Barcelona

España, un «Aquarius» cada cinco días en Andalucía

Los Centros de Internamiento de Algeciras y Tarifa están desbordados tras la última oleada.

Inmigrantes protegidos con mantas de Cruz Roja esperan a ser atendidos en el puerto de Tarifa (Cádiz)
Inmigrantes protegidos con mantas de Cruz Roja esperan a ser atendidos en el puerto de Tarifa (Cádiz)larazon

Los Centros de Internamiento de Algeciras y Tarifa están desbordados tras la última oleada.

La nueva presidenta de Cruz Roja en Andalucía, María del Mar Pageo, computó con una referencia inteligible para todos los públicos el problema que supone la inmigración irregular, una herida global que el nuevo Gobierno de España ha pretendido restañar con una tirita propagandística: 629 subsaharianos, a bordo del «Aquarius», llegarán el fin de semana a Valencia en loor de multitudes mientras un pelotón de mandatarios locales, sin distinción de partido, se sube al tren barato: Urkullu, Feijóo, los alcaldes de Málaga, Barcelona, Valladolid, Sevilla, la diputación de Gipúzcoa... han levantado la mano, con loable humanitarismo y cierto oportunismo, para acogerlos.

La realidad, sin embargo, es menos amable y Pageo sabe de lo que habla. La división andaluza de Cruz Roja, entre el primero de junio y el cuarenta de mayo, atendió en las costas de la comunidad autónoma a más de 1.200 inmigrantes, el doble de los que superpueblan el célebre barco. Tras entrevistarse con Susana Díaz, que lucía a su lado una sonrisa sardónica de difícil interpretación, la presidenta de la ONG se limitó a decir que «está bien el paso adelante» dado por Pedro Sánchez, de atender a personas «que se encuentran en una situación dramática» pero matizó que «eso es algo que se viene haciendo en España, y especialmente en Andalucía, desde hace tiempo».

Es la diferencia entre predicar a la hora del telediario y dar trigo todos los días: Cruz Roja lleva desde 2004 prestando los primeros auxilios a los inmigrantes que arriban a las costas andaluzas: 18.000 el año pasado, el triple que en el 2016. Sólo en lo que va de año, sus voluntarios han atendido ya a más de 8.500 inmigrantes rescatados en el Golfo de Cádiz, la Costa Tropical granadina o el Mar de Alborán. «Es verdad que la noticia (del “Aquarius”) ha sido muy impactante pero tengo que decir que en Andalucía, en lo que va de mes, han llegado el doble de personas y se han atendido sin ningún problema», reiteró María del Mar Pageo.

Son miles de personas, con historias tanto o más dramáticas que las de los pasajeros del «Aquarius», que no han merecido hasta ahora los desvelos de la clase política, tan compungida como se la ve hoy, ayudados por centenares de almas solidarias, desde las administraciones públicas o desde la sociedad civil, que no han merecido el aplauso de una opinión pública frívola y veleta.

Susana Díaz se limitó a agradecer a los representantes de Cruz Roja «la labor humanitaria que lleva a cabo en las costas andaluzas socorriendo a inmigrantes y refugiados», pero se autoimpuso el silencio sobre el posible «efecto llamada» que acarreará el gesto de Pedro Sánchez, ya que sabe por la Delegación de Gobierno de la Junta en Cádiz que, al menos en esa provincia, los dos Centros de Internamiento de Extranjeros, en Algeciras y Tarifa, se encuentran desbordados. La semana pasada, algunos ayuntamientos de la provincia tuvieron que abrir sus polideportivos para acoger a los inmigrantes liberados de los CIE que, literalmente, vagabundeaban por las calles.

El último fin de semana llegaron más 500 inmigrantes ilegales. Cruz Roja cuenta con un plan de contingencia ante llegadas «masivas». Para ello disponen de dos centros logísticos, en Málaga y Almería.