Rusia

86 empresas y una dirección de e-mail: la estrategia con la que Putin oculta más de 4.000 millones de euros para eludir las sanciones

Rusia podría sufrir una gran crisis económica, pero su presidente podría evitar cualquier golpe

El presidente de Rusia, Vladimir Putin
El presidente de Rusia, Vladimir PutinSergei BobylevAgencia AP

Las numerosas sanciones que Unión Europea, Estados Unidos y Reino Unido ha cargado a Rusia tras la invasión a Ucrania han hecho que la economía rusa note los estragos de que el país se quede prácticamente aislado. Pese a los intentos de evitar las penas impuestas con “la flota fantasma” de Irán, chantajear con el corte del gas u obligar al resto de países a pagar en rublos, lo cierto es que la nación ya está notando los primeros coletazos. Por ejemplo, con datos de desempleo nunca antes vistos.

Lo cierto es que a Rusia le puede esperar un futuro lleno de una fuerte crisis económica. No obstante, a su presidente, Vladimir Putin, no le pilla de imprevisto. Oficialmente, Putin solo consigna un pequeño piso en San Petersburgo, dos coches de la época soviética de los años 50, un remolque y un pequeño garaje.

Se ha hablado de numerosos testaferros y su círculo íntimo de oligarcas, así como de fastuosas propiedades en el extranjero y cuentas gigantescas. Pero una investigación halló que múltiples propiedades y cuentas por un valor hasta de 4.500 millones de dólares (unos 4.250 millones de euros) revela que su fortuna “oculta” estaría escondida en un único servidor de correo electrónico, una pista de asociación que podría desentrañar el misterio más protegido del presidente ruso.

Un detalle que podría pasar desapercibido fue detectado por periodistas de la Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP, Proyecto de denuncia de la corrupción y el crimen organizado) y del sitio ruso Meduza. El medio logró vincular un dominio de correo electrónico compartido por 86 empresas que poseen esa cantidad de dinero en bienes inmuebles, yates, jets privados y activos financieros que ya habían sido atribuidos a Putin.

Los intercambios de correos electrónicos mostraron una familiaridad entre las entidades que gestionan estos activos, señales de forma parte de una única organización. Se trata de un servidor privado, más allá de los comunes y ya conocidos, y alojado en una empresa informática rusa: LLCinvest.ru.

Bajo este esquema, OCCRP y Meduza identificaron los valiosos activos vinculados a las organizaciones que usan el dominio LLCinvest.ru, entre los que se destacan: un palacio de más de 1.200 millones de dólares en Gelendzhik, en la costa del Mar Negro; hectáreas de viñedos alrededor de ese palacio, o una estación de esquí en Igora (Leningrado), donde fue la boda de una hija de Putin.

También una villa al norte de San Petersburgo, conocida por los vecinos como la “Dacha de Putin”; una mansión conocida como Villa Sellgren a orillas del Golfo de Finlandia, un edificio revestido de madera al norte de San Petersburgo conocido como la Cabaña del Pescador; yates de lujo; y grandes depósitos de efectivo manejadas por dos ONG, por casi 400 millones de dólares, según los balances públicos de fines de 2020.

Según la investigación, buena parte de los propietarios de las firmas involucradas en el servidor son amigos y socios de Putin. Todos ellos, contactos que consiguió en los años 90, cuando aún era un ascendente funcionario en San Petersburgo.

El gobierno ruso negó las afirmaciones de los periodistas sobre la presunta fortuna presidencial. Un vocero del Kremlin declaró a los periodistas de la investigación: “El presidente de la Federación Rusa no tiene ninguna relación ni afiliación con los objetos y organizaciones que usted ha nombrado”.