen during a visit by Ukraine's President Volodymyr Zelensky (not pictured) to the Volyn region, North-Western Ukraine, 19 April 2023, amid the Russian invasion. Zelensky visited the area where Ukraine borders both Poland and Belarus. Russian troops entered Ukrainian territory in February 2022, starting a conflict that has provoked destruction and a humanitarian crisis. (Bielorrusia, Polonia, Rusia, Ucrania) EFE/EPA/PRESIDENTIAL PRESS SERVICE HANDOUT HANDOUT HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES
El presidente ucraniano, Volodomir Zelensk, visitó esta semana a las tropas en el frente de guerraPRESIDENTIAL PRESS SERVICE HANDOAgencia EFE

Ucrania lleva varias semanas preparando una contraofensiva para recuperar los territorios que han quedado bajo control ruso. Anunciada para la primavera, se apoyará en material militar enviado por Occidente. Pero Kyiv tendrá que reforzar sus ataques para obtener resultados convincentes. Aunque no está claro dónde ni cuándo tendrá lugar su contraofensiva, Ucrania planea recuperar sus territorios orientales y tiene el ojo puesto en Crimea. Bajo los auspicios del Grupo de Contacto de Ramstein, Ucrania ha recibido varias entregas de material militar occidental en los últimos días y no tiene reparos en anunciarlas. Pero el suministro de los primeros vehículos blindados pesados por parte de EE UU, Reino Unido, Alemania y España no bastará para una gran victoria.

Los ucranianos están obligados a llevar a cabo grandes ofensivas, no pueden permitirse librar una guerra metódica y de mordiscos como hacen los rusos. Kyiv tiene que conseguir grandes victorias y lo más rápidamente posible, para liberar la mayor cantidad de territorio ocupado y, al mismo tiempo, dañar lo más posible al Ejército ruso. Para ello, el Ejército ucraniano debe romper la línea del frente, dislocar los dispositivos rusos. Necesita victorias como las del pasado septiembre en la provincia de Járkiv o en Jersón. Ahora los ucranianos tienen que llegar hasta Melitopol (Zaporiyia) y Starobilsk (Lugansk), y hacer mucho daño al adversario. Para ello, se necesita una gran concentración de recursos, de fuerzas en una zona concreta. En algún momento serán detenidos, y entonces tendrán que reforzar de nuevo sus ataques para lograr tres o cuatro victorias. Una sola ofensiva no bastará para alcanzar el objetivo estratégico de liberar todos los territorios bajo control ruso, incluido Crimea.

El equipamiento proporcionado por Occidente –carros de combate, vehículos de combate y de infantería, artillería móvil, etc– permite a Kyiv constituir unidades de combate coherentes y sólidas que acabarán siendo la punta de lanza de la ofensiva. Sin embargo, esto no bastará para lograr una gran victoria. Kyiv no se contenta con esto y también está construyendo otras fuerzas, teniendo en cuenta que la línea defensiva rusa puede ser ahora más fuerte que en septiembre pasado.

Además de la cantidad de soldados, el aspecto cualitativo también es importante para llevar a cabo operaciones ofensivas: es complicado, hay que coordinar muchos recursos, se necesitan varias habilidades, personal... ¿Tienen los ucranianos la capacidad de alcanzar este nivel de habilidades y conocimientos? Esta es una cuestión real.

En caso de una ofensiva ucraniana, hay dos opciones posibles. O bien fracasa, y entonces entramos en una situación en la que los ucranianos son incapaces de romper la línea del frente, lo que conduce a una situación de congelación sobre el terreno. O Kyiv tiene éxito, y esto provoca inestabilidad en la guerra, véase en el régimen de Putin. En caso de victoria en las regiones de Zaporiyia o Lugansk, Rusia no puede quedarse sin reaccionar, sobre todo porque empezará a acercarse a zonas políticamente sensibles: las repúblicas separatistas de Donbás y Crimea. La ofensiva ucraniana sólo puede desencadenar reacciones rusas que compensen las posibles victorias de Kyiv sobre el terreno.

En este sentido, los jefes de la diplomacia del G-7 han lanzado una severa advertencia a los países que prestaran ayuda a Rusia en Ucrania, presentando también un frente unido contra China, cuyas actividades de militarización marítima condenaron. Los principales países industrializados han prometido hacer pagar un alto precio a los países que presten ayuda a Rusia en su guerra contra Ucrania. También se comprometieron a seguir intensificando las sanciones contra Rusia y a redoblar sus esfuerzos para evitar que terceros países las eludan. También consideraron inaceptable la «irresponsable retórica nuclear» de Rusia y su amenaza de desplegar armas en Bielorrusia.

Sin embargo, la advertencia de no apoyar a Rusia en Ucrania, sin mencionar a China, se hace eco de las repetidas advertencias de funcionarios occidentales en Pekín contra el suministro de armas a Rusia. Por otra parte, ¿por qué son necesarias varias ofensivas ucranianas? Existe el escenario de un avance ucraniano en la provincia de Zaporiyia que provocaría una debacle rusa y el colapso de toda Ucrania. De un plumazo, sería mucho más fácil militarmente para los ucranianos, y la victoria sería posible hasta las repúblicas del Donbás y Crimea. Ahora bien, este escenario es improbable.

La ofensiva ucraniana se detendrá al cabo de un tiempo. No se puede avanzar a lo largo de la línea del frente durante cientos de kilómetros. En septiembre pasado, los ucranianos retomaron Járkiv, pero los rusos pudieron detenerlos en Lugansk. Es probable que el Ejército ucraniano consiga éxitos, pero no serán estratégicos en el sentido de que lo recuperará todo. Por lo tanto, tendrá que redoblar sus ataques, pero los rusos siguen teniendo recursos, por no hablar de la intimidación nuclear. Siempre existe el riesgo de que ocurra algo entre Ramstein y… Pekín.