
Trenes
La línea ferroviaria más larga del mundo termina en Madrid: conecta España con este país en 16 días
Fue inaugurada en 2014 y el trayecto dura entre 16 y 18 días

En un mundo cada vez más globalizado, el transporte de mercancías se ha convertido en un pilar fundamental para sostener la economía internacional. Cada producto que se consume, desde un teléfono móvil hasta una camiseta, ha recorrido miles de kilómetros gracias a complejas redes logísticas que conectan fábricas, puertos y centros de distribución.
Aunque el transporte marítimo y aéreo suelen ser los más reconocidos, el ferrocarril sigue siendo una pieza clave en este engranaje. Según datos de la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC), más del 7% del comercio mundial de mercancías se mueve actualmente por tren, un medio que combina eficiencia energética, capacidad de carga y menores emisiones contaminantes frente a otras alternativas.
Ante este contexto, cabe destacar que una de las arterias logísticas más largas del planeta es una línea ferroviaria de carga que une directamente China con España. Con más de 13.000 kilómetros de recorrido, conecta la ciudad de Yiwu -famosa por ser uno de los mayores centros de distribución de bienes del mundo- con Madrid, en un trayecto que atraviesa numerosos países como Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania y Francia. Esta ruta, también conocida como la "nueva Ruta de la Seda ferroviaria", representa un hito del comercio intercontinental.
13.000 kilómetros y más de dos semanas para completarla
La ruta ferroviaria que enlaza Yiwu con Madrid fue inaugurada en noviembre de 2014, fruto de la colaboración entre InterRail Group, los Ferrocarriles Chinos (China Railway Corporation) y Deutsche Bahn. Con una extensión de 13.052 kilómetros y una duración media de 16 a 18 días, se ha consolidado como la línea ferroviaria de carga más larga del mundo, superando ampliamente al célebre Transiberiano, que conecta Moscú con Vladivostok a lo largo de 9.288 kilómetros.
El trayecto atraviesa ocho países: China, Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y España, sorteando importantes desafíos técnicos. Uno de los principales obstáculos logísticos radica en la diferencia de anchos de vía entre países. Mientras que China, Polonia y Europa Occidental emplean el ancho estándar (1.435 mm), Kazajistán, Rusia y Bielorrusia utilizan el ancho ruso (1.520 mm), y España se rige por el ancho ibérico (1.668 mm). Esta circunstancia obliga a realizar paradas clave para el cambio de ejes o de vagones en puntos estratégicos como Druzhba-Alataw Pass, Brest y Hendaya.
A pesar de estas complejidades técnicas, la ruta Yiwu-Madrid ha demostrado ser una alternativa eficiente al transporte marítimo, reduciendo los tiempos de entrega casi a la mitad: unas dos semanas por tren frente a las cinco o seis por barco. Además, el tren emite hasta un 80% menos de CO2 por tonelada transportada en comparación con el avión y es más sostenible que el transporte por carretera
El hecho de que Madrid haya sido elegida como destino final no es casual. La capital española actúa como un punto logístico estratégico, considerado por muchos expertos como una puerta de entrada comercial a Europa y el norte de África. Esta conexión fortalece la posición de España dentro de la llamada "Nueva Ruta de la Seda", impulsada por China para estrechar sus lazos económicos con Europa a través de corredores terrestres y marítimos.
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