Defensa

Países Bajos y Bélgica firman la compra de cuatro nuevas fragatas antisubmarinas

La pasada semana los ministros de Defensa de ambos países firmaron la adquisición de dos buques para cada país

Recreación de las fragatas
Recreación de las fragatasDamen

Bélgica y los Países Bajos han firmado un protocolo por el que empresas neerlandesas construirán cuatro (ASW), dos para la Armada belga y otras dos para la Marina Real de los Países Bajos. La ministra de Defensa belga, Ludivine Dedonder (L), y su homólogo holandés, Kajsa Ollongren, firmaron el miércoles una enmienda a su memorando de entendimiento sobre la adquisición conjunta de dichos buques, aceptando un aumento en su precio debido a armas y capacidades adicionales.

Países Bajos y Bélgica tienen un largo historial de cooperación, que se extiende más allá de las capacidades de guerra antisubmarina para abarcar áreas como contramedidas de minas, mantenimiento, educación y capacitación. En 2018, se llegó a un acuerdo mutuo para reemplazar las cuatro fragatas multipropósito existentes por fragatas ASW bajo liderazgo holandés, lo que marca un paso significativo hacia el refuerzo de las capacidades de defensa marítima. Si bien los contratos modificados están siendo finalizados actualmente por los proveedores involucrados, se espera que se firmen a finales de este mes. El nuevo acuerdo menciona un mayor coste para esta compra: 2.000 millones de euros para Bélgica, más de lo estimado en 2018. Se ha tenido en cuenta la inflación, así como la decisión de Ludivine Dedonder de equipar completamente los buques con armas y sensores. A la luz de este aumento, Países Bajos se han comprometido a fortalecer la cooperación industrial con Bélgica en los próximos años. Por lo tanto, realizarán pedidos por valor de 355 millones de euros a empresas belgas.

El Ministerio de Defensa neerlandés dijo que el primer buque para su Marina estará en servicio en 2029, mientras que el segundo será Bélgica un año después. Las dos fragatas restantes serán entregadas en los próximos años a los Países Bajos y Bélgica, respectivamente. El Consejo de Ministros de Bélgica había aprobado la compra. Esto permitirá que la Organización de Material de Defensa de los Países Bajos, actuando en nombre de ambos países y proveedores (Damen, como contratista principal y constructor naval, y Thales Nederland, como proveedor de sistemas de radar y control de incendios), progrese con la planificación del programa.

Las nuevas fragatas también podrán contrarrestar las amenazas aéreas y marítimas y servirán durante unos 40 años. Los nuevos barcos reemplazarán a las actuales fragatas de clase M (multipropósito), que se pusieron en servicio en la década de 1990. La construcción de las fragatas, liderada por Holanda, forma parte del acuerdo de cooperación entre Bélgica y Holanda para la reposición de sus flotas.

La tarea principal de las fragatas ASW es ​​la detección remota y el combate de submarinos. Esto se hace, entre otras cosas, con el helicóptero NH90 a bordo. Tanto la fragata como el helicóptero pueden lanzar un torpedo para desactivar o expulsar a un submarino. Esto gracias al torpedo Mk54, que estará disponible en unos años. La fragata ASW es ​​difícil de detectar por los submarinos y puede defenderse de los ataques de torpedos. Los barcos también estarán equipados con el armamento y los sensores más modernos, como Under Water Warfare Suite. Esto le da a la tripulación una visión oportuna de la amenaza submarina. Pero el misil de ataque naval para objetivos de superficie y el ESSM Block 2 para defensa aérea también estarán a bordo.

El Ministerio de Defensa compra estos y muchos otros sistemas a un total de decenas de empresas diferentes. Se espera que se firmen varios contratos este verano. Los contratos restantes para estos subproyectos seguirán este año o, a más tardar, en 2024. Llevarán a bordo una tripulación de unas 117 personas. Además, hay espacio para 35 personas que navegan para misiones específicas.

En una iniciativa paralela bajo el liderazgo belga, ambos países también están colaborando en el reemplazo de embarcaciones de contramedidas contra minas. El proyecto contempla la construcción de seis buques por país. Este esfuerzo conjunto subraya el compromiso de ambas naciones para fortalecer sus capacidades de defensa marítima y mejorar la seguridad regional. La solución adquirida por las armadas belga y holandesa es un cambio de paradigma completo en la forma en que se combaten las minas al adoptar una posición remota (stand-off), lo que reduce el riesgo para el personal y la nave nodriza y permite un aumento sustancial en la velocidad de cobertura de áreas minadas.