Asia

Los planes militares de EEUU en Filipinas y Corea del Sur irritan a Pekín: "El ejército chino garantizará la paz en la región"

Un submarino estadounidense de propulsión nuclear atracará en la península coreana por primera vez en 40 años. Manila acogerá a tropas de EEUU en cuatro bases militares

Soldados de la Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China marchan en formación durante un desfile para conmemorar el 70 aniversario de la fundación de China comunista en Pekín
Soldados del Ejército Popular de Liberación de ChinaMark SchiefelbeinAgencia AP

China ya no se calla. Desde hace años la diplomacia de Pekín responde a cada acción y declaración de Estados Unidos sobre sus intereses en Asia. La asertividad del gigante asiático es cada vez más palpable en la política internacional y Washington es, a menudo, el blanco de sus críticas. En este contexto, el gobierno de Xi Jinping ha acusado este jueves a Estados Unidos de "exacerbar las tensiones en la península de Corea" y de "socavar la paz y la estabilidad regionales", después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol, firmaran un acuerdo de cooperación militar frente a Corea del Norte. Pekín también ha aprovechado para criticar los planes del Pentágono sobre Filipinas, donde miles de soldados americanos serán desplegados en los próximos años.

Gracias al pacto con Seúl, EE UU blinda las defensas de Corea del Sur con un submarino nuclear ante las amenazas de Kim Jong-un lo que ha sido considerado por Corea del Norte como una provocación. Washington no contempla un despliegue permanente de armas nucleares estadounidenses en Corea del Sur. De hecho, durante la Guerra Fría las fuerzas estadounidenses mantuvieron un arsenal nuclear en la Península coreana hasta que la administración de George Bush decidió retirarlo en 1991.

China ha reaccionado a esta anuncio pidiendo a EEUU y Seúl evitar una "confrontación" con Corea del Norte y adoptar un rol "constructivo". La portavoz de la Cancillería china, Mao Ning, dijo este jueves que Washington "insiste en utilizar la situación en la península para crear tensiones", siguiendo una "mentalidad de Guerra Fría".

Estados Unidos, añadió, "perjudica los intereses estratégicos de otros países" y "se opone al objetivo de desnuclearizar la península", aseguró la portavoz. China no solo sostiene un discurso público más agresivo contra los intereses occidentales. También promueve una política expansionista que se visualiza con una diplomacia más activa y acuerdos con vecinos y maniobras militares conjuntas.

El último ejemplo son los ejercicios navales entre buques de guerra de la Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China con una flota de Singapur. Ambos países participarán en las próximas maniobras militares conjuntos bilaterales en el Mar Meridional de China.

Estados Unidos, por su parte, sigue ampliando el espectro de aliados en la zona. Filipina es el último caso. La administración Biden firmó recientemente un acuerdo con Manila para que las tropas estadounidenses puedan usar hasta cinco bases militares en el archipiélago filipino, un movimiento que ha enfurecido a China. La portavoz del Ministerio de Defensa de China acusó este jueves a EEUU de seguir reforzando los despliegues militares en el Mar de China Meridional para aumentar la tensión regional de forma deliberada. El ejército chino, añadió, garantizará "firmemente la integridad territorial nacional y los intereses marítimos, así como la paz y la estabilidad en el Mar del Sur de China".

El malestar de China hacia EEUU ha aumentado después de que Biden proclamó este miércoles el "férreo" compromiso de EEUU con la defensa de Corea del Sur y afirmó que ese compromiso incluye la defensa de su socio ante cualquier amenaza, incluido un hipotético ataque norcoreano. El primer ministro surcoreano Yoon Suk Yeol anunció el fortalecimiento de la estrategia de "distensión extendida", un compromiso adquirido por Washington el año pasado y que consiste en el envío de activos estratégicos estadounidenses a la península coreana, como bombarderos o portaaviones, para responder a las acciones del régimen norteño.

Cabe recordar que China es el principal socio estratégico y comercial de Corea del Norte, país con el que comparte una frontera de más de 1.400 kilómetros.

Corea del Sur mejora sus defensas contra misiles balísticos

En este contexto, Corea del Sur ha anunciado este jueves que ha completado una mejora de su sistema para operar defensas contra misiles balísticos, informa Efe. La Administración del Programa de Adquisición de Defensa (DAPA) aseguró que dicha mejora afecta al mecanismo de mando y control del sistema KTMO-CELL, encargado de todo tipo de operaciones, desde procesar las señales de radar a asignar el tipo de arma para interceptar el proyectil.

Según DAPA, las mejoras implementadas en KTMO-CELL incluyen un procesamiento de señales de radar más rápido, un envío de información más ágil y capacidades mejoradas en cuanto a interconexión de sus sistemas de seguimiento e interceptación. La mejora del sistema permite dar una respuesta más rápida a los misiles balísticos lanzados por "Corea del Norte y otros países" y hacer frente a "los cambios en el entorno operativo que se producirán en el futuro", indica el organismo en un comunicado.

Las operaciones para la mejora del sistema se iniciaron en 2019, tras el fracaso en las negociaciones sobre desnuclearización con Corea del Norte, que en el último bienio ha realizado un número récord de pruebas de misiles y recientemente mostró por primera vez sus cabezas nucleares para misiles tácticos. Estos avances han obligado a Seúl y a Washington a fortalecer su alianza militar, tal y como demuestra el acuerdo firmado ayer entre los presidentes de ambos países, Yoon Suk-yeol y Joe Biden.

La llamada Declaración de Washington fortalece el mecanismo de disuasión extendida, que consiste en el envío de activos estratégicos estadounidenses a la península coreana para responder a las acciones de Pionyang. El texto introduce ahora la posibilidad de que submarinos estadounidenses equipados con misiles balísticos atómicos amarren en Corea del Sur e incluye la creación de un mecanismo de consulta bilateral que hará que Seúl pueda participar activamente en los planes de Washington para responder a cualquier incidente nuclear en la región, incluido un hipotético ataque norcoreano