Guerra comercial

La UE insiste en negociar con Trump y pone sobre la mesa los aranceles "cero por cero"

Si las negociaciones no dan sus frutos, Bruselas mantiene su amenaza de represalias

Palo y zanahoria. Suele ser la estrategia que rige en las relaciones internacionales y en esta guerra comercial no va a ser una excepción. Según ha revelado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el Ejecutivo comunitario ha propuesto a Washington bajar los aranceles hasta 0 para los bienes industriales siempre y cuando haya reciprocidad.

“Estamos dispuestos a negociar con Estados Unidos. De hecho, hemos ofrecido aranceles cero por cero para los productos industriales, como hemos hecho con éxito con muchos otros socios comerciales”, ha asegurado Von der Leyen. Este ofrecimiento en forma de pipa de la paz no es nuevo. El comisario de Comercio Maros Sefcoviv ha viajado en el último mes dos veces a Washington y ya presentó esta opción para el sector automovilístico, pero Donald Trump no cedió.

En el pasado, Estados Unidos y la UE estuvieron negociando un acuerdo comercial que nunca llegó a buen puerto y que precisamente perseguía la retirada de este tipo de barreras. El punto más controvertido de estar negociaciones nunca fue este tipo de productos sino la agricultura y ciertos estándares de seguridad alimentaria.

La oferta de tarifas 0 a los coches sigue en pie, ampliada a todos los bienes considerados industriales. “Europa siempre está dispuesta a un buen acuerdo. Así que lo mantenemos sobre la mesa. Pero también estamos preparados para responder con contramedidas y defender nuestros intereses”, ha asegurado también Von der Leyen en referencia también al mecanismo anti-coerción aprobado en el año 2023 y que nunca se ha puesto en marcha. Utilizar esta herramienta podría conllevar golpear los servicios estadounidense: desde el sector financiero a los gigantes tecnológicos.

Este lunes se han reunido los ministros de Comercio de los Veintisiete para analizar la respuesta a la ofensiva comercial de Trump. Tras el encuentro, Sefcovic ha dado algunos detalles de hasta dónde llega la oferta del Ejecutivo comunitario. Según el comisario, Estados Unidos quiere conseguir rebajas en cinco áreas: coches, medicamentos, metales, madera y semiconductores.

El último encuentro entre la Comisión Europea y la Casa Blanca se produjo el pasado viernes, cuando Sefcovic mantuvo una reunión por videoconferencia con sus homólogos estadounidense que no parece haber servido demasiado. A pesar del pesimismo, el comisario confía en que “tarde o temprano” las dos partes puedan volver a la rueda de las negociaciones y llegar a un solución. Según Sefcovic, “hasta ahora, a pesar de los esfuerzos no hemos visto un compromiso real que pueda llevar a una solución aceptable por las dos partes”.

Quizás por esta falta de interés de la administración Trump no solo hay zanahoria sino también palo. El Ejecutivo comunitario va a poner a disposición de los países europeos una lista de bienes que estarán sujetos a arancel con el propósito de responder el golpe tras las tarifas arancelarias al aluminio y al acero del 25%.Se espera que estos castigos se voten por parte de las capitales europeas este miércoles y entren en vigor el próximo 15 de abril y el 15 de mayo las medidas restantes.

Hay algunos países como Italia que han sugerido un retraso en esta fecha para poder seguir negociando con Washington, pero Bruselas considera que es necesario actuar y seguir el plan trazado de antemano.

La reunión de los titulares de Comercio ha coincidido con otro lunes negro en los mercados. De hecho, muchas capitales europeas cree que este pánico en los parqués es la mejor muestra de que Trump se está equivocando. Según Sefcoviv, los anuncios de las semana pasada han conllevado el “mayor cambio de paradigma” en los flujos comerciales desde la II Guerra Mundial y de ahí la necesidad de abrirse a nuevos mercados.

La Unión Europea cuenta actualmente con acuerdos comerciales con 76 países y quiere seguir ampliado esta red. En los últimos meses, la UE ha firmado acuerdos comerciales con Mercosur ( todavía sin ratificar), Méjico, y Suiza y culminar firmar otro con la India antes de que termine este año.

Mercosures quizás el acuerdo más polémico ya que ha dividido a las capitales europeas. Francia está en contra mientras que Alemania y España a favor. Todo indica que el voto de Italia puede inclinar la balanza hacía un lugar u otro.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha aprovechado la reunión con sus homólogos europeos para pedir que terminen las dudas de algunas capitales. “Esperemos que la situación actual está siendo un acicate para que todos entendamos que tenemos que ir lo más rápido posible en esa ratificación de Mercosur”, ha asegurado el ministro quien se ha mostrado confiado en que la Comisión Europea presente el texto definitivo antes de las vacaciones de verano para que la ratificación se produzca “antes de finales de año”.

España cree que los sectores del vino del aceite de oliva podrían beneficiarse de un incremento del 40 o 50% de las exportaciones al Cono Sur, lo que podría suponer un amortiguador a las tarifas de Trump.

Según los cálculos preliminares del Ejecutivo comunitario, estos aranceles pueden suponer un recargo de 81.000 millones de euros anuales para la UE, pero van a dañar más a la economía americana que a la europea. Según el comisario europeo de Economía y Productividad, Valdis Dombrovbkis, el impacto negativo para los veintisiete oscilará 0,2% o del 0,3% mientras que "en los propios Estados Unidos, teniendo en cuenta estos aranceles más amplios, se trata de un impacto negativo del 0,5% al 0,6%".