Un grupo terrorista neonazi estadounidense, cuyo cabecilla vive en Rusia, ha hecho un llamamiento a asesinatos selectivos y ataques a la infraestructura críticas de Ucrania en un esfuerzo por desestabilizar el país mientras lleva a cabo negociaciones de alto el fuego con el Kremlin.

“La Base”, que tiene una red de células en todo el mundo, fue fundada en 2018 y se convirtió en objeto de investigación antiterrorista del FBI que condujo a varios arrestos y a que los gobiernos del mundo la designaran oficialmente como una organización terrorista, informa “The Guardian”.

Ahora, con la administración Trump al retirar al FBI de la persecución de la extrema derecha, “La Base”, sin control, está tratando de exportar su violencia al extranjero, agrega el diario.

Esta es la primera vez que este grupo se alía abiertamente con los objetivos geopolíticos más amplios del Kremlin, un cambio repentino que, según los expertos, indica su probable participación en operaciones de sabotaje y propaganda rusas que se llevan a cabo actualmente en toda Europa.

El fundador y líder de la Base, Rinaldo Nazzaro, un estadounidense semidesertor que trabajó con las fuerzas especiales norteamericanas durante la guerra contra el terrorismo y ahora reside en San Petersburgo, ha generado durante años sospechas de ser un agente de la inteligencia rusa. Incluso miembros de “La Base” sospechaban que era un espía y desconfiaban del origen de su dinero.

“Dadas las conexiones de Rusia con el liderazgo del grupo, incluido el ofrecimiento de santuario a su líder Rinaldo Nazzaro, existe una gran posibilidad de que esto muy bien pueda ser una operación de inteligencia rusa”, dijo Colin Clarke, experto en geopolítica .

“Apoyar y dirigir a actores no estatales violentos, incluidos extremistas violentos con motivaciones raciales y étnicas, es solo otra herramienta en el arsenal de guerra híbrida del Kremlin, y una que Moscú ha demostrado repetidamente que está dispuesto a utilizar”.

En publicaciones en Telegram, La Base ofreece dinero en efectivo a agentes voluntarios y reclutas para llevar a cabo ataques contra “centrales eléctricas, vehículos militares y policiales, personal militar y policial, edificios gubernamentales, políticos [ucranianos]”, específicamente en Kiev y otras ciudades de Ucrania .

La Base demostró previamente que puede obtener financiación de vectores de criptomonedas y supuestamente de los propios fondos desconocidos de Nazzaro. «Los restos de las autoridades ucranianas comprenden su debilidad, y nosotros también», manifestó en redes el grupo. «Ha llegado el momento».