Guerra en Europa

Moscú derriba 32 misiles Vampire y tres drones ucranianos sobre la región rusa de Bélgorod

Esta región rusa es atacada casi a diario tanto por drones como por la artillería de Ucrania

Ucrania.- Rusia se hace con el control de la localidad ucraniana de Klichtchiivka, en Donetsk
Rusia se hace con el control de la localidad ucraniana de Klichtchiivka, en DonetskEuropa Press

Sistemas de defensa antiaérea rusos derribaron anoche 32 misiles Vampire y tres drones de ala fija sobre la región de Bélgorod, fronteriza con Ucrania, informó este jueves el Ministerio de Defensa de Rusia en su canal de Telegram. El parte castrense precisó que también fueron neutralizados tres proyectiles de lanzacohetes múltiple Olja.

El Vampire (Vehicle-Agnostic Modular Palletized ISR Rocket Equipment), del fabricante estadounidense L3Harris, es un sistema “cinético que usa pequeños misiles esencialmente para disparar vehículos aéreos no tripulados desde el cielo”, según explicó Colin Kahl, subsecretario de defensa para políticas, en declaraciones recogidas por Defense News.

Según la empresa, puede montarse en tan solo unas horas, utilizando herramientas estándar. Incluso, una sola persona es necesaria para manejarlo. El sistema estadounidense enviado combina un lanzacohetes de cuatro tubos, una bola de sensores electro-ópticos/infrarrojos en un mástil telescópico y una tablet de control de fuego. Además, puede funcionar con misiles de armas de precisión avanzada (APKWS) u otras municiones guiadas por láser.

El gobernador de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, informó a su vez de la muerte de una mujer como consecuencia del derribo de uno de los drones que llevaba un explosivo. "A causa de su caída y la posterior detonación de la carga explosiva, quedó destruida la segunda planta de una vivienda", escribió Gladkov en Telegram. Agregó que "bajo los escombros fue encontrado el cuerpo de una mujer". Otras viviendas quedaron levemente dañadas por fragmentos de drones derribados, señaló. EFE

La región de Bélgorod es atacada casi a diario tanto por drones como por la artillería de Ucrania. El viernes pasado, durante su visita a China, el presidente ruso, Vladímir Putin, el objetivo de la actual ofensiva terrestre de sus tropas en la región nororiental ucraniana de Járkov es poner fin a los ataques enemigos contra objetivos civiles en territorio fronterizo ruso.

Los puntos calientes de la guerra

Pokrovsk, en la región oriental de Donetsk, y los frentes de Kúpiansk y el norte de Járkov, en el noreste, siguen siendo las zonas más calientes de toda la línea de contacto en Ucrania, según el primer parte emitido este jueves por el Estado Mayor de la Defensa de Kiev. “Nuestras tropas siguen haciendo frente a los intentos de los ocupantes rusos de avanzar en territorio ucraniano”, se lee en el parte, que afirma también que las fuerzas rusas “concentran sus esfuerzos” en las tres direcciones citadas.

En la zona de Pokrovsk, Rusia lanzó durante las últimas 24 horas un total de 25 ataques. Por lo que respecta a Kúpiansk, en el este de la región de Járkov, Ucrania desbarató 22 ataques y tiene la situación “bajo control”, según el Estado Mayor. En el norte de la propia Járkov, una zona fronteriza con Rusia en la que las fuerzas del Kremlin abrieron un nuevo frente el pasado 13 de mayo, los rusos sigue intentando ganar terreno y las tropas ucranianas repelieron un total de 8 ataques cerca de las localidades de Lippi y Staritsia, ambas situadas en el eje occidental por el que atacan los rusos allí.

Según el parte ucraniano, los combates también continúan en la localidad de Vovchansk, en el eje oriental abierto por Rusia en la zona. “La situación está controlada por las Fuerzas Armadas (de Ucrania)”, se lee en el parte ucraniano, que no hace referencia a la situación en la localidad de Klishchivka, al sur de la ciudad de Bajmut, en la región de Donetsk. Según aseguró ayer el Ministerio de Defensa de Rusia, Klishchivka habría sido tomada por las fuerzas rusas.

El canal militar de Telegram ucraniano DeepState habla de avances rusos cerca de las localidades de Klishchivka, Chasiv Yar y Krasnogorivka, todas ellas en la región de Donetsk, donde Rusia ha visto ralentizados sus progresos desde que Ucrania empezara a recibir nuevo armamento y munición de Estados Unidos en las últimas semanas.