
Estados Unidos
Elon Musk, el poderoso presidente en la sombra al que nadie votó pero todos temen
El hombre más rico del mundo dirige la política de contratación del Gobierno sin haber sido elegido y pese al conflicto de intereses

Elon Musk es el director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), y ostenta el cargo de «empleado especial del Gobierno», una designación reservada a personas que se unen a la Administración durante un corto período de tiempo para asesorar con su experiencia. Además, poco a poco, se ha convertido en la mano derecha no oficial de Donald Trump, que el martes le dio más poder nombrando a su equipo encargado de supervisar la contratación de todas las agencias públicas después de que se llevan a cabo las excedencias masivas que están forzando.
Todo esto, teniendo en cuenta que el multimillonario sigue al frente de un enorme imperio empresarial, que podría suponer un conflicto de intereses con sus posiciones en el Gobierno.
Esta semana, Musk se reunió con el primer ministro indio, Narendra Modi, tras su reunión con Trump para conversar acerca de preocupaciones comerciales y arancelarias. Los titulares de varios medios preguntándose sobre este encuentro no tardaron en llegar. «¿Qué quiere Musk de India?», se preguntaba ABC News. Nadie tiene una respuesta certera a esta pregunta, ni siquiera su jefe. «No lo sé», dijo Trump a los periodistas cuando le preguntaron.
«Se conocieron y supongo que quiere hacer negocios en India». La conclusión no era difícil, el año pasado el CEO de Tesla viajó a India a explorar la posibilidad de instalar allí una nueva central de Tesla, además. Musk también está pendiente de que sus satélites Starlink pasen la aprobación regulatoria del país. «Tuve un muy buen encuentro con @elonmusk en Washington DC. Discutimos varios temas, incluidos aquellos que le apasionan, como el espacio, la movilidad, la tecnología y la innovación», publicó en X el primer ministro indio.
La reunión no se sentó bien a muchos dentro y fuera de Washington, donde ya empiezan a plantearse hasta dónde llega el poder de Musk en la nueva Administración, y cuál es el grado de influencia que el multimillonario tiene sobre Trump, y en la calle, los ciudadanos se quejan de que «no votaron por Musk».
Las críticas aumentaron cuando el lunes, Trump ofreció una rueda de prensa en su despacho para a explicar la conversación que había mantenido con el rey Abdalá II de Jordania, a quien el líder norteamericano pidió acoger a millones de palestinos en su territorio. En esa rueda de prensa, no estaba el vicepresidente JD Vance, al que prácticamente no se ha visto desde que llegó a Washington hace tres semanas, pero sí estaba presenteMusk, y no de cualquier manera.
El hombre más rico del mundo llegó al encuentro sabiendo quien es, vestido con gorra y camiseta, y acompañado de su hijo de 4 años. La imagen de Musk con el pequeño a hombros, participando en una rueda de prensa presidencial en la Oficina Oval de la Casa Blanca, no es baladí. «Elon Musk está haciendo todo lo posible para decirle al mundo, sin pronunciar palabra, que Trump no es su jefe», dijo el presentador de la cadena MSNBC Lawrence O’Donnell.
«Es el jefe de los otros adultos de la fotografía, por eso siguen el ejemplo de Trump en el código de vestimenta», continúa el periodista, recordando que Musk ha vestido trajes y corbata en muchas ocasiones. «Esta vez no quiso usarla», pese a las circunstancias.
Musk se dirigió a los periodistas tratando de justificar los macro recortes que está llevando a cabo su departamento en los funcionarios del Gobierno federal, mientras su hijo jugueteaba con su pelo. La respuesta no gustó a todos, y 14 fiscales generales estatales demócratas han demandado al multimillonario y a Trump argumentando que la autoridad que la Casa Blanca ha otorgado al magnate tecnológico y a su departamento es inconstitucional.
«Los fundadores de este país estarían indignados de que 250 años después de que nuestro país derrocara a un rey, el pueblo (muchos de los cuales han luchado y muerto para proteger nuestras libertades) esté ahora sujeto a los caprichos de un solo multimillonario no electo», ha dicho el abogado público de Arizona, Chris Mayes, en un comunicado.
Demanda de 14 fiscales generales estatales
La demanda de los 14 fiscales generales estatales contra el presidente y el magnate hace hincapié en como «el presidente Donald Trump ha delegado una autoridad prácticamente ilimitada en el señor Musk, sin la autorización legal adecuada del Congreso y sin una supervisión significativa de sus actividades», y acusan al republicano de haber transformado «un puesto menor, que anteriormente era responsable de administrar sitios web gubernamentales, en un agente designado del caos sin limitaciones y en violación de la separación de poderes».
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