
Aranceles
Reino Unido flexibiliza la regulación de la industria del automóvil para hacer frente a la guerra comercial
Permitirá la venta de vehículos híbridos hasta 2035, cinco años más de lo previsto

El Gobierno británico flexibiliza la regulación sobre los vehículos eléctricos para ayudar a las empresas ante la guerra comercial iniciada por Donald Trump. Si bien se prohibirá la fabricación de vehículos de gasolina y diésel para 2030, tras su aplazamiento hasta 2035 por el anterior Ejecutivo conservador, el nuevo plan permitirá a los fabricantes vender coches híbridos hasta 2035.
Así lo anunció ayer el «premier» Keir Starmer durante su simbólica visita a una fábrica de «Jaguar Land Rover» en Solihull para apoyar a la industria más castigada ante los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos. «Estoy decidido a respaldar la brillantez británica. Ahora más que nunca, las empresas y los trabajadores del Reino Unido necesitan un gobierno que dé un paso al frente», matizó el inquilino de Downing Street.
Si bien Trump ha impuesto aranceles del 10% sobre las importaciones del Reino Unido –frente al 20% que aplica a la UE–, en el caso de los automóviles, acero y aluminio no hay excepciones: la cifra es del 25%. Y esto supone un duro varapalo para el sector automotriz para el que los Estados Unidos es el segundo mayor mercado de exportación, después del bloque comunitario.La propia empresa «Jaguar Land Rover» ha comunicado su decisión de hacer una pausa en los envíos de vehículos al otro lado del Atlántico para abordar las nuevas condiciones creadas por la Casa Blanca. De ahí que la visita de Starmer ayer a la fábrica fuera toda una declaración de intenciones. «Son tiempos difíciles, pero hemos decidido venir aquí porque vamos a apoyarlos incondicionalmente», recalcó ante los medios antes de pasar largo rato hablando con los empleados.
Actualmente, el 28 % de los vehículos nuevos vendidos en el Reino Unido este año deben ser eléctricos, un objetivo que aumentará cada año hasta 2030. Sin embargo, los fabricantes tendrán ahora mayor libertad para cumplir sus objetivos anuales; es decir, si no venden suficientes vehículos eléctricos en un año, podrán compensarlo vendiendo más al año siguiente, por ejemplo. Además, la multa de 15. 000 libras (17.482,3 euros) por vehículo vendido que no cumpla con las últimas normas de emisiones se reducirá a 12. 000 libras (13.985,8 euros).
Mientras tanto, se ha confirmado la prohibición de la venta de vehículos híbridos (que combinan un motor de gasolina o diésel con uno eléctrico) a partir de 2035. Aunque las empresas británicas más pequeñas, como «Aston Martin» y «McLaren», podrán seguir vendiendo coches de gasolina después de la fecha límite de 2030.
Como parte de los cambios, Starmer asegura que el gobierno está destinando 2.300 millones de libras (2.680,2 millones de euros) a exenciones fiscales para quienes compren vehículos eléctricos y a mejorar la infraestructura de carga. Esto significa que el gobierno invertirá 2.300 millones de libras (2.680,2 millones de euros) en la industria automotriz. El Reino Unido lleva semanas trabajando en un pacto comercial con Estados Unidos para evitar el impacto total de los aranceles introducidos en países como Canadá y China. Fuentes gubernamentales creen que las conversaciones entre Londres y Washington sobre un acuerdo comercial que podría incluir una reducción de aranceles han avanzado a buen ritmo.
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