Espionaje

La Haya acusa a tres agentes rusos y uno ucraniano del ataque al MH17

Wilbert Paulissen, miembro del equipo de investigación, ante la Prensa
Wilbert Paulissen, miembro del equipo de investigación, ante la Prensalarazon

Rusia califica de «infundado» el informe presentado por la investigación internacional

El Equipo Internacional Conjunto (JIT, en sus siglas en inglés), que investiga el derribo del avión de Malaysia Airlines MH17 en 2014, señaló ayer en la ciudad holandesa de Nieuwegein a los cuatros primeros sospechosos del ataque aéreo que provocó la muerte de 298 personas.

Se trata de los militares rusos Igor Guirkin, Sergei Dubinsky y Oleg Pulatov, vinculados al servicio secreto ruso, y el ciudadano ucraniano Leonid Krachenko.

El fiscal jefe holandés y cordinador del JIT, Fred Westerbeke, se mostró convencido de «tener las pruebas que confirman que Rusia está implicada en ese delito, de una manera u otra».

La investigación esclarece que los sospechosos ocupaban un cargo de relevancia dentro del territorio autoproclamado de la República Popular de Donetsk. Guirkin actuaba como «ministro de Defensa» de los separatistas, Dubinski era «el jefe del servicio secreto de inteligencia» de los rebeldes prorrusos y Pulato ocupaba el segundo puesto dentro de este organismo de espionaje, mientras que el ucraniano dirigía un batallón de insurgentes en la zona donde se instaló el misil Buk que derribó al avión y que su posición «fue crucial para el transporte del mismo».

Westerbeke asegura que ninguno de los identficados «dio la primera o la última orden de disparar contra el avión de pasajeros» que provenía de Ámsterdam, pero que «sí estaban en la zona y jugaban un rol esencial en el conflicto armado, tomando importantes decisiones».

Finalmente, Westerbeke afirmó que la investigación no acabará con la sentencia de estos sospechosos, sino que se centraran en «aclarar la cadena de responsabilidades» para buscar a las personas implicadas.

El juicio contra los cuatros sospechosos comenzará el próximo 9 de marzo del 2020, en el cual el fiscal jefe adelantó que Rusia «no cooperará», pero insta a los acusados a entregarse para dar «su versión de los hechos».

El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, aplaudió a través de un tuit las conclusiones del JTI y confía en que los responsables «rindan cuentas ante la Justicia internacional» e intentará detener a su ciudadano presuntamente involucrado.

Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, calificó las conclusiones del JIT de «lamentables» y de intentar «desacreditar a Rusia».

El hecho se remonta al 17 de julio de 2014, cuando el avión MH17, que provenía de Ámsterdan, se estrelló en el área de Donetsk, controlada por separatistas prorrusos. Las investigaciones confirmaron que esto se debió al lanzamiento de misiles rusos Buk desde la localidad de Pervomajsk, transportados desde Moscú, cuya lanzadera fue devuelta a territorio ruso por carretera por una tripulación que, según Weserbeke, era rusa.