Entrevista
Marina Litvinenko: "Si intentan derrocar a Putin, la gente no saldrá a defenderlo"
La viuda del exespía ruso asesinado Alexander Litvinenko alerta de que “hay que sacar de la cárcel a Vladimir Kara-Murza porque será el próximo objetivo de Putin”
Una de las personas que mejor puede entender ahora a Yulia Navalni, viuda del opositor ruso asesinado en una remota cárcel del Ártico, es Marina Litvinenko (Moscú,1962). Sabe de primera mano de lo que Putin es capaz de llegar a hacer. El presidente ruso fue quien, según una investigación pública, estaba detrás del asesinado de su marido, el ex espía Alexander Litvinenko, el primero en describir al Kremlin como un Estado mafioso, en el que los roles del Gobierno, crimen organizado y agencias de espionaje se han vuelto indistinguibles. En 2006, fue envenenado con polonio a través de un té en un céntrico hotel de Londres, donde estaba exiliado colaborando con los servicios secretos británicos y españoles. Pese a sus circunstancias, es una mujer dulce y tremendamente optimista que sueña con que, algún día, su hijo y ella puedan regresar a una Rusia libre y democrática.
¿Ha podido hablar con Yulia Navalnaya?
La verdad es que nunca hemos hablado. Ni ahora ni en 2020, la primera vez que Navalni fue envenenado. En aquel momento intenté comunicarme con su equipo para decirles que si, a través de mi experiencia, les podía ayudar. Pero no establecieron ninguna conexión. No es en absoluto ninguna crítica. Cada uno en esos momentos se apoya en su círculo más cercano. Y lo cierto es que, por mucho que ahora se quieran establecer similitudes, Yulia y yo tenemos perfiles muy diferentes. Ella era la mujer de un líder político de la oposición. Estaba cómoda como futura primera dama. Y ahora está preparada para recoger el testigo y seguir con la misión de Navalni. Yo nunca me sentí preparada para convertirme en una figura pública cuando asesinaron a mi marido Sasha. Pero dicho esto, Yulia tiene todo mi apoyo. Al igual que lo tienen las otras mujeres de opositores, como Evgenia, mujer de Vladimir Kara-Murza, quien ahora está en prisión. Hay que sacarle de la cárcel porque le veo como el próximo objetivo de Putin.
Vladimir Kara-Murza, condenado el año pasado a 25 años de cárcel por “alta traición” al denunciar la invasión de Ucrania, es quizá una figura menos conocida, pero su labor como disidente también ha sido importantísima
Todo el mundo habla de Navalni. Su labor en la Fundación Anticorrupción, sus videos, su envenenamiento, su asesinato. Pero la labor de Vladimir Kara-Murza no es menos eficaz. Fue uno de los responsables de la `ley Magnitsky´ de 2012 [con la que se penaliza con sanciones a personas que hayan cometido o hayan estado involucradas en asesinatos extrajudiciales, torturas y otras violaciones graves de derechos humanos]. En definitiva, lo que ha ocurrido con Navalni no es un caso excepcional. Desgraciadamente es la historia completamente oscura de una Rusia autoritaria. Es una Rusia que asesina a las personas por exponer sus ideas. Sólo espero que estas tragedias ayuden a entender mejor cuál es la verdadera y cruda realidad y que la comunidad internacional actúe. No se trata de una crisis política, sino de una crisis humanitaria.
¿Cree qué Yulia será la nueva líder de la oposición? ¿Cree que regresará a Rusia para intentar continuar con la misión de su marido?
Creo que se ha demostrado que no hay ninguna posibilidad de ser líder de la oposición dentro de Rusia porque las opciones son terminar en la cárcel o ser asesinado. No podemos perder a más gente válida que lucha por el cambio. Yo estoy segura de que ahora el apoyo de Navalny será para Yulia. Pero no creo que necesite estar en Rusia para desempeñar esa misión. Con toda la tecnología que existe ahora no se necesita estar físicamente en un sitio para lograr un cambio. Ahora mismo, la gente no puede salir a la calle y decir abiertamente lo que piensa. Pero a través de esa comunicación digital pueden organizarse y salir a la calle cuando todo sea más seguro. La oposición en Rusia sólo se puede hacer ahora desde la clandestinidad para no poner en riesgo tu vida.
Se da por hecho que Navalni fue asesinado por el Kremlin, ¿por qué ahora?
Cuando uno habla de Putin no puede intentar encontrar ninguna lógica en sus decisiones. Cuando Navalni regresó a Rusia tras ser envenenado en 2020 sacrificó su vida para que el resto del mundo supiera lo que está pasando. Pero por mucho que Putin matara su cuerpo, el alma de Navalni siempre fue y será libre. Es exactamente lo que pasó con mi marido Sasha. Aunque le mataron, todos escucharon su voz. Murió, pero sigue vivo por todo lo que intentó decir o hacer.
Sin oposición, Putin se anunciará de nuevo como ganador en las próximas elecciones presidenciales. ¿Qué consecuencias tiene eso?
Si le digo la verdad, yo esperaba que se cancelaran. No sé por qué, pero creía que iban a tomar esa decisión justificándose en la guerra con Ucrania. Todavía hay tiempo de que ocurra. Si se cancelaran se podría considerar oficialmente al régimen como dictadura. Yo me sumo a la petición que ha hecho Yulia Navalny y pido a la comunidad internacional que no reconozcan a Vladimir Putin como presidente electo. Este sería el mensaje más fuerte para Rusia y para el pueblo ruso que no tiene más remedio que votar por él.
Con el asesinato de Navalni, las elecciones presidenciales, los avances en la guerra de Ucrania por las tropas rusas y la perspectiva de victoria de Trump, ¿no cree que Putin es ahora más poderoso que nunca?
Eso es exactamente lo que me enfada. Adelantar escenarios incluso antes de que sucedan. Esa era precisamente la estrategia de la Unión Soviética y la que utiliza ahora Putin, la de hacer que la gente tuviera miedo y se diera por vencida incluso antes de empezar a luchar. No sabemos lo que va a pasar con las elecciones estadounidenses y si gana Trump, no sabemos realmente lo que va a hacer. Putin se creía que iba a ganar la guerra de Ucrania en dos meses y falló. Se pensaba que la comunidad internacional no iba a hacer nada y falló. Para él, la única manera de demostrar que es fuerte y poderoso es a través de sembrar el terror. Pero eso no es un signo de fortaleza, es precisamente un síntoma de debilidad. Si te sientes fuerte para estas elecciones, no matas al líder de la oposición que ya está en la cárcel. Si te crees fuerte, no impones el terrorismo dentro de tu país encarcelando a las personas que muestran ideas contrarias al Kremlin. La realidad es que Putin es débil y tiene miedo de cualquier cosa que debilite su imagen fuera.
¿Realmente tiene el apoyo del pueblo?
La gente le apoya ahora por miedo. Pero si pasara cualquier cambio no van a morir por defenderle. En 2023, con la rebelión del Grupo Wagner liderada por Prigozhin, la gente no le detuvo cuando pasaba por sus ciudades. Sabemos que es un criminal, pero incluso algunos le aclamaban como un héroe porque representaba un cambio. Si hay cualquier oportunidad para sacar a Putin del poder, la gente no va a salir a la calle a defenderle. La gente en Rusia es cada vez más pobre. El marido o el hijo que les ayudaba con su sueldo como soldado en la guerra de Ucrania está ahora muerto. Nadie les manda ya dinero. Y hay muchos jóvenes que han quedado amputados con la guerra y que ahora tampoco pueden trabajar. La gente no tiene dinero para vivir. Esto podría contribuir a que la gente se haga preguntas y entienda que algo anda mal en el país. ¿Por qué todos dicen que necesitamos vivir en paz después de la Segunda Guerra Mundial, pero ahora estamos matando y nos están matando?
¿Será la élite o el pueblo quien consiga derrocar a Putin?
Antes de la guerra de Ucrania, pensaba que el cambio vendría de la élite. Pero ahora creo que será una combinación de ambas. Pero la salida de Putin no traerá la democracia a Rusia. Ese cambio no se puede conseguir de la noche a la mañana. Seguramente vendrá algo aún peor. Las cosas tienen que caer aún más antes de empezar a mejorar.
Desde el asesinato de su marido en 2006, las cosas no parecen haber mejorado. Es más, parecen ir a peor. ¿Siente frustración? ¿Dolor?
Ha pasado mucho tiempo desde que Putin tomó el poder y el mensaje que ha trasladado al pueblo es que el mundo entero está contra Rusia y la comunidad internacional quiere que sea un miembro más de la UE. Y paso a paso, Putin y su equipo han tomado a Rusia como rehén. Yo lo que quiero para mi país es que sea liberado. No soy ni pesimista ni optimista. Intento ser racional. Pero si me pregunta cómo veo el vaso, le digo que siempre medio lleno.
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