Espionaje

Detenido el cómplice del agente de la Inteligencia alemana que espiaba para Rusia

El hombre fue arrestado al aterrizar en Múnich gracias a la colaboración del FBI

Una transeúnte pasa junto al edificio de la Embajada de Rusia en Berlín
Una transeúnte pasa junto al edificio de la Embajada de Rusia en BerlínFILIP SINGERAgencia EFE

La Fiscalía federal de Alemania anunció este jueves la detención este fin de semana de un hombre que supuestamente habría actuado como cómplice para un agente de los servicios secretos alemanes. El detenido, identificado como Arthur E., habría pasado información a Carsten L. quien asimismo fue detenido el pasado 21 de diciembre por transmitir información a Rusia que habría adquirido mientras trabajaba para el Servicio alemán de Inteligencia (BND). Según el comunicado emitido por la Fiscalía, la detención de Arthur E. se produjo en estrecha colaboración con las autoridades de Estados Unidos. De hecho, fue detenido el sábado en el aeropuerto de Múnich, tras aterrizar de un vuelo procedente de Estados Unidos. Según informaciones de la cadena pública alemana ARD, el detenido habría llamado la atención del FBI y al ser interrogado por esta agencia, habría declarado abiertamente su papel en el caso de la traición al BND.

La Fiscalía informó que Arthur E. fue cómplice e intermediario y que, tras recibir la información de Carsten L., la habría llevado a Rusia para entregarla allí a sus servicios de inteligencia. La prensa alemana se pregunta ahora qué tipo de datos podría haber difundido y principalmente, cuál fue la motivación de Carsten L. Algunas informaciones aseguran que se sentía frustrado en la BND aunque este motivo no explica por sí solo la traición. Otras fuentes apuntan a que defendía un ideario de extrema derecha y que, debido a su desafecto hacia el Estado, se radicalizó o, según los círculos de seguridad, que incluso podría haber recibido una remuneración de Arthur E. para recabar toda la información.

Arthur E. es ciudadano alemán, pero la prensa apunta a que tiene antecedentes rusos. Sin estar relacionado con los servicios germanos de inteligencia, la cuestión es cómo y por qué los dos hombres entraron en contacto. Según la ARD, ambos se habrían reunido de forma privada en el 2020 y, después de eso, no tuvieron contacto durante mucho tiempo, hasta que finalmente lo reanudaron el año pasado. No hay muchos datos más sobre Arthur E., aunque la televisión alemana lo relaciona con el tráfico de metales y piedras preciosas.

La gravedad del caso dependerá de la información que Carsten L. haya transmitido a los rusos. Se dice que trabajó durante años como analista en la BND. Desde ese departamento fue responsable de la vigilancia de las comunicaciones así como de la evaluación y utilización de los hallazgos relevantes para la agencia. Tras un tiempo, y pocos meses antes de su detención, fue ascendido y trasladado a Berlín. En la capital fue el responsable de los controles de seguridad, desde donde habría tenido acceso a toda la información sobre el personal del BND.

Para un servicio de inteligencia extranjero, una fuente en esa posición hubiera sido un activo importante; sin embargo, algunos círculos aseguran que llevaba muy poco tiempo en su nuevo puesto cuando fue detenido. Lo que haya podido entregar a los rusos es la parte más delicada de la historia. Algunos medios apuntan, entre otras cosas, a datos sobre una operación en curso de la Unidad de Inteligencia Técnica del BND. Todavía no se puede cuantificar el valor para los rusos de la información que pudieran haber recibido, ni tampoco el daño que esta filtración podría causar al BND.