Escándalo

Dimite un cargo de confianza del primer ministro sueco por pesca ilegal

Peter Magnus Nilsson mintió a la Policía tras pescar anguilas, una especia en peligro de extinción

El primer ministro sueco, el conservador Ulf Kristersson
El primer ministro sueco, el conservador Ulf KristerssonPontus LundahlAgencia EFE

Apenas cumplidos sus cien primeros días en el poder, el Gobierno de centro derecha sueco sufrió este jueves su primera dimisión. Peter Magnus Nilsson, secretario de Estado y hombre de confianza del primer ministro, Ulf Kristersson, anunció su renuncia por pescar ilegamente anguila, una especie en peligro de extinción, en el verano de 2021 en el archipiélago de Blekinge y mentir a la Policía en un intento de ocultuar los hechos. Nilsson deberá pagar ahora una multa de 39.000 coronas suecas (unos 3.500 euros).

“Entiendo lo inapropiado que es pescar anguilas sin permiso y no contar las cosas a las autoridades, incluso si desde entonces llamé a la Policía y admití que había pescado 15 peces”, escribe el político en su perfil de Facebook.

“Quiero agradecer a Ulf Kristersson su confianza, su liderazgo cálido y su humor alegre. Tengo un personal fantástico con el que fue divertido trabajar. He aprendido mucho en un tiempo ciertamente demasiado corto pero muy intenso”, añadió como despedida.

Posteriormente, ha trascendido que Nilsson ha sido denunciado por delitos contra especies protegidas, lo que está siendo investigado por el departamento especial de la Policía. Sin embargo, en su publicación de Facebook, Nilsson escribe que no sabe de qué se trata o si es él “el sujeto de la investigación”, ya que no ha sido informado oficialmente. La pesca de anguila está estrictamente regulada en Suecia y desde 2007 se aplica una prohibición total a los pescadores recreativos sin un permiso especial.

El primer ministro sueco no ocultó su decepción por la renuncia de su estrecho colaborador, el ex editor político del diario “Dagens Industri” hasta su fichaje a finales de octubre. “Peter Magnus Nilsson ha decidido dejar su puesto como secretario de Estado en el Comité del Consejo de Estado. Por supuesto, me parece triste que se haya presentado esta situación, pero entiendo su decisión”, aseguró Kristersson en un mensaje a la televisión pública SVT. “Ha sido un empleado valioso en el equipo y es una persona muy competente. Lo extrañaremos”, lamentó.

La oposición socialdemócrata no ha tardado en exigir en el “Riksdag” (Parlamento) explicaciones al primer ministro por conocer las acusaciones contra Nilsson cuando le nombró secretario de Estado. “Necesitamos tener claridad sobre cómo se llevó a cabo el proceso de reclutamiento”, aseguró Ardalan Shekarabi, portavoz de Justicia del partido. “Contra lo que principalmente estamos reaccionando es que el secretario de Estado mintió a las autoridades”, añadiió.

“Debe haber total claridad sobre qué información tenía Kristersson sobre los diversos mensajes de Nilsson a las autoridades, y qué surgió de la autorización de seguridad realizada por este antes de que Kristersson tomara la decisión de nombrarle secretario de estado”, reclamó el diputado socialdemócrata.

Lo cierto es que el Gobierno conservador no se podía permitir verse salpicdo por este escándalo mientras cae su popularidad entre la opinión pública por incumplir sus promesas de campaña en materia económica y energética y la adhesión del país escandinavo a la OTAN permanece bloqueada porlas disputas diplomáticas con Turquía.