Escasez

¿Rusia se está quedando sin suficientes armas para luchar contra Ucrania?

Los fracasos estratégicos y operativos de Moscú suponen un gasto muy elevado para el país presidido por Vladimir Putin

Las fuerzas rusas se están quedando sin suficientes rifles modernos y se están viendo obligados a equipar a los reservistas con armas anticuadas. En el día 250 de la guerra en Ucrania, los combates siguen siendo poco exitosos para las tropas de Vladimir Putin.

El Ministerio de Defensa ucraniano afirmó que, hasta este lunes, el Ejército ucraniano ha matado a aproximadamente a 71.820 soldados rusos (y han herido a aproximadamente el triple).

Asimismo, los ucranianos han destruido 275 aviones de combate, de ataque y de transporte, 253 helicópteros de ataque y de transporte, 2.686 tanques, 1.728 piezas de artillería, 5.485 vehículos blindados de transporte de personal y vehículos de combate de infantería, 383 sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS), 16 barcos y cúteres, 4.128 vehículos y depósitos de combustible, 197 baterías antiaéreas, 1.413 sistemas aéreos tácticos no tripulados, 154 plataformas de equipos especiales, como vehículos puente, y cuatro sistemas móviles de misiles balísticos Iskander, y 352 misiles de crucero derribados por las defensas aéreas ucranianas.

Y es que los fracasos estratégicos y operativos de Moscú han supuesto un gasto muy elevado. El Ejército ruso está sufriendo una verdadera hemorragia sobre el terreno en Ucrania sin que se vea el final.

Las fuerzas ucranianas son más letales cada día que pasa, ya que más tropas entrenadas por la OTAN llegan al terreno equipadas con modernos sistemas de armas occidentales.

Por su parte, los soldados rusos que son empujados a la primera línea de batalla a menudo carecen de equipos básicos de combate, como rifles modernos, chalecos antibalas, cascos modernos e incluso torniquetes adecuados.

El día que Putin convocó una movilización parcial que reclutó entre 300.000 y un millón de reservistas, seguramente no pensó que habría problemas con sus armas básicas.

En septiembre, empezaron a aparecer informes con oficiales y tropas rusas preocupados por la falta de fusiles o la inadecuación de las armas que llevaban los reservistas recién movilizados que se presentaban en Ucrania.

Vídeos y fotos que circulan en las redes sociales muestran a los reservistas rusos portando rifles AKM, un arma de la familia Kalashnikov introducida por primera vez a finales de la década de 1950.

A pesar de la gran resistencia de las armas Kalashnikov, un fusil fabricado hace casi 60 años está obsoleto para el campo de batalla moderno; lo más probable es que las malas condiciones de almacenamiento y mantenimiento hayan agravado el estado de las armas tradicionales.