China-EE UU

El espionaje entre EE UU y China más allá del globo

Biden intenta rebajar la tensión y abre la puerta al diálogo con Xi, mientras Pekín critica la «reacción histérica» de Washington

At Sea (United States), 10/02/2023.- A handout photo made available by the US Navy shows a sailor assigned to Assault Craft Unit 4 preparing material recovered in the Atlantic Ocean from a high-altitude balloon for transport to federal agents at Joint Expeditionary Base Little Creek, 10 February 2023 (issued 14 February 2023). At the direction of the President of the United States and with the full support of the Government of Canada, U.S. fighter aircraft under U.S. Northern Command authority engaged and brought down a high-altitude balloon within sovereign U.S. airspace and over U.S. territorial waters, according to the US Navy. (Estados Unidos) EFE/EPA/U.S. Navy/Mass Communication Specialist 1st Class Ryan Seelbach HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES
US Navy recovers shot-down high-altitude surveillance balloonU.S. Navy/Mass Communication SpeAgencia EFE

El globo espía chino derribado en territorio estadounidense sobre el Atlántico el pasado 4 de febrero se ha convertido en el tema más comentado a todos los niveles en Estados Unidos. Con más preguntas todavía que respuestas, el malestar ha ido en aumento al producirse un rotundo silencio durante días por parte del presidente Joe Biden tras los tres posteriores derribos de “objetos” en diversas zonas de cielos norteamericanos.

Aunque Biden, tal y como han ido confirmando expertos del Pentágono y del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, no sólo ha monitoreado muy de cerca los recientes incidentes con aparatos voladores “no identificados”, sino que además ha sido él quien ha dado la orden expresa de destruirlos.

El líder demócrata tiene previsto poner en marcha un protocolo de actuación con diversos pasos “que conducirán a cielos más seguros para nuestros viajeros aéreos, nuestro Ejército, nuestros científicos y también para las personas en tierra. Ése es mi trabajo como presidente y comandante en jefe” resaltó. Y, mientras tanto, “si algún objeto presenta algún riesgo para nuestros ciudadanos, lo mandaré derribar”.

El presidente Joe Biden decidía hablar por primera vez este jueves sobre la polémica sembrada en el país en torno al tema durante la última semana, enviando al gigante asiático “un mensaje claro” desde la Casa Blanca: “La violación de nuestra soberanía es inaceptable”.

La saga del globo espía chino, que el gigante asiático defiende ser de investigación meteorológica, también ha enfriado las relaciones entre ambas potencias mundiales, distanciando la ya de por sí tensa interacción entre China y Estados Unidos.

Aunque Biden, dando una de cal y otra de arena, también adelantó sus intenciones de continuar “interactuando con China, como lo hemos hecho durante las últimas dos semanas. Como he dicho desde el principio de mi Administración: buscamos la competencia, no el conflicto, con China. No estamos buscando una nueva Guerra Fría”, enfatizó.

“Espero hablar con el presidente Xi y espero que lleguemos al fondo del asunto, pero no me disculpo por derribar ese globo”, adelantó a los medios, antes de abandonar la sala de prensa, molesto por las preguntas lanzadas a gritos de algunos corresponsales que no respetaron el turno pactado.

Si bien “nada hasta ahora” relaciona los tres incidentes posteriores con aparatos voladores en el espacio aéreo norteamericano “con China o con otros países”, tal y como confirmó Biden, también quiso explicar que “la comunidad de inteligencia está todavía investigando” los detalles, reportándole diariamente al presidente para que él, a su vez, pueda informar al Congreso de Estados Unidos.

También en rueda de prensa, su portavoz de Seguridad Nacional, John Kirby, explicó que las autoridades de inteligencia asocian los “objetos” hallados a la posible investigación científica o meteorológica, dando a entender que el material, del que ya se habría recuperado la mayor parte, “no era muy sofisticado”.

Y, casi de manera paralela, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, matizó que “depende de China saber cómo quieren avanzar en esta relación”, al reconocer que la comunicación entre ambas potencias mundiales ha estado abierta estos días, desde el derribo del globo espía, en los que han mantenido diversas conversaciones.

“Nuestro acercamiento con China seguirá siendo tranquilo, resolutivo y práctico. El presidente ha sido muy claro, eso no ha cambiado”, agregó Jean-Pierre.

Aunque la consecuencia más directa generada por el conflicto tras la destrucción del aerostato chino fue la cancelación del viaje del secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, a Pekín “a causa del comportamiento irresponsable” de China, justificó la portavoz de la Casa Blanca.

Blinken adelantó, durante un discurso público en mayo del año pasado, detalles de lo que a su parecer debería ser el enfoque diplomático desde Estados Unidos hacia China, basado en tres pilares fundamentales: “Invertir, alinear y competir”. Se espera que la Administración Biden retome su viaje oficial cancelado, el más importante de esas características de los últimos cinco años, tan pronto como se alivien las recientes tensiones.

Del mismo modo, el presidente Joe Biden confirmó que también tiene previsto hablar con su homólogo chino, Xi Jinping, próximamente, sin especificar más detalles de la reunión bilateral entre ambos líderes mundiales.

Expertos como Stephen Olsen, investigador principal de la Fundación Hinrich, piensan que “las consecuencias de la no-reunión” de Blinken en Pekín “brindan la oportunidad de evaluar hacia dónde parece dirigirse la relación entre Estados Unidos y China, y medir el éxito de la Administración Biden con respecto a la estrategia de China”.

Y es que “la eficacia de la estrategia china de Biden se ha visto socavada por frecuentes casos en los que las palabras pronunciadas por los funcionarios estadounidenses difieren de las acciones y medidas políticas”, analiza Olsen en un reciente artículo publicado.

“Cuando se trata de alinear a terceros países detrás del enfoque de EE UU, Blinken y otros altos funcionarios de la Administración han proclamado constantemente que no tienen interés en obligar a terceros países a "elegir" entre EE UU y China. Sin embargo, se ha vuelto obvio que esto es precisamente lo que está haciendo Estados Unidos”, recalca.

Competencia por el liderazgo mundial que se hace muy presente en el sector tecnológico, pero también el armamentístico y comercial. Por poner un ejemplo, Olsen opina que “los países que eligen a Huawei para construir redes 5G se encuentran con una relación más complicada con EE UU”. Por lo que, bajo ese contexto, “para los terceros países atrapados en el medio, lo más inteligente es disimular. Dígale a Washington lo que quiere escuchar hoy, luego indíquele a Pekín mañana cuán profunda y vital es la relación china”.

Desde la Conferencia de Seguridad de Múnich, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, criticó ayer la reacción de Washington a lo que EE UU calificó como «histérica y absurda» de un globo espía chino. «Hay muchos globos de muchos países en el cielo. ¿Quieres derribar todos y cada uno de ellos?», se preguntó Wang. «Instamos a EE UU a que no haga cosas tan absurdas simplemente para desviar la atención de sus propios problemas internos» añadía.

El director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China (PCCh) comentó en Múnich que la decisión de derribar el globo chino fue un «error de valoración estratégica», pero reiteró que Pekín está interesado en mantener con EE UU unas relaciones bilaterales basadas en «el respeto mutuo y la coexistencia pacífica».