Entrevista

Roni Kaplan, portavoz del Ejército israelí: «Estamos preparados para luchar contra Irán si es necesario»

Kaplan garantiza un alto el fuego en la Franja de Gaza tras la recuperación de los 133 rehenes y la «desmilitarización» del enclave palestino

Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel
Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas de Defensa de IsraelLa Razón

El capitán Roni Kaplan (Montevideo, 1982) es la voz en español de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Defiende con la palabra a un Ejército cada vez más cuestionado por la comunidad internacional por su respuesta militar en Gaza al atentado de Hamás del pasado 7 de octubre. El portavoz israelí, en cambio, minimiza la responsabilidad de los suyos en la muerte de miles de civiles y defiende el mantenimiento del despliegue militar en Gaza como mínimo mientras dure la guerra.

¿Cuál es la estrategia de Israel en Gaza? Netanyahu anunció una retirada parcial, pero dijo el martes haber definido la fecha para la incursión terrestre en Rafah.

Seguimos intentando desmantelar a Hamás en la Franja de Gaza. Hemos desmantelado en este momento 19 de 24 los batallones de Hamás. Quedan cuatro intactos en la zona de Rafah, por eso la operación allí es cuestión de tiempo. A la vez, vamos a seguir las órdenes del Gobierno con respecto a lo que pueden ser las negociaciones, con respecto a los secuestrados, y entendemos que nuestros dos objetivos en la guerra son paralelos y van de la mano. Un objetivo es desmantelar a Hamás, y el otro objetivo es liberar a los rehenes. Y cuanto más presionemos a Hamás, mejores van a ser nuestras condiciones para la negociación de la parte política, para intentar llegar a un acuerdo para liberar a los secuestrados. Mientras estamos atentos a realizar algún tipo de operación y liberar a los secuestrados por medio de operaciones, como logramos hacer en casos específicos en estos últimos seis meses.

Uno de los objetivos declarados de la guerra, como menciona, es desmantelar a Hamás. Pero de los líderes principales que presumiblemente organizaron y planificaron el atentado del 7 de octubre, con la excepción del número tres, Marwan Issa, el resto siguen con vida seis meses después. ¿Lo consideran un fracaso?

Hemos desmantelado a 19 de 24 batallones y Hamás tiene cuatro líderes centrales: Yahya Sinwar y su hermano Mohammad Sinwar, en la parte política; Mohammed Deif y Marwan Issa, en el ejército terrorista. Efectivamente solo hemos logrado alcanzar la posición de uno de los cuatro, pero no nos olvidemos que ellos están desde hace 17 años preparando esta guerra. Sobre nuestros hombros tenemos la responsabilidad de alcanzar a todos y cada uno de los cuatro. No obstante, sí hemos alcanzado a muchos de los comandantes de las brigadas, de los batallones y de los pelotones de las compañías de Hamás en la Franja de Gaza. Estamos hablando de varios comandantes de brigadas, varios comandantes de batallones, decenas de comandantes de compañías, y seguimos adelante. Es nuestra responsabilidad y ellos son nuestros principales objetivos.

Según las cifras del Ministerio de Salud de Gaza, han muerto en la Franja de Gaza más de 33.000 personas. La cifra no diferencia entre civiles y combatientes. ¿Cuántos combatientes calculan haber abatido?

Ante todo, tener en cuenta que el Ministerio de Sanidad está 100% sujeto a Hamás, el mismo grupo terrorista que cometió la masacre del 7 de octubre. Y yo como portavoz no recuerdo una operación que cuando terminó no se hubieran desinflado esas cifras que da Hamás, que tiene como estrategia intentar generar una presión por parte de Occidente a Israel con el objetivo de que Israel deje de desmantelar a Hamás. Esas cifras son uno de los elementos centrales de la presión que le pone Occidente a Israel. Dicho esto, hemos alcanzado la posición de más de 13.000 terroristas dentro de la Franja de Gaza. Eso es una cifra que es fehaciente, mientras que la otra habría que ponerla con un signo de interrogación por quien la está dando.

Pero ustedes trabajan con las cifras que proporciona el Ministerio de Sanidad gazatí, que recoge 33.000 víctimas mortales en Gaza.

Nosotros trabajamos con objetivos militares y hacemos todo lo que está dentro de nuestras posibilidades para disminuir el daño a civiles y para inundar la Franja de Gaza, diría, con ayuda humanitaria. Trabajamos con un ejército profesional eligiendo la munición y la hora en la que vamos a operar en un sitio determinado para disminuir daños colaterales. Cada una de las operaciones que hacemos en Gaza tiene tres dimensiones por detrás: una necesidad militar, una proporcionalidad, que es la ventaja específica que se puede obtener al operar en un objetivo específico frente a la cantidad de daño colateral, y, por otro lado, una distinción entre un civil y un terrorista. Esas son las dimensiones dentro de las cuales trabajamos y, obviamente, avisando a la población civil antes de que vaya a haber un ataque a una zona específica para que la población civil evacúe la zona de combate. Ya lo hemos hecho por más de 42 millones de avisos.

Hay organizaciones humanitarias, organismos internacionales y Estados que niegan la mayor y hablan de ataques sistemáticos contra la población civil. El último ejemplo es la muerte de siete cooperantes de la ONG del chef José Andrés. El propio José Andrés hablaba de un ataque sistemático, en este caso contra tres vehículos en los que viajaban. No son los únicos trabajadores humanitarios que han muerto en Gaza en los últimos seis meses. ¿Cómo es esto compatible con su versión?

El caso del World Central Kitchen es una tragedia producto de un error nuestro, producto de una situación operativa que fue absolutamente errónea por parte de nuestras fuerzas. Lamentamos profundamente lo que sucedió en ese caso. Investigamos de forma urgente lo sucedido. Dos oficiales, uno en grado de coronel y otro en grado de mayor fueron destituidos; otros cuatro fueron amonestados. Estamos tomando todas las precauciones para intentar que este tipo de casos no vuelvan a suceder. Nuestros soldados pensaban que allí adentro había terroristas de Hamás. Fue algo no intencional, pero hubo un error en el paso de información en la cadena de mando y por eso fueron destituidos. La cuestión de que es un ataque sistemático contra la población civil es parte de una industria de mentiras contra Israel, como el hecho de que hay un genocidio o la mentira del imperialismo o el colonialismo israelí en la tierra de Israel o como la cuestión de la limpieza étnica. Se trata de un fraude, uno de los fraudes con más éxito de fines del siglo XX y principios del XXI que tiene por detrás una planificación estratégica y hay mucha gente ignorante que lo repite. Nosotros somos un ejército profesional. Un grupo terrorista que se mimetiza y se incrusta en la población civil durante 17 años, como hizo Hamás, es un grupo terrorista cuyo objetivo es poner una trampa a Occidente. Y Occidente cae una y otra vez en esa trampa. Nosotros no nos podemos dar el lujo de perder ni una sola guerra contra el terror, porque si lo hacemos pondríamos en peligro a nuestra población. Tenemos un Holocausto potencial. Occidente no termina de entender qué es lo que quiere la Yihad Islámica, la yihad en general, como concepto, de la que Hamás es parte. Y a veces no termina de entender que Israel es el representante del mundo libre, la última barrera contra el terror que si rebasa la barrera israelí va a llegar rápidamente a Europa.

Hace unos meses fueron abatidos en Gaza tres rehenes por parte de las fuerzas israelíes. ¿Ilustra este ejemplo la desconexión entre las órdenes de la cúpula militar y los mandos intermedios que están llevando a cabo la guerra? ¿Se está descontrolando la respuesta en Gaza?

Ese fue otro error también que fue trágico. La realidad es que en una guerra lamentablemente hay errores, y lo primero que hacemos es investigarlo de forma transparente y tomar las lecciones aprendidas y tener la entereza para hacer los cambios necesarios a nivel operativo. Hablamos de miles y miles de soldados que estuvieron operando en la Franja en todo este tiempo. Nosotros comprendemos y reconocemos los errores, pero bajo ningún concepto se puede hacer de ellos una inducción al total del trabajo de nuestras fuerzas. Somos un ejército profesional. Cualquier ejército profesional tendría errores en este tipo de situaciones, hay mucha «neblina» en el campo de batalla. Y cuando cometemos un error, vamos y lo explicamos. Pero en la mayoría de casos hay grandes aciertos.

Esta semana se han reanudado las negociaciones en El Cairo entre Israel y Hamás. ¿Habrá finalmente un alto el fuego?

Esperemos que en un momento dado haya un alto el fuego, pero quien quiere un alto el fuego incondicional en este momento, sin liberar a los secuestrados, básicamente nos está relevando a un Oriente Medio que tiene falta de seguridad para la población en Gaza y en Israel. Y vamos a terminar perdiendo contra el terror. Hamás va a terminar derrotando a Israel. Eso va a llevar a imitar conductas como la de Hamás en otros casos. Para alcanzar un alto el fuego total, tenemos que desmilitarizar Gaza y recuperar a los rehenes.

¿Cuántos rehenes permanecen en Gaza?

133, entre ellos niños y mujeres. La semana pasada devolvimos a su familia el cadáver de Elad Katzir, el hijo de Hanna, que había sido también liberada durante la pausa operativa, y a Abraham, su papá, que había sido liberado en el kibutz Nir Oz. En el kibutz Nir Oz el 7 de octubre fueron asesinados o secuestrados el 28% de la gente. 117 de 417. Si esta gente tiene fuerza, va a cometer una masacre mucho más grande. Están educados para esto, Hamás adoctrina a su población civil.

De esos 133 rehenes, ¿cuántos estiman que pueden haber muerto?

Calculo que más de 30. Espero que no muchos más, pero por lo menos 31.

¿Consideran el ataque a los siete voluntarios de World Central Kitchen un punto de inflexión? A raíz del incidente, la presión de la Administración Biden ha sido más directa.

Desde las primeras semanas de la guerra, hemos permitido el ingreso de 21.000 camiones con ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, los cuales llevaban más de 400.000 toneladas de ayuda humanitaria, agua, comida, mantas, insumos médicos... y estamos comprometidos con ello. En los últimos días han ingresado 741 camiones con ayuda humanitaria a Gaza. Estamos ayudando al Mando Central de los Estados Unidos (CENTCOM) para establecer un muelle flotante temporal en la costa con Gaza que genere un corredor marítimo desde Chipre para que ingrese más ayuda humanitaria por mar.

Pero en este momento todavía no han abierto el corredor de Erez y el puerto de Ashod, como se comprometieron en la conversación telefónica entre Biden y Netanyahu. ¿Por qué?

No me queda claro cuándo va a suceder. Pero repito, en los últimos días han pasado 41 camiones. Antes del 7 de octubre, ingresaban a la Franja de Gaza unos 70 camiones diarios con ayuda humanitaria. Hoy, ingresan 180 camiones, 70 de ellos con comida. Estamos hablando de más del doble de lo que era antes del 7 de octubre.

Aun así, parece insuficiente. Organizaciones como UNICEF han advertido a Israel del riesgo de una hambruna en Gaza.

La cantidad de ayuda humanitaria no solo es suficiente, sino que nosotros hemos dicho que no tenemos ninguna intención de restringirla ya hace meses. El tema de la hambruna es un libelo, no es algo que sea real. Es otra parte de la industria de las mentiras. Sabemos que la población civil en Gaza está sufriendo, y hacemos todo lo posible para ingresar con la ayuda. Pero el gran problema es que no hay un buen método de distribución de ayuda humanitaria. La UNRWA, que debería trabajar para distribuir ayuda humanitaria en casos de guerra, es una organización que fue explotada por parte de Hamás. 450 terroristas de Hamás son miembros de la UNRWA.

¿Tienen pruebas que demuestren que, en efecto, se produjo esa colaboración? ¿Las han compartido?

Sí, definitivamente. Hemos publicado nombres y todo tipo de audios donde maestros de la UNRWA en Gaza secuestraron gente y tuvieron gente en su casa, cómo miembros de la UNRWA fueron parte del ataque del 7 de octubre, y cómo también túneles de Hamás pasan por debajo de las oficinas de la UNRWA. La UNRWA en este momento es parte del problema, no de la solución. Y seguimos trabajando con otras organizaciones humanitarias para reemplazarla.

Varios países dentro y fuera de la Unión Europea que suspendieron inicialmente las donaciones a la UNRWA tras las acusaciones, pero la mayoría han optado por reanudar esas ayudas. ¿Cómo explica esta decisión?

Naturalmente eso es una decisión de cada país, pero la realidad es que existen alternativas a la UNRWA.

¿Cuál es el plan para el día después de la guerra en Gaza?

Como Ejército debemos tener el control militar en la Franja de Gaza, al menos durante el tiempo que dure la campaña, para no perder todos los éxitos operacionales que hemos tenido hasta este momento.

Según Haaretz, ustedes están construyendo una zona tampón adyacente a la valla fronteriza con Israel que se extenderá un kilómetro de ancho y, una vez terminada, abarcará alrededor del 16% de la superficie de Gaza. ¿Es temporal o piensan mantenerla?

Semanas atrás habíamos tenido en esa zona, por ejemplo, un ataque a nuestros soldados que estaban desmantelando unas casas en las que había explosivos. Fueron atacados con RPG, con bazucas, por parte de terroristas de Hamás. En este momento, es una zona de combate. No hay nada fijo ni decisiones a largo plazo. Nosotros vamos a hacer todo lo posible porque nuestros soldados mantengan la seguridad.

¿Por qué decidieron atacar el consulado iraní en Damasco?

No hemos confirmado ni desmentido ningún tipo de ataque en la zona de Siria. La mayoría de las operaciones que hemos llevado a cabo en Siria desde el pasado 7 de octubre tienen que ver con el hecho de que Siria está siendo utilizado como parte del suministro logístico hacia Hizbulá en el sur de Líbano. Los armamentos pasan desde Teherán por el desierto en Irak hacia Siria, y desde allí hacia el sur de Líbano. Vamos a seguir adelante para conseguir todos y cada uno de los objetivos de la guerra, y debemos tener en cuenta que Irán es quien mueve los hilos de todos estos agentes en Oriente Medio.

¿Es un objetivo prioritario de Israel en estos momentos golpear a la base de las Fuerzas Quds, el brazo de élite de la Guardia Revolucionaria iraní que coordina a la red de milicias afines en la región?

Estamos preparados para luchar directamente con Irán si es necesario. Un Irán que no dispara una bala solo, sino que lo hacen sus agentes. Esto no significa que tenga que cundir el pánico en Israel. Estamos sumamente alerta de lo que pueda llegar a pasar con Irán en los próximos días. Y vamos a hacer todo lo posible por no fallar como fallamos el 7 de octubre.

¿Cómo se puede materializar la amenaza de Irán?

Hay un sinfín de posibilidades, pero no está claro. Nosotros estamos preparados para cualquier respuesta por parte de Irán.

¿Habrá guerra inminente con Hizbulá?

La ventana diplomática aún está abierta. Tenemos 60.000 personas evacuadas del norte de Israel y esta gente tiene que volver a sus casas. Si Hizbulá comienza a cumplir la resolución 1701, de la cual hace caso omiso de forma flagrante desde el fin de la segunda guerra de Líbano de 2006, en ese caso, si Hizbulá se va hacia el norte del [río] Litani, no va a haber una guerra definitivamente. Pero si se empeña en seguir atacando a civiles israelíes en centros de población, no nos va a quedar más opción que mover a Hizbulá hacia el norte del Litani, específicamente a sus fuerzas de élite Radwan, para que pueda regresar nuestra población civil y volver a vivir su vida en un contexto en el cual Hizbulá tiene misiles antitanque que llegan a ocho o nueve kilómetros con precisión. Tienen que moverse ocho o nueve kilómetros hacia el norte para que nuestra población pueda regresar.