
Aviación
Lockheed declara la guerra al F-47 de Boeing con un plan para convertir el F-35 en "un Ferrari" con tecnología de sexta generación
El director ejecutivo de Lockheed declara la guerra al F-47 de Boeing con un plan de modernización del F-35 que podría aportar el 80% de la capacidad de un caza de sexta generación a la mitad de precio

Lockheed, el fabricante de armas estadounidense, quiere convertir su avión de combate F-35 en un Ferrari con tecnología de sexta generación. El objetivo pasa por integrar las tecnologías que desarrolló en su fallida apuesta por la plataforma Next Generation Air Dominance de la Fuerza Aérea de EEUU en los cazas furtivos F-35 y F-22 Raptor, creando así un caza de quinta generación “plus”, dijeron ejecutivos de la compañía.
Lockheed Martin perdió recientemente el contrato del siglo para desarrollar el caza de sexta generación F-47, cuyo concurso ganó la compañía Boeing. El director ejecutivo de Lockheed, Jim Taiclet, dijo ayer que no recurrirá la decisión de la Fuerza Aérea que beneficia a Boeing, pero añadió que su compañía se centrará en modernizar sus cazas F-35 y F-22 Raptor -utilizadas por el Pentágono- con tecnología de sexta generación.
Taiclet señaló que Lockheed Martin está dispuesta a ofrecer “el 80 % de las capacidades de un caza de sexta generación, a la mitad de su costo”, utilizando como plataforma base el F-35. “Vamos a convertirlo en una especie de Ferrari aéreo”, explicó, comparando la iniciativa con una “actualización NASCAR” que mantendría vigente el programa del F-35 más allá de su ciclo operativo previsto. “Habrá 3500 de esos chasis del F-35 en el mercado mundial, con diferentes niveles de tecnología y capacidad”, dijo Taiclet. “Creemos que podemos llegar a la sexta generación a la mitad del costo”, dijo el directivo, quien añadió que ya se están desarrollando tecnologías avanzadas para las actualizaciones del Bloque 4 del F-35.
Taiclet desveló que en una reunión en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump declaró: "Ya no queremos combates aéreos. Queremos dispararles a los demás antes de que se den cuenta de que estamos ahí". En este sentido, la tecnología furtiva desarrollada para la propuesta NGAD de Lockheed incluye materiales, geometrías y contramedidas poco observables, lo que podría hacer que sea aún más difícil para las fuerzas enemigas encontrar esos aviones. A su juicio, los futuros F-35 tendrán que integrar mejores sensores infrarrojos pasivos para que el avión detecte enemigos a una mayor distancia sin alertar al enemigo sobre su ubicación y un armamento con alcance superior a los estándares actuales. Todo ello desarrollado en colaboración con el gobierno de EE. UU. y aliados internacionales.
Hasta la fecha, Lockheed Martin ha producido más de 1.100 unidades del F-35 para varios países aliados. La idea es convertirlo en el futuro en una plataforma actualizable a largo plazo compitiendo así con el F-47 presentado por Donald Trump como el caza del futuro. De esta manera, el F-35 podría seguir operativo más allá de su ciclo natural duranta décadas, asegurando así la interoperabilidad de las fuerzas aéreas de la OTAN y otros aliados estratégicos que lo tienen en sus flotas de combate.
El experto Stephen Losey asegura en Defense News que la modernización de un caza con tecnología de la siguiente generación ya se ha planteado con el F-15EX de Boeing. Este avión, el Eagle II, es una versión modernizada del F-15 de cuarta generación, equipado con tecnologías de quinta generación, como aviónica avanzada y capacidades de guerra electrónica.
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