Defensa
Estas son las medidas que tomará Taiwan para contrarrestar el dominio de China en el uso de drones
Ante la amenaza de una posible invasión china en 2027, Taiwán acelera la creación de su propio ejército de drones, una estrategia defensiva inspirada directamente en la guerra de Ucrania para asegurar su supervivencia
La guerra de Ucrania ha sido un espejo y un manual de instrucciones para otros países en su innovación armamentística. Las lecciones aprendidas en el campo de batalla europeo, donde enjambres de drones han redefinido tácticas militares, no han pasado desapercibidas en el otro extremo del mundo. En paralelo, la iniciativa «Replicator» impulsada por la Administración Trump en Estados Unidos, que busca desplegar miles de sistemas autónomos para contrarrestar la superioridad numérica china, ha servido de impulsor para una de las transformaciones defensivas más ambiciosas de los últimos tiempos. Esta visión se alinea con los planes generales del Pentágono, que busca aumentar su poderío militar con un mayor número de drones para mantener su ventaja competitiva.
En este sentido, Taiwán ha tomado buena nota y ha decidido apostar su futuro a la misma carta. La isla se ha embarcado en un plan para hacer de la guerra asimétrica su principal baza frente a la creciente amenaza de una invasión por parte de Pekín. El objetivo no es igualar la fuerza del gigante asiático, sino convertir cualquier agresión en un escenario de desgaste insostenible para el atacante.
El gobierno de Taipéi se ha fijado la meta de producir 180.000 drones anuales para 2028, una cifra que combina aparatos de uso militar y comercial. Este objetivo supone un salto industrial de gran tamaño si se considera que su capacidad actual apenas ronda las 10.000 unidades al año, según informa el medio DefenseScoop. El desafío, por tanto, no es tanto tecnológico como de capacidad de producción a gran escala.
El reto de la autosuficiencia frente al gigante chino
El principal escollo de esta estrategia reside en que la cadena de suministro global de componentes para drones está dominada por empresas chinas, lo que supone una vulnerabilidad estratégica evidente para los planes de la isla. Resolver esta dependencia es la máxima prioridad para que el arsenal taiwanés no se venga abajo facilmente. Otras potencias como Israel también han apostado por su industria nacional para superar vulnerabilidades en sus cadenas de suministro militar.
El enfoque táctico se centra en aparatos que puedan fabricarse de forma autónoma. Los expertos militares señalan que los drones de corto alcance, similares a los usados con éxito en Ucrania para vigilancia y ataques precisos, son ideales para la defensa de Taiwán. Su misión sería detectar y atosigar a las fuerzas anfibias chinas durante un intento de desembarco, convirtiendo las playas en una zona de alto riesgo para cualquier invasor.