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Política

Represión en Venezuela

Léster Toledo. «La presión exterior es la única herramienta que nos queda»

Léster Toledo / Diputado opositor y abogado de Daniel Ceballos

La Razón La Razón

Léster Toledo, diputado del partido opositor venezolano Voluntad Popular, afirma en una entrevista telefónica que en «ha comenzado una nueva ola de protestas en la calle» para mostrar el descontento contra el Gobierno.

–¿La visita de Felipe González servirá para hacer más presión al Gobierno venezolano?

–La presión internacional es la única herramienta que nos queda para hacer despertar al mundo ante lo que ocurre en Venezuela, porque ya agotamos todos los canales internos. Todas las instituciones están secuestradas, no hay donde ir. Por eso yo digo que no hay democracia en mi país. No hay separación de poderes públicos ni independencia. La Fiscalía y el Tribunal de Justicia están secuestrados y la Defensora del Pueblo defiende a los corruptos del Gobierno. Por eso sólo nos queda la gente que tiene peso en el exterior e instituciones como la ONU y Amnistía Internacional. Esa presión es lo único que ha mantenido a raya a Maduro para que no acabara radicalizando el país hacia un proceso comunista.

–¿Debería el Papa Francisco mediar en el problema venezolano?

–Sin duda, debería mediar ante lo que está pasando en Venezuela. De hecho, las huelgas de hambre de los presos políticos plantean un respeto a los derechos humanos y una atención humanitaria que no se está cumpliendo. Esta semana estuve viendo a Daniel Ceballos en una cárcel de presos comunes –a pesar de que no tiene ninguna sentencia en contra– y está en huelga de hambre, pero no recibe ni suero ni atención médica. Lleva trece días sin comer, sólo con agua.

–¿Sigue dividida la Mesa de la Unidad en torno a la estrategia para derribar al Gobierno?

–Creo que hay que combinar la política de calle y la política del voto. Hay que ir a las urnas a manifestar el cambio que queremos la inmensa mayoría de los venezolanos, pero también hay que estar dispuesto a tomar la calle para defender esa mayoría, porque si no, no vale de nada. Hemos logrado atraer a nuestra política a todos los actores. La calle es importante para conseguir reivindicaciones. Hay una agenda conjunta, unitaria, por la liberación de los presos políticos.

–¿Habrá más manifestaciones?

–Hubo una el pasado sábado gigantesca. Ayer también salieron a la calle miles de personas. Y mañana hay una gran vigilia de 24 horas para llamar la atención del Papa, bajo el lema «Papa Francisco SOS», en la que miles de personas van a ayunar. Ha comenzado una nueva ola de protestas en la calle, de forma pacífica, pero muy contundente, para hacer mostrar ese descontento.

–¿Los presos políticos van a salir pronto?

–El Gobierno de Maduro es indolente; no le duele la situación de los presos políticos, en la que no se les garantiza el debido proceso. Yo tengo fe en que puedan salir si hay una mediación internacional que obligue al Gobierno a lavarse la cara a nivel internacional. Pero si dependemos exclusivamente de la voluntad de Maduro, evidentemente no van a salir.

–¿Qué puede pasar en las elecciones? De nuevo crecen las sospechas ante la posibilidad de que las autoridades manipulen el resultado electoral. ¿Es posible que ocurra así?

–Yo no creo que sea tan fácil manipular el resultado como muchos piensan. Aunque soy crítico del sistema electoral, no creo que sea vulnerable a un fraude electrónico. El fraude en Venezuela es humano. Hubo un centro de votación en las pasadas elecciones con 1.340 electores, y esos 1.340 electores votaron al chavismo y ninguno a la oposición. Eso es imposible estadísticamente. Y eso ocurre porque sacan a los testigos a la fuerza del centro para poder hacer lo que quieran. Nosotros tenemos los dos elementos esenciales para ganar cualquier elección: los votos de una mayoría y la capacidad para defender esos votos. No puede haber una gran triquiñuela que impida una victoria de la Unidad en esas elecciones legislativas. Tanto es así que no quieren anunciar la fecha de los comicios.