Afganistán

Mueren cuatro policías afganos en un bombardeo de la OTAN en Afganistán

Cuatro policías afganos fallecieron anoche a causa de un bombardeo aéreo de la OTAN en la provincia oriental de Nangarhar, en el este de Afganistán, informó hoy a Efe una fuente de la misión del organismo multilateral en el país (ISAF).

El incidente tuvo lugar en el distrito de Bati Kot, en un punto de la autovía que une la ciudad afgana de Yalalabad con el paso fronterizo a Pakistán de Torkham.

"Las fuerzas afganas pidieron ayuda aérea. Un aparato de la ISAF acudió a colaborar y como resultado del bombardeo perdieron la vida cuatro policías afganos. Sentimos mucho lo sucedido", dijo una portavoz aliada por teléfono.

La fuente agregó que la ISAF ha iniciado una investigación para esclarecer el incidente.

Las fuerzas de seguridad afganas habían solicitado ayuda porque un puesto de control suyo estaba siendo objeto de un ataque insurgente, según precisó en un comunicado la oficina del gobernador de Nangarhar.

De acuerdo con esta versión, también resultaron heridos dos policías y un número indeterminado de insurgentes murieron.

Los episodios con muertes de agentes de seguridad afganos en operativos de las tropas extranjeras son mucho menos frecuentes que los relativos al fallecimiento de civiles.

Estos últimos suelen causar una gran fricción en las autoridades locales.

El presidente afgano, Hamid Karzai, ha pedido de hecho en numerosas ocasiones que se limiten las acciones aéreas aliadas o incluso que se supriman por completo.

La actividad contrainsurgente de la ISAF en Afganistán ha ido descendiendo gradualmente desde que en 2011 las fuerzas internacionales comenzaran su retirada y a transferir el control de la seguridad al Ejército y Policía afganos.

Esta transición debe concluir el año que viene, si se cumplen los plazos previstos, y sobre el horizonte planean muchas dudas acerca de la capacidad real del aparato de seguridad afgano para hacer frente a la insurgencia talibán.

El conflicto afgano se halla en uno de los momentos más sangrientos desde la invasión estadounidense que propició la caída del régimen integrista talibán hace ya más de once años.