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Conducción

No es estética: el sorprendente motivo por el que algunas matrículas en Europa son amarillas

Tan solo tres países aplican esta llamativa normativa en sus matrículas

No es por estética: la verdadera razón por la que algunas matrículas en Europa son amarillas Pexels

Europa tiene muchos aspectos en común: historia, instituciones, acuerdos de libre circulación entre países. Una serie de similitudes en el continente que también se extrapola a sus carreteras, las cuales presentan una estética muy uniforme. No es extraño cruzar una frontera y encontrarse con señales, semáforos y normas de tráfico similares. Sin embargo, en ocasiones, al observar las matrículas de los vehículos europeos, llama la atención el hecho de que mientras la mayoría de países utilizan placas blancas y azules con caracteres negros, otras como las de los Países Bajos, Luxemburgo o Reino Unido, cuenten con un fondo de color amarillo.

¿Por qué son amarillas?

El uso del color amarillo en las matrículas no responde a una moda o a un capricho nacional, sino que se encuentra relacionado con decisiones técnicas. Países como los Países Bajos y el Reino Unido adoptaron el fondo amarillo por motivos de visibilidad y seguridad vial. El amarillo, sobre todo en condiciones de baja luminosidad, mejora la legibilidad de los caracteres impresos en negro, lo que facilita su lectura tanto para los conductores, como para los sistemas de vigilancia y control de tráfico.

En el caso del Reino Unido, esta normativa se introdujo oficialmente en 1973, cuando se estableció que todos los vehículos debían llevar matrícula blanca con caracteres negros en la parte delantera y matrícula amarilla con caracteres negros en la parte trasera. Esta combinación buscaba un equilibrio entre estética y funcionalidad: la parte delantera blanca evita deslumbramientos al ser iluminada por faros, mientras que la trasera amarilla resalta más cuando es iluminada por otros vehículos.

En el caso neerlandés, la decisión de implantar matrículas amarillas también se encuentran relacionada con motivos de visibilidad. Desde 1978, el color amarillo se convirtió en obligatorio en todas las matrículas nuevas. Antes de esa fecha, las placas eran negras con letras blancas, como en otros puntos de Europa. Luxemburgo, por su parte, adoptó las matrículas amarillas siguiendo el ejemplo de algunos de sus vecinos.

Europa, un mosaico de normas

Aunque la Unión Europea ha buscado impactar un formato general -como la inclusión del distintivo europeo con la bandera azul y el país de origen-, no existe una normativa común que regule el color de fondo de las matrículas. Por eso, mientras España, Alemania, Francia o Italia entre otros mantienen el blanco como estándar, otros como los mencionados optan por el amarillo.