Superpotencia militar

Fujian, el arma de China para retar a Estados Unidos

Pekín bota su tercer y más avanzado portaaviones con el que da un paso más para convertirse en una potencia militar

Fuiján
FuijánLa Razon

China añade otra pieza esencial a su apuesta por convertirse en una superpotencia militar con la botadura oficial de su tercer y más avanzado portaaviones. Se trata de una operación de gran valor estratégico y simbólico, ya que es el primer buque de guerra del tipo 003 a disposición de la Marina de Pekín. Esto refleja la ambición del presidente Xi Jinping de modernizar completamente las fuerzas armadas del país para 2035.

El nuevo buque de guerra recibió el significativo nombre de Fujian, la provincia situada frente a la isla de Taiwán. El Tipo-003 ampliará y consolidará aún más las capacidades de su ejército, si bien no estará listo para el combate hasta dentro de cinco años. Forma parte de un cambio hacia una verdadera armada de aguas azules, que opera en el Pacífico y, si se le requiere, a nivel mundial.

Champán, crespones de colores y cañones de agua y humo sirvieron para festejar la salida al mar del superportaaviones, en una ceremonia celebrada en los astilleros de Jiangnan, en Shanghái. En la ceremonia, a la que asistieron altos funcionarios, como Xu Qiliang, vicepresidente de la Comisión Militar Central, decenas de miembros de la Armada se alinearon frente al transbordador y entonaron el himno nacional.

Parte del lema escrito en el mismo especialmente para este momento de gloria, se ha traducido como “construir una marina fuerte y moderna, y proporcionar un fuerte apoyo para alcanzar el sueño chino de un ejército poderoso”. Para hacer realidad el objetivo del partido de fortalecer su ejército en la nueva era, y construir una armada popular de clase mundial de manera integral”.

A diferencia de los otros dos portaaviones chinos, que están equipados con rampas de despegue con trampillas, este cuenta con una cubierta de vuelo plana además de un desplazamiento de más de 80.000 toneladas y está equipado con catapultas electromagnéticas y dispositivos de detención.

El alto nivel de secretismo que ha rodeado un proyecto de esta magnitud se ha combinado con la previsible falta de transparencia militar china para garantizar que no se sepa nada con seguridad. La botadura tuvo lugar semanas más tarde de lo previsto originalmente, debido a la ola de Covid-19 que azotó Shanghái, lo que provocó el cierre de las operaciones, incluidos los astilleros donde se estaba construyendo.

El estreno se produce en medio de un aumento de las tensiones en el Estrecho de Taiwán y en el Mar de la China Meridional, donde Pekín y sus vecinos reivindican territorios opuestos. La reciente firma de un acuerdo de seguridad entre el país asiático y las Islas Salomón sumado a la inauguración de una instalación naval en Camboya, han aumentado la inquietud por el alcance de este país en el Golfo de Tailandia y el Pacífico Sur.

En los últimos meses, el frente marítimo del Mar de China Meridional ha sido foco de tensión y el centro de las miradas tanto de China como de otros países. El país asiático ha navegado repetidamente con sus buques de guerra por el estrecho que separa Taiwán del continente para frustrar el paso de unidades militares estadounidenses y aliadas que participan en operaciones de “libertad de navegación”, y ha utilizado aviones militares para sus incursiones (unas 500 este año frente a casi mil en 2021) en la zona de identificación de defensa aérea de Taipéi.

En este sentido, Fujian desempeña un papel crucial, aunque ahora necesitará un periodo de pruebas y perfeccionamiento antes de ser plenamente operativo. Las pruebas de los sistemas de amarre y navegación serán la primera prioridad.

La importancia del nuevo barco no radica en las mejoras respecto a los anteriores. El hecho de contar con tres navíos dará a la armada china una mayor capacidad de proyección de poder. Como flota de aguas azules, China podrá desplegar sus grupos de combate de portaaviones con mayor frecuencia. Además, podrá desplegar varios grupos de combate para hacer frente a una emergencia. Esto tiene una importancia táctica y estratégica.

Si bien China cuenta ya con la mayor armada del mundo por número de buques de guerra, la mayoría de su flota se compone de navíos más pequeños. Pekín está planificando al menos seis grupos de ataque de portaaviones para 2035, de los cuales se espera que cuatro sean de propulsión nuclear.

El primer portaaviones chino entró en servicio el 26 de septiembre de 2012 y fue bautizado como “Liaoning”, en honor a la provincia del noreste. El buque, de 300 metros de eslora, fue reformado y mejorado a partir del inacabado portaaviones soviético Varyag, que China compró a Ucrania en 1998. A este le siguió el Shandong, construido en dicho país pero basado en el diseño del Liaoning. Ambos son convencionales, al igual que el Fujian.