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Sucesos

Un grupo independentista suní atenta contra un edificio de justicia iraní y causa al menos cinco muertos

El ataque ha sido reivindicado por Yeish al Adl, un grupo suní opuesto al régimen chií de Irán, que busca la independencia de la provincia de Sistán y Baluchistán y actúa en la porosa frontera entre Irán y Pakistán

El grupo terrorista no reconoce la autoridad del gobierno de Teherán ABEDIN TAHERKENAREHEFE

Al menos cinco personas murieron este sábado en un ataque armado contra el edificio de justicia de la ciudad de Zahedán, en la conflictiva provincia de Sistán y Baluchistán, en el sureste de Irán, según informes preliminares.

“Cinco personas murieron y trece resultaron heridas en el ataque terrorista”, informó la agencia Tasnim, vinculada a la Guardia Revolucionaria iraní. Indicó que entre las víctimas mortales se encuentran una mujer y su bebé.

Tasnim señaló que las cifras de víctimas mortales y heridos son preliminares y que se está realizando un seguimiento para determinar la magnitud de este ataque. El suceso se produjo esta mañana, cuando tres hombres armados irrumpieron en el edificio de justicia de la ciudad de Zahedán y abrieron fuego.

De inmediato, acudieron al lugar contingentes de fuerzas de seguridad y ambulancias, que trasladaron a los heridos a centros médicos. En los tiroteos fueron abatidos los tres atacantes, según la agencia Mehr, que informó de que los asaltantes dispararon al azar contra la gente que estaba en los alrededores del centro judicial.

El ataque ha sido reivindicado por Yeish al Adl, un grupo suní opuesto al régimen chií de Irán, que busca la independencia de la provincia de Sistán y Baluchistán y actúa en la porosa frontera entre Irán y Pakistán.

El grupo, considerado terrorista por la República Islámica, llevó a cabo el año pasado una serie de ataques coordinados contra cuarteles de la Guardia Revolucionaria y dos comisarías de Policía, en los que murieron al menos una treintena de personas, diez de ellos miembros de las fuerzas de seguridad, en abril de 2024.

La región de Sistán y Baluchistán tiene una población mayoritariamente suní y en ella operan grupos extremistas de esa rama del islam, contrarios al Gobierno chií de Teherán, así como bandas de contrabandistas y narcotraficantes.