Reino Unido

Los retos del 77º inquilino de Downing Street

Manifestantes contrarios a Boris Johnson protestan ayer en Londres tras anunciarse su victoria en las primarias
Manifestantes contrarios a Boris Johnson protestan ayer en Londres tras anunciarse su victoria en las primariaslarazon

El galimatías del Brexit que domina la política de Reino Unido desde hace tres años no es el único reto del nuevo inquilino de Downing Street. Boris Johnson deberá hacer frente a los nubarrones económicos y a la creciente tensión con Irán bajo las permanentes zancadillas de los conservadores proeuropeos.

Control del Gobierno

Antes de que la reina designe hoy a Johnson como nuevo primer ministro, se asiste a una cadena de dimisiones de los miembros del Gabinete contrarios a una salida a las bravas de la Unión Europea, como amenaza constantemente el ex alcalde de Londres. El ministro de Desarrollo Internacional, Rory Stewart, que compitió en las primarias por el lidarazgo «tory», fue el primero en anunciar su marcha tras el último Consejo de Ministros de Theresa May. Le seguirán las ya anunciadas de otros pesos pesados como el ministro de Finanzas, Philip Hammond; el titular de Justicia, David Gauke; o el «número dos» de Exteriores, Alan Duncan, que mantiene un fuerte enfrentamiento con Johnson desde que éste estuviera al cargo del Foreign Office.

Divorcio con la UE

El nuevo líder «tory» centró su campaña en la promesa de que será capaz de retorcer el brazo a Bruselas para conseguir un acuerdo de salida más ventajoso para Reino Unido. En caso contrario, saldrá de la UE dando un portazo el 31 de octubre. Para ganar legitimidad para su Brexit duro, no se descarta que convoque unas elecciones anticipadas.

Guerra con el Parlamento

En medio de la división nacional sobre el divorcio con la UE, lo único en lo que Westminster ha logrado alcanzar un consenso es que en ningún caso aceptará una salida del «club» comunitario sin acuerdo. De ahí que se vislumbre una nueva guerra entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo, que amenaza con prolongar las vacaciones parlamentarias para que sus señorías no puedan entorpecer sus planes.

Incertidumbre económica

Más alla del Brexit, la sociedad británica percibe cómo el Gobierno deja de lado otros problemas como la creciente desigualdad social o la criminalidad. La incertidumbre sobre la salida de la UE puede salirle muy cara a la economía británica. Según la independiente Oficina Presupuestaria, en caso de una salida salvaje, el país verá aumentar el déficit público en 30.000 millones anuales y el PIB caerá al menos dos puntos.

Tensión con Irán

El nuevo Gobierno hereda la creciente tensión con Irán en el Golfo Pérsico, que subió el pasado jueves un nuevo escalón al retener la Guardia Revolucionaria el petrolero británico «Stena Impero». La crisis decantaría si Londres mantiene su apoyo al acuerdo nuclear suscrito con Teherán en 2015 o si opta por la política de mano dura impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.