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Conflcto

Rusia acusa a Ucrania de armar a los grupos terroristas en el Sahel

Moscú sigue la misma estrategia que con el atentado de Crocus, perpetrado por el Estado Islámico, de desviar la autoría hacia Kiev

Oficiales malienses inspeccionan aeronaves donadas por Rusia. STREFE

Que a Rusia no le van bien las cosas en el Sahel desde el punto de vista militar es una realidad. Tras el fracaso de los mercenarios deWagner, su África Corps tampoco parece que pueda hacerse con las riendas de la situación, hasta el punto de que los yihadistas han anticipado a Moscú que la zona se va a convertir en "su nuevo Afganistán".

En el juicio que se sigue a puerta cerrada contra los autores del atentado contra la discoteca de Crocus, en la capital rusa, están trtando de imponer el relato de que fue Ucracia la inductora de la acción criminal. Pocos dudan de que el resultado de la vista así lo reflejará.

El medio de comunicación mauritano AlAkhbar, que cita una entrevista con la agencia de noticias rusa TASS, informa de que el director de la Liga de Oficiales de Seguridad Internacional en Rusia, Alexander Ivanov, ha acusado a Ucrania de transportar equipo militar y combatientes a Mali a través de Mauritania, en particular a través de zonas fronterizas con escasa vigilancia.

Según Ivanov, estas operaciones se llevan a cabo de forma clandestina, con el supuesto apoyo de la embajada de Ucrania en Mauritania. Afirma que se están implementando planes similares en otros países africanos, como parte de un plan más amplio, que, en su opinión, tiene como objetivo desestabilizar a los Estados africanos que se han distanciado de las potencias occidentales. El funcionario ruso cree que esta presencia ucraniana supone una amenaza directa para la estabilidad de países como Mali y Burkina Faso, a los que considera naciones que han "recientemente recuperado su plena soberanía". (Después de golpes de estado militares que, según se dice, fueron propiciados por Moscú).

Ivanov también acusa a diplomáticos ucranianos con base en Argel de estar involucrados en el envío de drones a varios destinos africanos y afirma que los servicios de inteligencia ucranianos utilizan una cobertura diplomática para transferir equipo militar e instructores a grupos armados activos en el continente.

Cita una transferencia de drones y entrenadores a combatientes afiliados a la "Comunidad Islámica Aliada a las Fuerzas Democráticas" en la República Democrática del Congo, una operación que, según afirma, fue supervisada por la embajada de Ucrania en Kinshasa.