Francia
Un radar le cazó a 130 kilómetros por hora, pero las autoridades francesas le han perdonado la multa por una buena razón
La vida se ha sobrepuesto a las normas de tráfico en Francia: una mujer estaba de parto
En un extraordinario acontecimiento que ha conmovido a Francia, la Policía Nacional de Joué-lès-Tours demostró su lado más humano al anular una multa de 135 euros por exceso de velocidad, tras conocer las razones que había detrás. En su trayecto hacia el Hospital Universitario Bretonneau de Tours, el matrimonio vivió momentos de intensa adrenalina la madrugada del 12 de julio. Damien conducía a 130 km/h en una circunvalación, muy por encima del límite permitido, mientras Pauline experimentaba las primeras contracciones que anunciaban la llegada de su hijo Nino.
El parto se desencadenó de manera inesperada, convirtiendo su vehículo en una sala de maternidad improvisada. "Estábamos como en una burbuja. Ya no teníamos noción del tiempo", describieron posteriormente los padres, relatando aquellos minutos de caos y esperanza.
La Policía, lejos de mostrarse inflexible, comprendió la excepcionalidad del momento. Tras verificar los acontecimientos, decidieron no solo anular la multa, sino además felicitar a la familia con un toque de humor: "Bienvenido, Nino, ¡un nacimiento inmortalizado por una cámara de velocidad!". El caso ha reavivado el debate sobre la aplicación sensata de las normas, evidenciando que la humanidad puede y debe prevalecer sobre el riguroso cumplimiento de reglamentos.
Las redes sociales y medios locales han celebrado la empatía demostrada por las autoridades, reconociendo que en situaciones límite, la comprensión es más importante que la sanción. Al igual que la pareja que ha agradecido públicamente la comprensión de las autoridades, convirtiendo lo que pudo ser una multa en una historia que celebra la llegada de Nino y la humanidad de quienes hacen cumplir la ley.