Evacúan a 280 niños de un orfanato en Jartum tras la muerte de 70 por la falta de cuidados

La Cruz Roja ha evacuado del orfanato de Mygoma, en Jartum (Sudán), a 280 niños que se encontraban en pésimas condiciones como consecuencia de los combates que se iniciaron el pasado mes de abril. Hasta 70 niños habrían muerto en las semanas previas en este orfanato, debido tanto a la escasez de medicinas como de personal, así y como por los habituales cortes de luz que afectan a la capital.

La evacuación corrió a cargo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), contando con la garantía de las partes enfrentadas de que facilitarían un corredor humanitario para transportar a los menores a la localidad de Wad Madani, 200 kilómetros al sudeste de Jartum y donde todavía no se han registrado combates entre las RSF y el ejército regular. El CICR confirmó que algunos de los niños, cuyas edades comprenden entre el mes y los 15 años, padecen condiciones de salud mental, condiciones que podrían haber empeorado en las últimas semanas debido a la estresante situación marcada por los combates.

Los 70 niños fallecidos durante las semanas previas a la evacuación fueron víctimas de insuficiencias circulatorias, fiebres, graves casos de desnutrición o del desarrollo de sepsis. La escasez de alimentos y de agua fueron determinantes para sellar su suerte, mientras los combates, demasiado próximos al orfanato, impidieron el acceso de cualquier tipo de ayuda humanitaria.

Jean-Christophe Sandoz, jefe de la delegación de la Cruz Roja en Sudán, indicó que los niños “pasaron momentos increíblemente difíciles en un área de conflicto durante las últimas seis semanas, sin acceso a una sanidad adecuada, siendo especialmente difícil la situación para los niños con necesidades especiales”. En un comunicado emitido por el CICR, se aclaró además que “tras su llegada a Wad Madani, los niños fueron trasferidos a la custodia del Ministerio [de Desarrollo Social]”

La evacuación de los 280 niños resalta como un apéndice de humanidad dentro de la difícil realidad que sobrelleva hoy la población sudanesa, en especial en Jartum y en la región occidental de Darfur. Tal es el caso de la ciudad darfurí de Geneina, próxima a la frontera con Chad y donde aquellos que han conseguido escapar de la masacre aseguran que la localidad ha sido “borrada” por las milicias árabes que buscan acabar con las poblaciones negras de la zona.

La situación de los niños que habitan las zonas afectadas por los combates es asimismo crítica. Casi medio millón de menores han tenido que desplazarse fuera de sus hogares junto con sus familias, mientras 618.000 han tenido que abandonar el colegio de forma temporal. Con los colegios cerrados y los núcleos familiares quebrantados por los desplazamientos, la ONU ha expresado su temor ante la perspectiva de que los niños “corran el riesgo de ser reclutados por los grupos armados” o de sufrir cualquier clase de abusos. Las cifras oficiales en lo que respecta al número de niños fallecidos fueron de 190 durante los primeros días de guerra; una cifra que no ha vuelto a actualizarse pero donde puede entreverse que más de 300 infantes han sido asesinados en el último mes y medio.