Jorge Glas, ex vicepresidente de Ecuador: "Me golpearan la cabeza contra la pared y me dieron patadas"

En Ecuador, las aguas no dejan de ser turbulentas. La detención del exvicepresidente Jorge Glas, después de que la Policía Nacional irrumpiera en la Embajada de México en Quito, mantiene abiertos varios frentes para el Gobierno de Daniel Noboa.

Puertas adentro, la oposición que comienza a reorganizarse, principalmente el partido Revolución Ciudadana, fundado por el expresidente Rafael Correa, que además ha comenzado a movilizar a sectores de la población en rechazo al encarcelamiento de Glas. Hubo protestas ante la Embajada de México ahora cerrada y luego ante la Corte Nacional de Justicia de Ecuador.

Justamente allí, está el otro frente, el judicial. La tarde del jueves, el organismo de Justicia convocó a una audiencia a petición de la defensa de Glas para definir si le otorga o no un «hábeas corpus» y es entregado a una misión diplomática mexicana. La jueza de Garantías Penitenciarias de la Corte Nacional, Melissa Muñoz, recordó que en el momento que Glas ingresó a la Embajada de México no tenía orden de detención, sino que esta fue emitida después vista su imputación por presunta malversación de fondos públicos. Y el exvicepresidente denunció haber sido torturado.

Vía Zoom, durante la audiencia que duró once horas antes de que los jueces se retiraran para deliberar, Glas denunció que los policías que lo capturaron dentro de la Embajada de México le dislocaron los pulgares «como método de tortura» y que luego los colocaron en su lugar.

Sonia Vera, abogada de Glas, publicó un vídeo de una llamada virtual con el exvicepresidente en la que afirma: «El asilo no me dio la libertad, pero me dio la dignidad de ser un perseguido político». La defensora confirmó, además, que su cliente comenzó una huelga de hambre en protesta por su arresto y posterior detención en la cárcel de máxima seguridad de La Roca, en Guayaquil.

Dos días antes, Glas fue trasladado al hospital y se argumentó que fue por debilidad tras negarse se a comer. Pero Vera, como también Correa, insisten en que el político intentó suicidarse. «Hemos confirmado que la emergencia médica fue intento de suicidio. No ha comido nada y se encuentra en huelga de hambre», señaló Correa en X y luego vera ratificó.

Glas, que también tiene nacionalidad alemana, ha movido a la diplomacia de ese país para brindarle asistencia, informa «Der Spiegel». «Seguimos muy de cerca el caso del señor Glas e intentamos establecer contacto directo con las autoridades ecuatorianas», declaró un portavoz del Ministerio de Exteriores germano.

En ese mismo ámbito de los tribunales, la ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, denunció a Correa por el delito de traición a la patria por las entrevistas donde habló de causa de guerra y de bloqueos económicos al país. En su denuncia, Núñez solicitó como acto urgente la suspensión de las cuentas de Correa tanto en X y Facebook.

El exmandatario ha sido crítico, desde su exilio, pues es acusado de corrupción y está requerido por la Justicia, sobre lo ocurrido con quien fuera su segundo al mando y ha pedido a la comunidad internacional castigar al Gobierno actual del presidente Noboa. En la denuncia, Núñez reiteró la posición oficial de que la irrupción ordenada por el presidente no transgredió ninguna norma, pues «el Estado ecuatoriano ejerció su derecho soberano al uso unilateral de la defensa».

Un tercer frente es el escenario internacional. La Organización de Estados Americanos emitió una declaración que condenó «enérgicamente» la incursión de la Policía ecuatoriana en la embajada mexicana en Quito, y recordó la obligación de los Estados de respetar la Convención de Asilo Diplomático de 1954.

Durante las deliberaciones, el viceministro de Movilidad Humana de Ecuador defendió la decisión de su país asegurando que desde México «promovieron la impunidad». La embajadora de México no estuvo presente.

La Cancillería ecuatoriana emitió luego una respuesta formal a la resolución de la OEA calificándola como «justa» donde «se ve el incumplimiento del uso de las sedes diplomáticas también». Según la ministra de Exteriores, Gabriela Sommerfeld, los foros internacionales «están hechos para que, de una forma equilibrada, a través del diálogo, de forma respetuosa, se escuchen a todas las partes y se saquen resoluciones».

Glas, ya condenado dos veces por corrupción y que ahora se enfrenta a nuevos cargos, fue arrestado hace una semana después de que la Policía irrumpiera en la Embajada de México en Quito, donde se encontraba desde diciembre.