Oriente Medio

Israel ataca a Irán con pies de plomo

Responde al ataque iraní del mes de octubre con un bombardeo dirigido a las instalaciones militares israelíes

«En respuesta a meses de ataques continuos del régimen de Irán contra el Estado de Israel, en este momento las Fuerzas de Defensa de Israel están llevando a cabo ataques precisos contra objetivos militares en Irán», informó el portavoz del Ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari, en la madrugada del viernes al sábado.

La noche anterior al ataque, el jueves, se oyeron cazas y helicópteros cruzando el cielo en enormes cantidades. Y antes de que las FDI anunciaran estar atacando Irán el viernes y que los diversos canales de Telegram empezaran a bullir con posibles ataques en Teherán, la misma procesión aérea se volvió a oir en la costa Mediterránea.

Así pues, Israel lanzó su esperado ataque de represalia contra Irán. Comenzó a las dos y cuarto de la madrugada hora israelí. Respondía al ataque de Irán del pasado 1 de octubre, en el que el regimen de los ayatolas lanzó unos 200 misiles balísticos a Israel que causaron daños, pero no operativos, según los militares israelíes, y un muerto, un palestino de Gaza que estaba en Cisjordania. Ese ataque era una represalia por la muerte del líder de Hamás, Ismail Haniye, en Teherán, atribuido a Israel, y el del secretario general de Hizbulá, Hasán Nasarlá, que Israel sí reivindicó.

Los ataques se llevaron a cabo en varias oleadas a lo largo de varias horas y tuvieron lugar en diferentes áreas de Irán. De esta manera, hubo explosiones en la capital Teherán, Karaj, Isfahán y Shiraz. Se supo que la República Islámica cerró su espacio aéreo durante ese tiempo.

Irán
IránT. GallardoLa Razón

La primera oleada de ataques aparentemente tuvo como objetivo las capacidades de defensa aérea iraní. El objetivo era que los aviones israelíes pudieran tener libertad de movimiento en el cielo de Irán durante las incursiones de anoche y, según analistas militares, también para preparar el terreno para futuros ataques, en caso de que Irán tome represalias.

Mientras la campaña estaba en marcha, medios estatales sirios informaron que Israel había atacado varios sitios militares en el sur y el centro del país. También en ese caso se trataba de bombardeos contra radares y defensas aéreas iraníes, según detallaron fuentes de seguridad poco tiempo después.

Las siguientes fases de los bombardeos fueron contra instalaciones de producción de drones y misiles balísticos, así como contra los equipos utilizados para lanzar estos aparatos.

El ejército israelí informó a las 6 de la mañana de que el ataque había sido completado con éxito, con «todos los objetivos alcanzados». Llamó a la campaña «Días de arrepentimiento», en referencia a la reciente festividad de Yom Kipur, el día de la expiación, pero también en una velada advertencia a su enemigo. Asimismo, informó de que en la «compleja operación» a unos 1.600 kilómetros de distancia de Israel habían participado docenas de aviones, incluidos aviones de combate, de abastecimiento y espías.

Mientras, en Irán, los medios de comunicación presentaron el ataque como de alcance limitado. La agencia de noticias Tasnim informó que no se dañaron los complejos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) en las zonas occidental y meridional de Irán. Un reportero de la cadena Al Mayadeen, afiliada a Hizbulá, informó que Israel intentó atacar tres objetivos en la zona de Teherán, pero que los sistemas de defensa aérea lograron interceptar los misiles, una afirmación desestimada en Israel.

«Las fuertes explosiones que se escucharon alrededor de Teherán estaban relacionadas con la activación del sistema de defensa aérea contra las acciones del régimen sionista que atacó tres lugares fuera de la ciudad de Teherán», informó la televisión estatal, citando a altos cargos de la defensa aérea de la provincia de Teherán.

La agencia de noticias iraní semioficial Fars afirmó que varias bases militares en la zona de Teherán fueron blanco de los ataques israelíes. Especificó que varias bases en las áreas occidental y meridional de la capital fueron atacadas. También se informó de que no había señales de un ataque a instalaciones nucleares o petroleras. Según el balance provisional de muertos, dos soldados resultaron muertos por el bombardeo.

La administración estadounidense había presionado a Israel para que no atacase sitios nucleares o petrolíferos, al tiempo que ha respaldado su derecho a responder al ataque con misiles balísticos que llevó a casi todos los habitantes del país a los refugios a principios de mes.

En esta ocasión, Israel informó a EEUU antes de los ataques, tanto al presidente, Joe Biden, como a su vicepresidenta y candidata a la presidencia, Kamala Harris.

Un alto cargo de la Administración Biden dijo tras el ataque israelí que «este debería ser el fin del intercambio militar directo entre Israel e Irán (...) Los conflictos más amplios en la región, obviamente, [son] mucho más complejos».

Sin embargo, todos se sienten «obligados a responder». «Irán atacó a Israel dos veces (…) y ha pagado el precio por ello», dijo el portavoz miliar israelí, en un comunicado. «Estamos centrados en los objetivos de la guerra en Gaza y Líbano. Es Irán el que sigue presionando para una amplia escalada regional».

«Si el régimen de Irán cometiera el error de iniciar una nueva ronda de escalada, estaremos obligados a responder», continuó Hagari. «Nuestro mensaje es claro: todos aquellos que amenacen al Estado de Israel y busquen arrastrar a la región a una escalada más amplia pagarán un alto precio. Hoy demostramos que tenemos la capacidad y la determinación de actuar con decisión, y estamos preparados, tanto en la ofensiva como en la defensa, para defender a Israel y al pueblo de Israel».

Fuentes citadas por la agencia de noticias iraní Tasnim afirmaron que Irán estaba preparado para responder a cualquier «agresión» israelí. «No hay duda de que Israel se enfrentará a una reacción proporcional por cualquier acción que tome», dijeron las fuentes citadas por Tasnim. El Ejército israelí dijo estar evaluando una posible reación por parte de la República Islámica y, hasta el momento, no ha modificado las directrices para los civiles en la retaguardia. Tanto los países árabes como las potencias occidentales hicieron un llamamiento a la mesura para frenar la escalada.