Internacional

Gira europea

Scholz se apoya en Draghi para relanzar una UE en pandemia

El nuevo canciller viaja a Roma en pleno debate sobre la reforma del Pacto de Estabilidad y el uso de los fondos covid

El canciller alemán, Olaf Scholz, visita al primer ministro italiano, Mario Draghi, este lunes en Roma
El canciller alemán, Olaf Scholz, visita al primer ministro italiano, Mario Draghi, este lunes en RomaChigi Palace Press Office/ HANDOEFE

Italia y Alemania sentaron este lunes las bases para impulsar una cooperación bilateral que convierte a Roma –junto con París– en socio preferente del nuevo Gobierno alemán. «Lo importante es que Europa avance y nuestros países son fundamentales para el éxito de esta operación. Es necesaria una colaboración estrecha y estamos de acuerdo en reforzarla», anunció el nuevo canciller, Olaf Scholz, durante su primera visita oficial al país transalpino.

Scholz se reunió en Roma con el primer ministro italiano, Mario Draghi, como parte de la gira que está realizando tras suceder a Angela Merkel al frente del Gobierno de Alemania. Pero no se trató de una simple visita de cortesía. Alemania e Italia buscan un mayor acercamiento con la redacción de un «plan de acción» que englobe sus intereses comunes. Un proyecto aún embrionario que, según los analistas, podría inaugurar una nueva dinámica instaurando una suerte de poder triangular Berlín-París-Roma, que permitiría extender el eje franco-alemán hasta el sur de Europa.

Todavía es pronto para saber si se tratará de una alianza similar al Pacto del Quirinal firmado recientemente entre Roma y París que, a su vez, se inspira en el Tratado del Elíseo firmado en 1963 por Francia y Alemania. Pero la intención de ambos países es que se convierta en una hoja de ruta que marque e impulse la relación bilateral y contribuya a «afrontar los grandes desafíos europeos». El más urgente es cómo hacer frente de manera conjunta a la pandemia, pero Italia también quiere reabrir el debate sobre la reforma del Pacto de Estabilidad –que limita el endeudamiento de los países europeos–, a la que se oponen los denominados países «frugales» como Austria, Países Bajos, Suecia o Dinamarca. Roma y París presionan para suavizar las reglas, pero la pelota está en el tejado del sucesor de Merkel, quien hoy prefirió echar balones fuera al afirmar que la UE ya había demostrado «gran flexibilidad» al impulsar un plan de recuperación europeo dotado con 750.000 millones de euros.

«El objetivo ahora es utilizar ese dinero en la modernización industrial, digitalización y reducción del impacto climático», remarcó Scholz. El ex presidente del Banco Central Europeo, por su parte, se mostró optimista: «Creo que habrá un acercamiento de las posiciones», zanjó, alegando que la pandemia obligará a los países europeos a poner en marcha reformas de calado.

En lo que sí estuvieron de acuerdo ambos mandatarios fue en la necesidad de trabajar de forma conjunta para «reforzar y acelerar la integración europea». Scholz y Draghi también coincidieron en los próximos objetivos de la UE, entre los que se encuentran acelerar la transición ecológica, digital y una defensa común complementaria a la OTAN. La visita de Scholz a Italia se produce después de que el canciller alemán se reuniera con el presidente francés, Emmanuel Macron, y debutara en el Consejo Europeo en Bruselas tras asumir el cargo el 8 de diciembre. Alemania es el principal socio comercial de Italia, pero, políticamente, Roma siempre estuvo un paso por detrás de París, excluida como estaba del eje franco-alemán que durante décadas ha manejado el destino de la UE. Especialmente desde el último Gobierno de Silvio Berlusconi. La relación entre Roma y Berlín empeoró aún más durante el Ejecutivo populista de la Liga y el M5E, aunque la ex canciller alemana sí mantuvo una buena sintonía con el ex «premier» Giusepe Conte.

La llegada de Draghi a la presidencia del Consejo de Ministros ha devuelto a Italia el protagonismo perdido y ha colocado al italiano como el más firme candidato para llenar el vacío de liderazgo en la UE tras el adiós de Merkel.