
Crisis política
Canadá irá a las urnas el próximo 28 de abril para afianzar la posición de su nuevo primer ministro Mark Carney
Una ola de patriotismo canadiense impulsada por las amenazas de Trump podría ser la salvación del Partido Liberal
Este domingo el recién llegado primer ministro de Canadá, Mark Carney, ha convocado elecciones anticipadas en un intento de consolidar su mandato fruto de la renuncia de Justin Trudeau que se anunció en enero. Los canadienses irán a las urnas el próximo 28 de abril, en vez en octubre como estaba previsto, mientras su país mantiene una guerra comercial con el vecino Estados Unidos, y mientras Donald Trump intenta convertir su territorio en el estado 51.
En poco más de un mes, Carney sabrá si los votantes están de acuerdo con la decisión del Partido Liberal de que se ponga al frente de Canadá en tiempos difíciles. A pesar de que llegó a su puesto con malas cifras, el efecto Trump le ha dado más votos y la contienda está muy reñida como para que los expertos puedan hacer predicciones.
El exbanquero, de 60 años, que solo lleva 10 días sustituyendo a su antecesor Trudeau, se presentará a las elecciones por el distrito de Ottawa en su plan de unirse al Parlamento por primera vez. Allí es donde ha formado su familia y ha dedicado parte de su carrera al servicio público, y desde allí recordó ayer a los votantes que ¨nos enfrentamos a la crisis más grave de nuestras vidas debido a las injustificadas acciones comerciales del presidente Trump y sus amenazas a nuestra soberanía¨.
Carney juega con una ola de patriotismo canadiense impulsada por las amenazas del mandatario estadounidense, y esto podría rescatarle de la crisis que enfrenta su partido, que tras una década en el poder estaba hundiéndose y perdiendo popularidad. ¨En estos tiempos de crisis, el gobierno necesita un mandato firme y claro¨, aseguró Carney antes sus seguidores el pasado jueves.
Cuestiones nacionales que hasta solían dominar los comicios, como el coste de vida o la inmigración, se espera que queden en segundo lugar porque los votantes sobre todo buscan una figura fuerte que pueda enfrentarse y gestionar a Donald Trump, que los ha enfurecido hasta el punto de que muchos han dejado de comprar productos estadounidenses o ya no viajan al país vecino.
El primer ministro canadiense, que juró su cargo el 14 de marzo, tiene las herramientas necesarias y el perfil que se requiere para enfrentarse a su homólogo republicano, él también es un outsider de la política. Trabajó más de una década de Goldman Sachs para posteriormente dirigir el Banco Central de Canadá durante la crisis financiera del 2008 y más tarde, en el 2013, hizo historia convirtiéndose en el primer `no ciudadano´ británico que dirigía el Banco de Inglaterra durante su transición al Brexit, y está dispuesto a pelear por su país.
"Trump afirma que Canadá no es un país real. Quiere desmantelarnos para que EEUU pueda controlarnos", añadió, "no permitiremos que esto suceda. Ya hemos superado el impacto de la traición, pero nunca debemos olvidar las lecciones".
"Me da igual quien gane", ha dicho Trump que, aunque asegura que no le importa lo que ocurra en el país sí que sabe que "antes de que yo me involucrara y cambiara por completo las elecciones, el Partido Conservador llevaba una ventaja de 35 puntos".
El 28 de abril se repartirán 343 escaños por los que los candidatos tendrán 37 días para pelear. El máximo rival de Carney, Pierre Poilievre, de 45 años, ha propuesto medidas internas que podrían asustar a algunos votantes por recordarles a los recortes de Trump, entre ellas recortar la financiación de los medios de comunicación públicos. También ha adoptado un tono beligerante en el ámbito cultural, y hace bandera de dos únicos géneros, como Trump, además de asegurar que quiere convertir Canadá en la capital mundial de las criptomonedas.
El candidato cuenta con una larga experiencia en el terreno político, pero ha tenido dificultades para cambiar su discurso de "Canadá está rota" por culpa del Partido Liberal, al nuevo desafío que supone Donald Trump, que ya ha impuesto aranceles del 25% al acero y aluminio canadienses, y amenaza con más que anunciará el próximo 2 de abril.
Hasta que se celebren las elecciones, el Partido Liberal seguirá al frente del país y en este periodo no puede tomar ninguna decisión importante que pueda ser controvertida. Ambos candidatos comenzarán su campaña de inmediato, lo que supondrá un momento crítico para Carney que nunca se ha enfrentado a este proceso.
Ambos manejarán de manera muy distinta su relación con los medios, mientras el liberal dice que permitirá el acceso a todo aquel periodista que quiera seguirlos y corra con sus propios gastos, el equipo de Poilievre ya ha anunciado que ningún medio de comunicación estará autorizado para acompañarles en sus viajes de campana, alegando razones logísticas peri dejando la puerta abierta a la cobertura mediática de medios que se trabajen localmente en el territorio donde están.
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