Bagdad

El Gobierno iraquí declara una tregua de 72 horas en Faluya

Hombres armados caminan por una calle de Faluya, al oeste de Irak.
Hombres armados caminan por una calle de Faluya, al oeste de Irak.larazon

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ordenó hoy detener durante 72 horas todas las operaciones militares contra la red terrorista Al Qaeda y sus grupos aliados en la ciudad de Faluya, en la provincia occidental de Al Anbar.

El Gobierno anunció en un comunicado que Al Maliki, en su calidad de comandante supremo de las Fuerzas Armadas, decidió decretar el alto el fuego para cesar "el derramamiento de sangre"en esa ciudad, que permanece controlada en parte por el grupo Estado Islámico de Irak y el Levante, vinculado a Al Qaeda, y clanes tribales suníes.

"Los clérigos, notables y jeques tribales, y los oficiales en Faluya son conscientes de los riesgos de que los combatientes de Al Qaeda y sus aliados controlen la ciudad", señaló Al Maliki.

El primer ministro aseguró haber escuchado la petición de la población de Faluya y agregó que "para demostrar la buena voluntad de las Fuerzas Armadas"ordenó que se detengan las "operaciones militares contra objetivos selectivos desde la tarde de hoy hasta las 18.00 (15.00 GMT) del próximo lunes".

En el comunicado, advirtió a los grupos asociados con Al Qaeda de que no lancen ataques en ese periodo contra el Ejército o los civiles "para dar la impresión de que el Gobierno no respeta sus compromisos".

"Las fuerzas iraquíes observarán el movimiento de los terroristas y su respuesta será dura"en caso contrario, apostilló el primer ministro.

De igual forma, instó a los clérigos y jeques tribales a que trabajen para "aislar a los grupos terroristas y echarles de la ciudad"y así permitir que la población "vuelva a sus casas y se abran las universidades, las escuelas y los hospitales"de la urbe.

Faluja, a 50 kilómetros al oeste de Bagdad, es la segunda ciudad más grande de Al Anbar, tras la capital, Ramadi.

Desde hace varias semanas, la localidad se encuentra bajo el control de grupos armados y dividida entre los clanes tribales que piden la intervención del Ejército y los que la rechazan, por oposición al Gobierno central del chií Al Maliki.