Manifestaciones violentas

Espiral de violencia en las calles de Hong Kong

Miles de manifestantes vuelven a desafiar a Pekín con una marcha para denunciar la represión policial y la creciente influencia china en la provincia.

Manifestantes en las calles de Hong Kong, ayer, en una jornada con duros enfrentamientos con la Policía
Manifestantes en las calles de Hong Kong, ayer, en una jornada con duros enfrentamientos con la Policíalarazon

Miles de manifestantes vuelven a desafiar a Pekín con una marcha para denunciar la represión policial y la creciente influencia china en la provincia.

La Policía de Hong Kong se enfrentó ayer a miles de personas mientras intentaban proteger la principal oficina de representación de China de los manifestantes que se agolpaban en una nueva espiral de tensión y violencia con las fuerzas de los orden. Las protestas en los últimos dos meses encabezadas por activistas antigubernamentales contra un proyecto de ley que permitiría que los presos puedan ser extraditados y procesados en tribunales en la China continental se han vuelto cada vez más violentas.

Ayer, una marcha pacífica en un parque en el distrito central de negocios de la ciudad se convirtió rápidamente en una protesta, mientras decenas de miles de manifestantes vestidos de negro partían en varias direcciones, obstruyendo las vías principales. Miles de personas se dirigieron hacia el este, hacia el distrito comercial de Causeway Bay, mientras que otro gran contingente se dirigió hacia el oeste, a la oficina de representación del Gobierno chino, conocida como Oficina de Enlace. Allí, cientos de policías antidisturbios impidieron que avanzaran hacia el edificio, fuertemente fortificado con barricadas.

A medida que la multitud aumentaba, cientos de policías antidisturbios avanzaban con escudos, disparando balas de gas lacrimógeno y balas de goma. Algunos manifestantes se arrodillaron mientras las ambulancias corrían para llevarse a las decenas de heridos.

Bajo la fórmula de «un país, dos sistemas», instituida como parte de la soberanía de China en 1997, a la ciudad se le prometió amplias libertades que, sin embargo, le son negadas a los ciudadanos de la China continental. «Esta es la era de la revolución de Hong Kong», dijo un manifestante enmascarado que se hizo llamar K Lee. «Este movimiento ha sido provocado por la negativa de China a respetar las libertades de Hong Kong y el hecho de que las autoridades no hayan escuchado la voz de la gente», añadió.

Las manifestaciones han generado la mayor crisis política en esta provincia desde que fuera devuelta por Reino Unido a Pekín y se han convertido en un creciente quebradero de cabeza para las autoridades comunistas en un momento delicada por las tensiones entre el régimen comunista y la administración Trump por la guerra comercial. En las marchas ya no piden solo frenar la ley de extradición sino una democracia plena y la dimisión de la máxima autoridad en Hong Kong, Carrie Lam, que ha rechazado todas las demandas. Reuters