Oriente Medio

"El reconocimiento de Palestina no cambiará nada mientras apoyen a Israel bajo la mesa. Es solo imagen"

Escepticismo entre los ciudadanos de Gaza ante el movimiento internacional impulsado por países como Reino Unido, Canadá o Australia

People hold Palestinian flags as they participate in a demonstration part of a nation-wide protest and general strike against the war in Gaza, in Rome, Monday, Sept. 22, 2025. (AP Photo/Alessandra Tarantino)
Manifestaciones a favor de Gaza en Italia este lunesASSOCIATED PRESSAgencia AP

El reconocimiento del Estado palestino "no cambia nada" la vida de los que siguen en la ciudad de Gaza, decidiendo si se van o no de allí ante la ofensiva israelí, y aunque lo interpretan como un gesto vacío mientras continúa la guerra reconocen que para ellos ver una Palestina independiente "es un sueño".

"El reconocimiento no cambiará nada mientras la guerra continúe", dijo a EFE este lunes Ahmad al Nayyar, un gazatí de 40 años de Jabalia (sur), mientras esperaba para recoger agua en un punto de distribución en el barrio de Al Rimal de la ciudad de Gaza (norte).

Para él, la noticia de que Reino Unido, Australia, Canadá y Portugal reconozcan al Estado palestino pierde sentido mientras continúan los bombardeos y las tropas israelíes avanzan por tierra, aunque reconoce que llegar a tenerlo es "un sueño para muchos palestinos".

"Solo para la imagen y los medios"

Este lunes, en Nueva York, la Asamblea General de la ONU acoge la Conferencia internacional para la solución de los dos Estados, donde se espera que Francia y otros países se sumen al reconocimiento. Sin embargo, en Gaza el escepticismo es generalizado.

Yamil Abou al Aich, un joven de 23 años, considera que se trata de un gesto vacío: "El reconocimiento es solo para la imagen y los medios, pero debajo de la mesa apoyan a Israel", dijo entrevistado junto al punto de agua.

"Es un genocidio. Nadie ha hecho nada, no nos han ofrecido nada, ni siquiera han pensado en detener la guerra", añadió, criticando tanto a los gobiernos occidentales como a los países árabes por su silencio. Aún con todo, reconoce que "no hay palestino que no desee" un Estado propio.

Al Nayyar mantiene una visión más esperanzada y cree que un verdadero reconocimiento podría abrir la puerta a la paz. "Si hay un verdadero reconocimiento y cesan este genocidio y estas brutales masacres, no habrá resistencia armada (…) porque habrá un Estado soberano y con bandera".

Para él, la prioridad es dar un futuro a las nuevas generaciones: "Nuestros hijos buscan un futuro. Quieren aprender (…) La educación se ha convertido en un sueño para nosotros".

Este gazatí no considera a la resistencia palestina (Hamás y otras organizaciones armadas) una llamada a la destrucción de Israel: "No aspiramos a aniquilar a Israel y ocupar su lugar. Queremos vivir como vecinos del pueblo israelí. Aspiramos a la paz, la calma y la estabilidad, al igual que el pueblo israelí".

Gazatíes que no piensan irse de la ciudad

Mientras espera a coger agua en un enclave devastado y sin servicios básicos, asegura que ni él ni su familia contemplan desplazarse de la capital gazatí, donde los tanques israelíes ya han entrado en el marco de su operación para tomar la ciudad, donde hace un mes vivían un millón de personas.

"No, no voy a irme, ni tengo la intención de hacerlo. Primero, no tengo suficiente dinero para ir al sur. Segundo, no hay suficientes sitios allí y el coste de vida es alto", explicó Al Nayyar.

Según los testimonios de los residentes en la ciudad, cubrir los alrededor de 25 kilómetros que hay hasta el sur conlleva un gasto de entre 1.000 y 3.000 dólares solo en alquilar el transporte, sin contar el coste de una tienda (otros 1.000 dólares) e incluso de alquilar el terreno a otros gazatíes, en una economía destrozada por la guerra y con más de un 80 % de paro.

El Ejército israelí asegura que unas 550.000 personas han huido de la ciudad, mientras que el Gobierno gazatí limita la cifra a unos 270.000 y denuncia que 22.000 han regresado tras encontrar condiciones humanitarias aún más precarias en el sur.

Una comisión independiente de la ONU, junto con relatores de derechos humanos, ONG y un número creciente de países, califican de genocidio la ofensiva militar israelí contra la Franja, en la que han muerto más de 65.300 palestinos.