Elecciones en Francia

Macron conforma un Gobierno paritario, transversal y veterano para salvar Francia

El presidente se rodea de su círculo de confianza en un Gabinete que aúna renovación y experiencia. Socialistas de peso ocupan Interior y Exteriores y la gestión económica recae en conservadores.

El secretario general del Elíseo, Alexis Kohler, anuncia los nuevos ministros del Gobierno de Macron en el Palacio del Elíseo en París
El secretario general del Elíseo, Alexis Kohler, anuncia los nuevos ministros del Gobierno de Macron en el Palacio del Elíseo en Paríslarazon

El presidente se rodea de su círculo de confianza en un Gabinete que aúna renovación y experiencia. Socialistas de peso ocupan Interior y Exteriores y la gestión económica recae en conservadores.

Emmanuel Macron ya tiene su propio Gobierno. Un Ejecutivo que cumple más o menos las promesas hechas por el nuevo presidente de la República. No son quince ministros, sino dieciocho y cuatro secretarios de Estado. La mitad procede de la sociedad civil, la otra refleja la variedad política anunciada; la edad es muy superior al cambio generacional prometido (la media es de 54 años) y la paridad hombre/mujer es perfecta, aunque de fachada, porque los ministerios de peso (Exteriores, Interior, Justicia y Economía) han sido reservados a los varones. Según el portavoz del Gobierno, Christophe Castaner, el nuevo Ejecutivo es un equipo «eficaz que supera las viejas divisiones».

De los ministerios reservados a los políticos, los que más partido sacan son los representantes de En Marcha, con Richard Ferrand, ministro de la Cohesión de los Territorios; Christophe Castaner, secretario de Estado encargado de las Relaciones con el Parlamento y portavoz del Gobierno, y Sylvie Goulard, ministra de Defensa. Los dos primeros proceden del Partido Socialista y la tercera del grupo centrista MoDem. Los socialistas heredan dos carteras clave: el Ministerio del Interior, que es encarnado por Gérard Collomb, alcalde de Lyon (el primer político de peso que creyó en Macron), y el Ministerio de Europa y Exteriores, que ha recaído en Jean-Yves Le Drian, uno de los pesos pesados de François Hollande al frente de Defensa.

El alcalde de Pau y presidente del MoDem, François Bayrou, obtiene el Ministerio de Justicia después de 20 años aspirando a pesar en el paisaje político nacional, mientras que su brazo derecho, Marielle de Sarnez, ha sido nombrada ministra encargada de Asuntos Europeos. También el Partido Radical de Izquierdas ha logrado colocar a dos de los suyos: Jacques Mezard, ministro de Agricultura, y Annick Girardin, titular de la Función Pública con Hollande, que asume Ultramar.

En cuanto a Los Republicanos (LR), dos han dicho «sí» a la mano tendida por Macron. Bruno Le Maire ha sido nombrado ministro de Economía y Gérald Darmanin se hará cargo de Acción y de Cuentas Públicas. Los dos conservadores han sido expulsados de su partido. El secretario general de LR, Bernard Accoyer, indicó en un comunicado que aquellos «que han elegido, en número muy reducido, unirse a este Gobierno no forman ya parte de Los Republicanos», porque han optado personalmente por hacer campaña a favor de los candidatos oficiales y contra los investidos por la derecha y el centro.

Para Le Maire, que no obtuvo más que un 2,4% de votos en las primarias conservadoras, aceptar la oferta del presidente era prácticamente una cuestión de supervivencia política. En marzo abandonó el equipo de campaña para protestar porque François Fillon no cumplía su palabra de abandonar su candidatura a las presidenciales tras ser inculpado, pero dijo que votaba por él porque consideraba que el proyecto de Fillon era «el mejor para enderezar Francia». Ahora tendrá que apoyar el de Macron, «un hombre sin convicciones», dixit Le Maire.

En cuanto a Bayrou, antiguo ministro de Educación de Jacques Chirac, su principal virtud es la perseverancia. Se ha presentado tres veces a las presidenciales y ha renunciado a la cuarta tras comprobar que Macron le había robado la idea de una candidatura por encima de las divisiones políticas. Supo reconocerlo y ofrecer una alianza al hoy jefe de Estado, que le devuelve el favor ofreciéndole el Ministerio de Justicia y 95 investiduras para las legislativas. Su primera acción será la creación de una ley de «moralización de la vida política» que será presentada antes de las legislativas.

Quien también llega por fin a un Gobierno es Nicolas Hulot, flamante ministro de Transición Ecológica y Solidaria. El antiguo periodista de televisión, que hasta ahora había dicho «no» a Chirac, a Sarkozy y a Hollande, será el número tres del Gobierno.

Al frente de la cartera de Trabajo ha sido nombrada Muriel Pénicaud, antigua directora de recursos humanos de Danone, y presidenta de Business France. Entre sus manos pone Macron uno de los temas más espinosos, la reforma del código del trabajo. La Confederación General de Trabajadores (GGT) ya ha emitido un comunicado denunciando «la ambigüedad en el debate democrático» que instala Macron con su equipo ministerial.

Una de las promesas sacrificadas por el presidente es la creación de un ministerio «pleno y entero» de Derechos de la Mujer, que finalmente ha quedado reducido a una Secretaría de Estado de la Igualdad entre mujeres y hombres, a cuya cabeza ha sido nombrada Marlène Schiappa, periodista y bloguera que se ha hecho famosa con su blog «Mamá trabaja», lanzado en 2008 y nutrido con su experiencia personal de madre con horarios interminables en una empresa de comunicación.

Hoy, a las 11 de la mañana, el primer ministro, Édouard Philippe, asistirá con su equipo al completo a su primer consejo de ministros en el Palacio del Elíseo, bajo la presidencia de Emmanuel Macron.