Atentado en Manchester

El MI5 hace examen de conciencia

El servicio secreto británico revisa sus protocolos tras haber ignorado al menos tres avisos sobre la peligrosidad del terrorista de Manchester.

Imagen del terrorista poco antes de detonar la mochila que llevaba
Imagen del terrorista poco antes de detonar la mochila que llevabalarazon

El servicio secreto británico revisa sus protocolos tras haber ignorado al menos tres avisos sobre la peligrosidad del terrorista de Manchester.

Hasta en tres ocasiones, los servicios secretos de Inteligencia interior (MI5) recibieron avisos ciudadanos sobre la amenaza que representaba un joven que no ocultaba su simpatía por el Estado Islámico. El lunes pasado, ese mismo joven, identificado luego como Salman Abedi, se convertía con sólo 22 años en el autor de la peor masacre terrorista cometida en suelo británico desde 2005. Se inmoló dejando 22 muertos y decenas de heridos, muchos de ellos aún en estado muy grave.

La información publicada ayer por «The Guardian» ha puesto en una situación difícil a los servicios de espionaje que, según el rotativo, inmediatamente después de la tragedia iniciaron una investigación urgente para determinar cómo se les pudo escapar el perfil peligroso del terrorista. El MI5 planea, además, efectuar otra pesquisa más exhaustiva sobre los sistemas que emplea para evaluar y clasificar a los sospechosos.

La ministra del Interior, Amber Rudd, reconoció que el joven era conocido «hasta cierto punto» por los servicios secretos, aunque no estaba bajo el radar. «Hay mucha información saliendo sobre lo que sucedió, cómo sucedió y lo que la gente pudo o no saber. Es correcto que el MI5 investigue lo que son los hechos», dijo Rudd, quien subrayó que «no hay que precipitarse al sacar conclusiones». «Lo importante ahora es dejar que la operación continúe y pueda concluir», manifestó en Sky News.

En 2011, cuando tenía 16 años, el kamikaze ya había estado luchando junto a las filas rebeldes en Libia para derrocar al régimen de Muamar Gadafi. Su propio progenitor, Ramadan al Abedi, ahora detenido en Trípoli junto a su hijo pequeño, fue quien organizó el viaje durante las vacaciones escolares. En este sentido, aunque las autoridades tienen fichadas a 350 personas que han luchado recientemente en las filas del Estado Islámico y son sospechosas de poder atentar a su regreso, la legislación antiterrorista aprobada en 2015 para prohibirles la entrada al país sólo ha sido utilizada en una ocasión, confirmó ayer la ministra.

Después del atentado en el estadio Manchester Arena, varias personas han señalado a la Prensa que advirtieron a las autoridades sobre las ideas radicales de Abedi, entre ellas antiguos compañeros de universidad. Pero ya en su época de estudiante en el colegio Burnage Academy –entre 2009 y 2011– el terrorista tampoco pasó desapercibido al ser parte de un grupo de alumnos que se enfrentaron a un maestro por preguntar un día en clase sobre sus pensamientos acerca de los kamikazes. «Algunos se fueron a hablar con el director acusando al profesor de islamofobia», según una fuente.

Por su parte, la mezquita de Didsbury, donde Abedi iba a rezar, confirmó que uno de sus imanes le denunció por su ideología sospechosa y lo expulsó del templo. Mohamed Shafiq, de la Fundación Ramadhan, asegura que hace ya dos años se alertó a la Policía del comportamiento del yihadista al sospechar que podía estar «involucrado en extremismo y terrorismo». «La gente de la comunidad expresó su preocupación por su comportamiento y se informó utilizando los canales adecuados», matiza. Los servicios secretos han repetido que necesitan más recursos para hacer el seguimiento de las 500 posibles tramas terroristas de las que sospechan y de la lista de unos 3.000 sujetos de alto riesgo y otros 20.000 considerados de menor riesgo, entre los que supuestamente se incluía Abedi.

Por su parte, la Policía sigue con la investigación y, al cierre de esta edición, catorce sospechosos eran interrogados. El último arresto tuvo lugar en la madrugada de ayer, cuando un varón de 23 años fue detenido en Shoreham-by-Sea, en la costa del sur de Inglaterra. El domingo se arrestó a otro individuo de 19 años en Gorton, en Manchester. Gracias a los progresos de la investigación, el nivel de alerta terrorista se ha reducido a «grave», que implica alta probabilidad de atentado.