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Récord

EE UU pone en jaque a China: un F-22 logra el disparo más largo de la historia con un misil aire-aire

El caza F-22 Raptor acaba de pulverizar el récord de distancia con un misil AMRAAM, un golpe sobre la mesa frente a los avances de China y Rusia

En la imagen, cuatro cazas F-22 Raptor EFE/Archivo

La batalla por la superioridad aérea en el siglo XXI se libra, cada vez más, a decenas de kilómetros de distancia, mucho antes de que los pilotos puedan verse las caras. En este complejo tablero de ajedrez tecnológico, Estados Unidos acaba de mover ficha de una manera contundente. La Fuerza Aérea norteamericana ha logrado que uno de sus cazas F-22 Raptor pulverice el récord de distancia en combate con un misil aire-aire, un logro que busca responder directamente a los avances militares de potencias como China y Rusia. Este desarrollo es una clara señal en la escalada tecnológica, donde rivales como Rusia también exhiben sus capacidades con armamento diseñado para intimidar a Occidente, como es el caso de la conocida como superarma de Putin.

De hecho, este ensayo armamentístico no es una simple demostración de fuerza, sino una respuesta estratégica a la creciente amenaza que suponen misiles como el PL-15 chino, cuyo alcance se estima superior al de las versiones estándar del armamento estadounidense. La prueba, confirmada por el fabricante Raytheon, tuvo como protagonista a un misil AIM-120 AMRAAM, el proyectil de medio alcance por excelencia de la aviación occidental, y se desarrolló en el espacio aéreo cercano a la Base de la Fuerza Aérea de Eglin, en Florida. La urgencia por superar a adversarios es palpable, sobre todo al conocerse el desarrollo de nuevas superarmas de China y sus avances en aviones de combate futuristas.

Asimismo, el éxito de la misión recae en el uso de una versión modernizada del proyectil, identificada como F3R, que incorpora mejoras de hardware y software para optimizar el rendimiento de las unidades ya existentes. Este lanzamiento deja atrás la marca anterior, establecida en 2021 por un caza F-15C Eagle, lo que supone un salto cualitativo de primera magnitud, tal y como han publicado en el medio especializado The War Zone.

El pulso tecnológico por el dominio del cielo

Por otro lado, aunque la distancia exacta del disparo se mantiene bajo estricto secreto por razones de seguridad nacional, el hito trae a la memoria las capacidades de legendarios misiles de largo alcance. Un ejemplo es el AIM-54 Phoenix, que en la década de los setenta ya permitía a los cazas F-14 Tomcat abatir blancos a más de 212 kilómetros, una cifra considerable incluso para los estándares actuales.

En cualquier caso, la industria de defensa norteamericana no se conforma con actualizar su arsenal existente. El Pentágono ya tiene la vista puesta en el futuro y trabaja a pleno rendimiento en el desarrollo del AIM-260, concebido como el sucesor directo del AMRAAM, y en otros proyectos aún más ambiciosos como el AIM-174B. Estas nuevas generaciones de armamento son la clave con la que Washington espera asegurar su ventaja en las próximas décadas. Además de misiles de nueva generación, el futuro del combate aéreo también pasa por el desarrollo de munición inteligente que puede atacar en enjambres para colapsar las defensas enemigas.

En definitiva, este récord no solo pone a prueba la capacidad de un misil, sino que también reafirma la vigencia de uno de los cazas más avanzados del planeta. El F-22 Raptor continúa recibiendo mejoras constantes para mantener su posición dominante en un escenario global cada vez más competido, con el objetivo de que siga siendo una pieza irrenunciable para la aviación militar estadounidense hasta bien entrada la década de 2040.