Disturbios en Francia
Más de 700 condenados a prisión por los disturbios en Francia: «Era esencial restablecer el orden nacional»
El ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, elogia los juicios rápidos que han desembocado en la encarcelación de unas 600 personas por cargos de robo, vandalismo o ataque contra las fuerzas de seguridad
Más de 700 personas han sido condenadas a prisión por los disturbios que se desataron en Francia hacia finales de junio tras la muerte a manos de un policía del joven Nahel, según el ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, quien ha elogiado los juicios rápidos que han alarmado a algunos abogados defensores. En total, se han dictado 1.278 veredictos, con más del 95% de los acusados condenados por una serie de cargos que van desde vandalismo, robo, incendio provocado hasta ataque a agentes de policía.
Aunque las penas leves de prisión suelen poder convertirse en penas no privativas de libertad –generalmente el uso de un brazalete electrónico–, unas 600 personas ya han sido encarceladas, de acuerdo con los datos de Dupond-Moretti. «Era muy importante dar una respuesta firme y sistemática», declaró el miércoles el ministro en una entrevista en la radio RTL. «Era esencial restablecer el orden nacional».
La violencia urbana más intensa en Francia desde 2005 comenzó el 27 de junio después de que un agente de policía matara a tiros a un joven franco-argelino de 17 años durante un control de tráfico en el suburbio parisino de Nanterre, en un incidente grabado por un transeúnte. Los disturbios fueron contenidos tras cuatro noches de graves enfrentamientos gracias al despliegue de unas 45.000 fuerzas de seguridad, incluidas fuerzas especiales de élite de la policía y vehículos blindados.
Dupond-Moretti había hecho un llamamiento para que los tribunales dictaran sentencias severas como medida disuasoria, y algunos permanecieron abiertos el fin de semana durante los enfrentamientos para tramitar los casos pendientes.
Muchos sospechosos se enfrentaban a comparecencias inmediatas en virtud de un sistema acelerado que ha suscitado inquietud sobre la imparcialidad del proceso judicial y las duras penas que se imponen a veces a quienes delinquen por primera vez. La edad media de las más de 3.700 personas detenidas era de solo 17 años, y los menores comparecieron ante tribunales de menores separados. El Ministro del Interior, Gérald Darmanin, declaró que alrededor del 60% de los detenidos no tenían antecedentes penales.
Ante la conmoción y la indignación generalizadas por los destrozos, el Gobierno también ha animado a la Policía y a la Fiscalía a investigar a las personas que habían utilizado redes sociales como Snapchat para alentar u organizar disturbios. La semana pasada, un hombre de 38 años de un suburbio de Lyon fue condenado a un año de prisión tras ser declarado culpable de incitación públicaal delito con mensajes en esta red social.
Dupond-Moretti dijo que era importante «recordar a los jóvenes que Snapchat no es un escondite» y que si lo usan para organizar un delito «podemos encontrarlos». En este sentido, el presidente Emmanuel Macron dijo en una reunión de alcaldes que podría ser necesario en el futuro «cortar» las redes sociales durante disturbios civiles importantes, pero los ministros dijeron más tarde que la idea no se estaba considerando.
El Gobierno de la cuestionada primera ministra Élisabeth Borne ha planteado la idea de una nueva legislación que permita al Estado multar a los padres cuyos hijos participen en disturbios. La legislación vigente ya permite procesar a los padres por «poner en peligro la salud, la seguridad, la moralidad y la educación de sus hijos» al incumplir sus obligaciones legales. El propio Dupond-Moretti dijo que se perseguiría a algunos padres por los disturbios, pero caso por caso. «No se trata de castigar a la madre que trabaja de noche y cría sola a su hijo», puntualizó.
Durante los disturbios se encendieron unos 23.000 fuegos, se dañaron 273 edificios pertenecientes a las fuerzas de seguridad, 168 escuelas y 105 alcaldías, según un recuento provisional del Ministerio del Interior.
Por otra parte, la fiscalía de la ciudad occidental de Lorient informó el martes de que había abierto una investigación sobre las acusaciones de que un grupo de jóvenes, posiblemente comandos de la marina de una base militar cercana, ayudaron a la Policía a detener a los alborotadores. El número de personas condenadas a prisión por los últimos disturbios supera al de los disturbios de 2005, cuando unas 400 personas fueron encarceladas.
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