Reino Unido
Londongrado: cerco a la creptocracia rusa
Familias como los Lebedev, dueños del «Evening Standard», podrían perder su acceso privilegiado al poder en Reino Unido
Evgeny Lebedev, 41 años, es un magnate ruso con nacionalidad británica que lleva años afincado en Londres. Es el propietario del rotativo ‘Evening Standard’ (que compró en 2009 por tan solo una libra), ‘The Independent’ (que también adquirió cuando atravesaba dificultades económicas) y del canal de televisión local London Live. Pero, por encima de todo, es hijo de Alexander Lebedev, un antiguo agente de la KGB, y amigo del primer ministro Boris Johnson.
Cuando el líder tory consiguió su aplastante mayoría absoluta en diciembre de 2019, no dudó en acudir a la fiesta que los Lebedev celebraron en su mansión, situada en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, con increíbles vistas a Regent’s Park. Y es más, en 2020, ignorando las advertencias sobre seguridad, el inquilino de Downing Street otorgó a Evgeny el título de Lord, convirtiéndole así en el primer ruso de la historia con acceso a la Cámara Alta de Westminster, cuyos miembros no son elegidos por el pueblo británico, pero sí tienen voz y voto en la legislación.
Hay una razón de peso por la cual la capital británica es conocida como Londongrado, En los años noventa, los oligarcas rusos comenzaron a comprar mansiones al lado del Támesis, frecuentar Harrods y Ascot y matricular a sus hijos en los colegios británicos más exclusivos. Comenzaron a patrocinar el arte o deporte y realizar jugosas donaciones a partidos políticos. En definitiva, llevan años metidos de lleno en el Establishment gracias a fortunas de dudosa procedencia. Los vínculos con el Kremlin eran obvios. Pero se hacía la vista gorda. Entre otras cosas, porque los despachos de abogados, inmobiliarias, restaurantes de lujo y los clubs más exclusivos se enriquecen a su costa.
De ahí que el primer ministro británico se encuentre ahora bajo tanta presión. Desde que a principios de año las tensiones en la frontera ucrania comenzaron a escalar, Londres ha sido uno de los países que más armamento ha suministrado para la defensa de Kiev. Cuando finalmente Vladimir Putin ha comenzado la guerra, Johnson ha anunciado lo que ha denominado “el mayor y más severo paquete de sanciones que Rusia haya visto jamás”.
Entre otros, congelará los activos de los principales bancos rusos, legislará para impedir a las empresas rusas acceder a financiación y vetará a la aerolínea Aeroflot. También limitarán los depósitos de ciudadanos rusos en bancos británicos y se restringirán las exportaciones, al tiempo que no se descarta en un futuro excluir a Moscú del sistema de pago Swift.
Pero desde la comunidad internacional y el propio Westminster reclaman al líder tory que si verdaderamente quiere parar los pies a Putin, debe actuar directamente en casa, es decir, plantarle cara al Londongrado, porque los oligarcas con estrechos vínculos con el Kremlin llevan décadas conquistando el poder británico.
Algunos, como Lubov Chernukhin, se podría decir que casi literalmente está metida en el Número 10. Recientemente, The Sunday Times revelaba que la rusa pertenece a la llamada `Junta Asesora´, un poderoso e influyente grupo (hasta ahora secreto) formado por catorce generosos donantes del Partido Conservador, que por sumas de 250.000 libras anuales, pueden tener acceso privilegiado al primer ministro y diferentes miembros del Gabinete, influenciando así en la dirección del Gobierno.
Aunque ella se presenta como “banquera”, “directora de inversiones” y “consultora de gestión”, lo que realmente importa es que es la mujer de Vladimir Chernukhin, el que fuera viceministro de Finanzas de Putin. Según los medios británicos, la pareja mantiene a día de hoy estrechos vínculos con el SVR, el servicio de Inteligencia exterior de Rusia. Los tories han recibido más de 3 millones de libras de donantes nacidos en la antigua Unión Soviética, incluidos 1,7 millones de libras de Lubov Chernukhin.
Para ser donante de una formación en Westminster, se tiene que tener la nacionalidad británica. Pero muchos de estos rusos consiguieron el pasaporte gracias a las llamadas “visas doradas”. Fueron creadas en 2008 por el anterior Gobierno laborista tras la crisis financiera para atraer inversión extranjera. Todo aquel que invirtiera un mínimo de 2 millones de libras tenía vía libre para instalarse en el país (trayendo a sus familiares, claro está) y más que facilidades para conseguir el pasaporte británico. Desde 2008, se han otorgado 2.581 visas de Nivel 1 a ciudadanos rusos.
Johnson ha eliminado ahora “con carácter inmediato” este sistema. Dentro de sanciones impuestas por el Ejecutivo, otro de los puntos claves son las “reformas en el registro mercantil y un registro de propiedades de procedencia extranjera”, en definitiva, mecanismos para horadar el sistema que permite a oligarcas rusos acceder y poseer a jugosos activos, sobre todo inmobiliarios, en el Reino Unido, a través de empresas y fideicomisos en el extranjero.
Transparency International estima que unas 85.000 propiedades del Reino Unido – con un valor de al menos 1.500 millones de libras- figuran como “propiedad anónima”. Entre ellas, está Witanhurst House, junto al parque de Hampstead Head. Consta de 65 habitaciones y, entre otros lujos, cuenta con una piscina olímpica. Está valorada en 300 millones de libras y se trata de la residencia privada más grande de Londres, después del Palacio de Buckingham. Su propietario, según los medios británicos, es el magnate del fosfato Andrey Guryev, uno de los hombres más ricos de Rusia.
En definitiva, los oligarcas tienen lujosas propiedades, acceso directo al poder, medios de comunicación e incluso clubes de fútbol, como Roman Abramovich, dueño del Chelsea. El diputado laborista Chris Bryant desveló esta semana un documento del Ministerio del Interior fechado en 2019 en el que se informó de que el ruso estaba en el punto de mira por sus vínculos con el Kremlin. “Hace casi tres años desde que se redactó este informe y apenas se ha hecho nada. ¿Debería seguir teniendo Abramovich un club de fútbol en este país? ¿No deberíamos estar pensando en incautar sus bienes y asegurarnos de que gente que ha tenido el mismo visado que él no incurre en actividades delictivas?”, añadió. Entre las posesiones que Abramovich tiene en el Reino Unido, destaca una mansión valorada en más de 135 millones de euros en el centro de Londres. En definitiva, si Johnson quiere ahora defender realmente a Ucrania y plantarle cara al Kremlin, debe empezar por poner su propia casa en orden. Pero el magnate ruso se ha visto obligado a abandonar el país por las sanciones impuestas por el Reino Unido, según explicó la BBC.
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