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El Gobierno colombiano y las FARC anuncian un acuerdo sobre el problema agrario

"Será el inicio de transformaciones radicales de la realidad rural de Colombia con equidad y democracia", dice el comunicado conjunto. El 11 de junio, ambas partes comenzarán a negociar la participación de la guerrilla en la vida política colombiana

La Razón
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El Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC anunciaron ayer un acuerdo sobre el problema agrario, uno de los puntos más delicados de la agenda negociadora que iniciaron hace seis meses en La Habana con el fin de acabar con el conflicto armado más antiguo de Latinoamérica. "Esto hace parte de un acuerdo más grande que esperamos lograr en los próximos meses", se dice en el texto pactado entre las dos partes, que comenzarán el 11 de junio la negociación sobre el segundo aspecto de dicho programa, relativo a la participación política de las FARC.

Lo convenido entre los equipos negociadores aborda cuestiones como el acceso y uso de la tierra, la formalización de la propiedad, tierras improductivas, frontera agrícola y protección de zonas de reserva, así como programas de desarrollo con enfoque territorial, desarrollo de infraestructuras y adecuación de tierras. También alcanzaron acuerdo en puntos como la erradicación de la pobreza, la concesión de créditos, las políticas alimentarias, el desarrollo social, salud, vivienda y educación.

Guerrilla y Gobierno expresaron en el comunicado conjunto que este avance "será el inicio de transformaciones radicales de la realidad rural y agraria de Colombia con equidad y democracia", un acuerdo centrado en el pequeño productor, la distribución de las tierras y la reactivación de la economía del campo. El texto pactado explica que "busca que se reviertan los efectos del conflicto y que se restituya a las víctimas del despojo y desplazamiento forzado".

El tema agrario es considerado por los expertos como el más conflictivo de todos los que se pondrán sobre la mesa negociadora. Las FARC pedían la titulación de 9,2 millones de hectáreas para los campesinos en las llamadas "zonas de reserva", un tipo de ordenación territorial que ya existe en el país y que convierte a los campesinos con pocos recursos en propietarios de terreno que gestionan con autonomía. En el conflicto agrario radica el origen de la guerra que vienen librando la guerrilla y el Estado desde hace más de cincuenta años. Tanto las FARC como grupos paramilitares han desposeído a campesinos de sus tierras de forma violenta durante décadas.

Ambas partes dejan claro que la validez de este pacto "está condicionado"a un acuerdo sobre la totalidad de la agenda, cuyo segundo tema, que se abordará a partir del 11 de junio, gira en torno a la integración de las FARC en la vida parlamentaria colombiana, un tema espinoso ya que la Constitución prohíbe esta posibilidad a las personas condenadas por delitos de sangre, situación en la que se encuentran muchos de los cabecillas de la guerrilla.

"Drogas ilícitas"es el epígrafe de otro de los puntos del programa negociador. El Gobierno ha responsabilizado a las FARC de llevar a cabo acciones vinculadas al narcotráfico, algo que siempre ha negado la guerrilla. También subyace de fondo el problema de las más de 60.000 familias cocaleras y la sustitución de cultivos.

La agenda pactada entre ambas partes prevé declarar el fin del enfrentamiento de forma bilateral y definitiva. Pero mientras se negocia, los dos lados siguen activos. No ha existido un alto el fuego, un hecho que ha sido motivo de crítica al Gobierno de Santos.

El asunto de las víctimas también será un escollo difícil de sortear. El Gobierno reclama a las FARC que pidan perdón a los familiares de los asesinados y a todos aquellos que han sufrido la violencia de la guerrilla. Ésta, a su vez, se declara la "primera víctima"del conflicto. Ayer, los líderes guerrilleros Pablo Catatumbo e Iván Márquez reconocieron, en declaraciones al periódico colombiano "El Tiempo", la necesidad de reconocer a las víctimas "de lado y lado"y pedir perdón.

El presidente Santos reaccionó con rapidez en su cuenta de Twitter: "Celebramos, de veras, este paso fundamental en La Habana hacia un pleno acuerdo para poner fin a medio siglo de conflicto", escribió Santos en un mensaje a través de las redes sociales, y añadió que "continuaremos con el proceso con prudencia y responsabilidad".