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Curiosidades

Un gato fue alcalde por más de 20 años de un pueblo en Estados Unidos

Este felino fue elegido para un cargo honorífico como forma de protesta, aunque continuó en él por más de dos décadas

Gato naranja EE. UU. PEXELS (MelaniMarfeld)

Existe en el medio rural una especie de ley no escrita, pero no por ello menos real, de que 'en los pueblos se vota a la persona, no al partido'. Y es que cuanto menos votantes haya en unos comicios, más relevancia adquiere la relación del candidato con los vecinos, y no tanto las siglas bajos las que se presente. A la hora de elegir un representante, el factor humano tiene un papel trascendental.

Ha ocurrido, no en pocas ocasiones, que una personas que ya gozaba anteriormente de notoriedad pública ha aprovechado su fama para presentarse a unos comicios y ganarlos con amplia mayoría. Mientras que muchos de esos casos son conocidos, existen ejemplos mucho más excéntricos de candidatos que fueron elegidos pero que, curiosamente, pertenecían a otra especie.

Un gato fue alcalde por más de 20 años de un pueblo en Estados Unidos

Tal es el caso de 'Stubbs', un gato de color naranja que, por increíble que suene, ocupó el cargo de alcalde de su pequeña localidad por más de dos décadas consecutivas. Ocurrió en el diminuto pueblo estadounidense de Talkeetna, situado en el estado de Alaska, que cuenta con una población de menos de 900 personas.

Este felino de pelaje anaranjado fue encontrado por Lauri Stec, la gerente de Nagley's General Store, una tienda del pueblo, que decidió acogerlo conmovida al ver que el joven animal no tenía cola. Los vecinos de Talkeetna, que se encuentra a los pies del Monte Denali (la montaña más alta de Norteamérica), a finales del siglo XX no contaban con un alcalde oficial, ya que el municipio estaba bajo la jurisdicción del distrito del condado de Matanuska-Susitna.

En protesta por su descontento con los 'candidatos humanos', los habitantes de este peculiar pueblo tomaron la decisión de elegir al gatito Stubbs como su alcalde honorífico, ya que este era muy querido en el lugar, y todo el mundo acudía a la tienda de Lauri Stec para visitarlo. En un gesto de queja satírico, los vecinos escribieron el nombre del gato durante unas elecciones municipales simbólicas.

Así fue como Stubbs se convirtió, de facto, en el alcalde honorífico de Talkeetna, y ocupó el cargo desde 1997 hasta su muerte en 2017, más de dos décadas. Durante todo su mandato, personas de todo el pueblo acudían a la tienda para preguntar por el 'alcalde', incluso llegaban vecinos de municipios cercanos para visitar a la estrella local.

La historia no solo trascendió los medios de comunicación locales, sino que llamó incluso la atención de la prensa internacional. No es el único caso registrado en el que una mascota es elegida de forma simbólica para un cargo público, pero quizá sí la más sorprendente. Tras el fallecimiento de Stubbs, otro gato lo sucedió como alcalde honorífico, continuando así con la tradición local.

Hoy en día, la tienda de Nagley’s conserva aún recuerdos y fotos del que hasta hace poco fue su gobernador de raza felina. El comercio se ha convertido en una atracción turística y la historia de Stubbs ha inspirado diversos libros artículos, libros infantiles y hasta reportajes por todo el mundo. Lo que comenzó como una protesta satírica terminó por convertirse en una de las tradiciones más queridas en esta pequeña comunidad en Alaska.