Argentina

Irán financió a Kirchner con la ayuda de Chávez

Ex dirigentes chavistas revelan a una revista brasileña las claves de la trama

La presidenta argentina, con sus hijos, al asumir su segundo mandato
La presidenta argentina, con sus hijos, al asumir su segundo mandatolarazon

La revista brasileña "Veja", firme opositora a los gobiernos bolivarianos, afirmó hoy que Venezuela intercedió en un acuerdo entre Argentina e Irán para encubrir a los acusados por el atentado contra la mutualista judía AMIA, que denunció el fallecido fiscal argentino Alberto Nisman.

Tres ex chavistas han confirmado a la revista brasileña «Veja» la conspiración denunciada por el fallecido fiscal argentino Alberto Nisman: Irán financió la campaña de Cristina Kirchner con Venezuela como intermediaria. Los hechos ocurrieron en 2007, en uno de los viajes del entonces presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, a la capital venezolana. Ahmadineyad tenía una muy buena relación con Hugo Chávez y, en aquel momento, Teherán se encontraba a punto de recibir otro paquete de sanciones de Washington. Lo cierto es que la República Islámica estaba cada vez más aislada internacionalmente por su programa nuclear y por sus vínculos con grupos terroristas como Hizbulá.

Lo que Nisman iba a denunciar antes de ser encontrado muerto en su apartamento de Buenos Aires es que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, así como cuatro altos cargos del Gobierno (como el actual ministro de Exteriores) encubrieron la participación de Irán en el atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA) en el año 1994, que causó 85 muertos y cientos de heridos. Según revela «Veja», lo que le pidió Ahmadineyad a Chávez en 2007 es que le ayudara a mediar con las autoridades de Argentina a cambio de «todo el dinero necesario para convencer a los argentinos». El Gobierno kirchnerista tenía que, por un lado, compartir su tecnología nuclear con los iraníes y, por otro, permitir a Irán interferir en la investigación del «caso AMIA» y que Argentina retirase a cinco altos cargos iraníes y a un libanés de la lista de los «códigos rojos» de Interpol.

Tres de los doce ex chavistas que buscaron asilo en EE UU tras la llegada de Nicolás Maduro a la presidencia de Venezuela, confirmaron la noticia a la revista brasileña. De hecho, la publicación lleva el supuesto diálogo transcrito entre Chávez y Ahmadineyad tal y como lo recuerda uno de los militares presentes. El entonces presidente iraní le dice a su homólogo venezolano que necesita un favor. «Es un asunto de vida o muerte. Preciso que intermedie con Argentina una ayuda para el programa nuclear de mi país. Necesitamos que Argentina comparta el conocimiento de la tecnología nuclear. Sin su colaboración, será imposible avanzar nuestro programa». «Muy rápidamente. Yo lo haré, compañero», respondió Chávez según «Veja». «No se preocupe por los costes involucrados en la operación. Irán respaldará con todo el dinero necesario para convencer a los argentinos. Tengo otra cuestión. Necesito que desmotive a Argentina seguir insistiendo a Interpol para garantizar a las autoridades de mi país», a lo que el fallecido comandante Chávez le dijo supuestamente: «Me encargaré personalmente de eso».

Después, las fuentes citadas por la publicación brasileña, que prefirieron mantener el anonimato por miedo «a venganzas a sus familiares en Venezuela», explican que «en 2007 el Tesoro venezolano compró 1.800 millones de dólares en bonos de deuda argentina y a finales de 2008 Venezuela estaba en posesión de 6.000 millones de la deuda soberana del país suramericano». Lo que no confirmaron los ex chavistas entrevistados por «Veja» es si los iraníes pudieron obtener la inteligencia nuclear que Ahmadineyad precisaba como clave. Según ellos, a pesar de haber sido parte del círculo más cercano del presidente Chávez, ese tema se hablaba sólo entre los ministros de Defensa de Venezuela e Irán y directamente con la titular argentina, Nilda Garré.

Y aunque esto pertenece más a la crónica rosa, uno de los ex bolivarianos indica a «Veja» que el comandante venezolano mantenía una relación estrecha con Garré y fue él quien personalmente en 2005 le pidió al fallecido Néstor Kirchner que la nombrase como embajadora de Argentina en Caracas. «Era algo como ‘‘50 sombras de Grey’’, cuando Chávez y Garré se reunían en el despacho del Palacio de Miraflores los sonidos de la fiesta se podían escuchar desde lejos». Seis meses después fue nombrada ministra de Defensa, cargo que ocupó hasta 2010. Y según los ex funcionarios chavistas es ella quien debe saber si se pasó información nuclear o no a Teherán.

Los vuelos de la droga entre Teherán y Caracas

La revista brasileña «Veja» revela que durante la época de Hugo Chávez se establecieron dos vuelos al mes desde Caracas a Teherán, conocidos por la cúpula chavista como el «aeroterror». En dichos vuelos, además de dinero, se trasladaban drogas, documentos y equipamientos. Un ex funcionario chavista dice a la revista que uno de los responsables era el entonces ministro venezolano de Interior, Tareck El Aissami, a quien la agencia antidroga de Estados Unidos, la DEA, señala como el enlace entre la guerrilla de las FARC y el grupo terrorista libanés Hizbulá.