Italia

Salvini propone unir a toda la derecha italiana en un Partido Republicano

La elección presidenciales agudiza el enfrentamiento entre el líder de la Liga y la ultraderechista Meloni

El líder de la Liga, Matteo Salvini, tras votar el sábado en la elección presidencial
El líder de la Liga, Matteo Salvini, tras votar el sábado en la elección presidencialFabio Frustaci / POOLAgencia EFE

El ultraderechista Matteo Salvini obtuvo el martes el aval de su partido, la Liga, para crear una fuerza “alternativa a la izquierda” en Italia, tras las grietas surgidas en su alianza con Giorgia Meloni y Silvio Berlusconi en la elección presidencial. Su última propuesta es fundar un “Partido Republicano” a la italiana.

El Consejo Federal de la Liga se reunió en Milán (norte) y expresó “por unanimidad” su “plena confianza” en el secretario Salvini “para crear, ampliar y potenciar una alianza alternativa a la izquierda”.

El encuentro debía valorar la situación actual de la coalición del centro derecha, con la que Salvini, Berlusconi y Meloni han llegado a gobernar quince de las veinte regiones italianas pero que, en los últimos tiempos, viene revelando humos de crisis.

Sobre todo después de la votación para reelegir el presidente de la República, que tras seis días terminó el sábado confirmando al que ya estaba en el cargo, Sergio Mattarella, pese a que la derecha aspiraba a poner a alguien afín aprovechando su mayor peso en el Parlamento. Pero no fue así y la rendición de cuentas es inevitable.

Salvini lleva meses viendo cómo las encuestas acusan su desgaste tras años como paladín de la ultraderecha, capitaneando desde 2013 una Liga a la que despojó de sus sueños independentistas del norte para convertirla en un partido eminentemente nacionalista.

Pero también asiste al auge de su aliada Giorgia Meloni, que como única oposición al Gobierno de Mario Draghi, apoyado por todos los partidos menos por sus Hermanos de Italia, pone en jaque su primado en la ultraderecha cabalgando el descontento de la pandemia.

La división entre ambos se hizo evidente durante la elección del presidente de la República, que “pulverizó” la alianza conservadora, en palabras de la política romana.

Esto porque mientras que Salvini y Berlusconi se sumaban al resto de formaciones en el apoyo a la reelección de Mattarella como única opción al bloqueo de las negociaciones, Meloni se quedaba sola en el frente del “no”, exigiendo de paso un adelanto electoral.

En definitiva, Salvini y Berlusconi están de un lado, el más institucional, como derecha “de Estado”, apoyando a Draghi y a la Jefatura del Estado, mientras Meloni va sola por su cuenta.

La alianza, en resumidas cuentas, tiene posiciones divergentes en temas de calado y, aunque funciona en los gobiernos regionales, lo ideal para las elecciones generales de la primavera de 2023 sería concurrir con un bloque compacto.

Salvini ha propuesto en varias ocasiones la puesta en marcha de una “federación” derechista que integre a las distintas formaciones, pero ahora va más allá y ha puesto sobre la mesa el posible lanzamiento de un “Partido Republicano” al estilo estadounidense.

Una formación que aglutine los votos del electorado del centro y de la derecha más liberal y menos “ultra”, encarnada tradicionalmente por la “berlusconiana” Forza Italia, de capa caída en los últimos tiempos y con su líder casi siempre en el hospital.

“Solo un nuevo contenedor político de fuerzas de centroderecha, empezando por las que apoyan al Gobierno Draghi, puede actuar de forma decisiva”, sostuvo en un artículo en “Il Giornale”, diario propiedad de la familia Berlusconi. Pero ese “empezando por las que apoyan” a Draghi equivale a dejar fuera, al menos en parte, a Meloni.

“Yo trabajo para unir, no para dividir”, resumió Salvini antes de su encuentro con el Consejo Federal de la Liga al ser preguntado por su aliada. Pero lo cierto es que en los últimos días se ha asistido a un cruce de mensajes, no siempre amigables.

“Veremos, yo hoy veo dificultades objetivas”, respondió Meloni en una entrevista en el canal Rete4 a la pregunta de si la coalición se repetirá en las próximas elecciones. Por el momento la política y exministra de 45 años pretende seguir promocionando su partido como el “único libre” fuera del Gobierno de Draghi, la única oposición.

“Hermanos de Italia es la única fuerza verdaderamente libre, que no acepta extorsiones y que tiene por objetivo la defensa del interés nacional”, tuiteó hoy, negando dichos apelativos a sus socios tradicionales.

Los últimos sondeos, como el de Swg para La7 de hace dos semanas, ponen al partido de Meloni como segunda fuerza del país con el 20% en intención de voto, solo superado por poco por el Partido Democrático (21,6 %), y por delante de la Liga de Salvini (18,8 %).