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«La República Democrática de Corea del Norte es sincera y totalmente libre y revolucionaria. Es la nueva civilización, emblema del socialismo que empieza a emerger en el Tercer Mundo» (Eldridge Cleaver, socialista estadounidense, 1970). Cuando Corea del Norte todavía estaba liderada por su fundador, Kim Il Sung, los visitantes estadounidenses de este horrendo régimen comunista no eran del estilo del jugador de baloncesto Dennis Rodman. El nieto del fundador, Kim Jong Un, ha heredado ahora el testigo del mando, prolongando de esta forma la dinastía que gobierna de forma dictatorial a las órdenes del marxismo leninista. Qué bajo han caído los comunistas norcoreanos. Allá por los tiempos en los que sus compañeros de viaje iban recorriendo los diversos paraísos comunistas, a los regímenes les bailaba el agua gente como el afroamericano Paul Robeson, un pelota que acudía con regularidad a la Unión Soviética a contar al mundo lo estupendo que era el camarada Stalin. Por lo menos Robeson era el «quarterback» del rugby estadounidense y el actor negro más conocido de su tiempo. También tenía un título por la Universidad de Columbia. Que un caballero tan inteligente fuera la marioneta de Stalin es más preocupante que ver a Rodman haciendo lo propio hoy. El ex jugador de baloncesto visitó hace días a Kim Jong Un a quien considera un «amigo cercano» y se lamenta por que Estados Unidos tenga una mala relación con Corea, ya que éstos son «sus amigos». Nadie considera demasiado inteligente a Rodman. Y cuántos de nuestros famosos sufren idénticas epifanías, tanto ante el difunto Chávez como al que lo será dentro de poco, Fidel Castro, estrellas como Sean Penn, Tim Robbins o, por supuesto, Oliver Stone. La izquierda actual difunde falsas informaciones acerca de la naturaleza de la vida cotidiana en el revolucionario país de Corea del Norte utilizando sus propios canales, para prodigar la propaganda del país comunista. Y los norcoreanos están encantados con esto. Tras el reciente aumento de la retórica belicista de Pyongyang, situando a Estados Unidos como objetivo, y el anuncio de que quiere convertirse en un estado nuclear. ¿Viajará Michael Moore a Corea del Norte a producir una nueva película que cuente la verdad acerca de su maravilloso sistema de salud? o ¿demostrará al menos Dennis Rodman que sabe leer? Sería maravilloso.