Conflicto Israel-Palestina

Condenado un soldado israelí por matar a un agresor palestino herido

El caso ha suscitado críticas al Ejército por sentar en el banquillo a uno de los suyos. Netanyahu pide el perdón para Elor Azaria

El soldado Elor Azaria, junto a sus familiares, ayer, durante el juicio en el que fue acusado del homicidio de un palestino
El soldado Elor Azaria, junto a sus familiares, ayer, durante el juicio en el que fue acusado del homicidio de un palestinolarazon

El caso ha suscitado críticas al Ejército por sentar en el banquillo a uno de los suyos. Netanyahu pide el perdón para Elor Azaria

Tras casi diez meses de espera, acaloradas discusiones y una fuerte polémica que envolvió a la sociedad israelí, ayer se dio a conocer el veredicto del caso del soldado Elor Azaria. Un tribunal militar formado por tres jueces declaró a este soldado culpable de homicidio por haber disparado y matado a un atacante palestino cuando ya yacía herido en el suelo y permanecía neutralizado. La condena será dada a conocer dentro de varias semanas.

El palestino en cuestión había intentado matar a dos soldados israelíes en un puesto de guardia en Hebrón, y fue disparado hasta quedar gravemente herido por un soldado israelí que presenció el ataque. Varios minutos después, llegó al lugar de los hechos Elor Azaria. El joven sargento, de 20 años, le disparó en la cabeza y le mató. La escena fue captada por un palestino que filmó el hecho para la organización israelí de derechos humanos Betselem. Este suceso contribuyó a viralizar lo sucedido de inmediato en las redes sociales y desató fuertes discusiones a todos los niveles.

En sus testimonios, Azaria presentó varias versiones y alegó que se había sentido en peligro por temer que el palestino llevara bajo sus ropas un cinturón explosivo que aún podría detonar. También argumentó que éste podía usar nuevamente el cuchillo. Pero tras concienzudos interrogatorios y la recogida de testimonios de diversos testigos, los jueces militares concluyeron que la verdadera razón por la que el soldado había disparado respondía a un deseo de venganza por el ataque terrorista contra sus compañeros y la convicción de que «el terrorista no tiene que quedar con vida».

Durante casi dos horas y media, la jueza militar que encabezó el tribunal leyó ayer el veredicto, y detalló a fondo las contradicciones en el testimonio del soldado. Los jueces dijeron que lo alegado por Azaria sobre la defensa propia «carece de fundamento alguno». «No había ningún tipo de peligro inmediato cuando el terrorista estaba en el suelo», dijo Maya Heller. «El soldado violó las reglas de las Fuerzas de Defensa de Israel en cuanto a cuándo se debe abrir fuego, sin justificación alguna».

Mientras la sesión se celebraba a puerta cerrada, en las afueras del tribunal en Tel Aviv se vivía una verdadera tormenta. Cientos de seguidores de ultraderecha se manifestaban contra lo que entendieron que estaba ocurriendo, al captar que Azaria no sería absuelto, y la protesta se tornó violenta cuando intentaron bloquear el cruce aledaño, en uno de los puntos neurálgicos, a la entrada de Tel Aviv. La Policía, que no había autorizado la concentración, intervino con firmeza y detuvo a varios de los radicales. En lo que se interpretó claramente como una amenaza de muerte al comandante en jefe del Ejército, Gadi Aizenkot, por manifestarse repetidamente contra toda actitud que viole «las normas del Ejército» y a favor de respetar «los valores con los que deben comportarse sus soldados y oficiales», varios de los fanáticos fueron captados por las cámaras entonando una seria amenaza: «Gadi, cuidate. Rabin está buscando un amigo». Implícitamente, amenazaban al jefe del Ejército de muerte, al señalar que se sumaría al primer ministro asesinado en 1995 Isaac Rabin.

El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, declaró que «si bien me cuento entre aquellos a los que no les gusta el veredicto, debe estar claro que son los jueces los que deciden y que todos debemos respetarlo».

Aunque la Fiscalía aún no se ha pronunciado acerca de la pena que pide para Azaria, ya hay iniciativas destinadas a favorecer la amnistía al soldado. La primera al respecto fue del ministro de Educacion, el ultranacionalista Naftali Bennet, y anoche el primer ministro, Benjamin Netanyahu, se manifestó a favor de esta solución. Bennet dijo que «ningún soldado israelí desconoce que es contrario a las reglas dispararle a un terrorista neutralizado, pero, por otro lado, es necesario apoyar a nuestros soldados sobre el terreno, ya que arriesgan sus vidas ante el terrorismo asesino».

Una de las singularidades del juicio contra Azaria fue que traspasó las fronteras del caso que se estaba juzgando y se convirtió en una discusión pública al máximo nivel sobre los límites de la lucha antiterrorista, la imagen de Israel, el espíritu de las Fuerzas de Defensa y la moral de los soldados.

Algunos de los críticos del juicio y del veredicto señalaron que, al haber sentado a Azaria en el banquillo de los acusados, se bajó la moral de los soldados, que ahora temerán disparar y, con ello, arriesgarán sus vidas. El profesor de la Universidad Hebrea de Jereusalén Daniel Wajner aseguró que este episodio «refleja las dificultades que tienen las sociedades en su lucha contra el terror, intentando conservar los principios éticos que las caracterizan. Asimismo, demuestra una vez más la capacidad del sistema militar israelí de juzgarse a sí mismo aún en asuntos tan polémicos para la sociedad».

Tras leerse el veredicto, una familiar del condenado fue expulsada de la sala después de gritar contra los jueces y afirmar que la sentencia era «una vergüenza». «Mañana no habrá Ejército. El Ejército está acabado», gritó en referencia al argumento de que las Fuerzas de Defensa han abandonado a su soldado.

¿Qué ocurrió el 24 de marzo de 2016?

- Ataque con cuchillo. El palestino Abed Al Fatah Al Sharif ataca a dos soldados israelíes en Hebrón. Un tercer soldado le dispara y le deja gravemente herido.

- El disparo. Mientras llega la ambulancia, el sargento Elor Azaria se presenta en el lugar y decide disparar en la cabeza al atacante palestino, que ya había sido neutralizado.

- El vídeo. El incidente fue grabado con cámara por un palestino. La publicación del vídeo desencadena una oleada de críticas a la actuación del soldado.

- El juicio. Por primera vez en diez años, un soldado israelí se sienta en un banquillo por matar a un palestino. Azaria declaró que disparó porque temía que tuviera un cinturón explosivo.

- División política. Netanyahu condenó las acciones del militar al principio, pero ayer pidió el perdón para el culpable de homicidio.