
Vehículo de combate
"Sobrevivir a los campos de batalla modernos": la importante misión que debe cumplir el nuevo vehículo militar estadounidense
El Pentágono prepara ya el relevo del icónico Bradley: el XM30, un nuevo blindado híbrido diseñado para neutralizar enjambres de drones y hacer frente a las amenazas que plantean potencias como Rusia y China

La guerra ya no se libra como antes. Los enjambres de drones, la guerra electrónica y la necesidad de plantar cara a potencias como Rusia o China han dejado obsoleto el manual de combate tradicional. En Washington, la administración del presidente Trump es plenamente consciente de este cambio de paradigma y ha puesto en marcha un ambicioso programa para renovar su infantería mecanizada, diciendo adiós al legendario M2 Bradley. El objetivo es un blindado para una nueva era. Este nuevo enfoque reconoce que las capacidades de guerra electrónica se han vuelto tan cruciales como el propio blindaje.
Para ello, el Pentágono ha lanzado el programa XM30, un proyecto que parte de una hoja en blanco para concebir una máquina capaz de dominar los escenarios bélicos del mañana. La idea es que este nuevo vehículo de combate de infantería no sea una simple actualización, sino un salto generacional que garantice la superioridad de las tropas norteamericanas durante las próximas décadas. Para lograr esta ventaja, la integración de la inteligencia artificial será un factor clave, transformando la manera en que operan los tanques del futuro en el campo de batalla.
De hecho, la carrera por hacerse con este contrato de envergadura ya ha comenzado. Dos gigantes de la industria de defensa estadounidense, General Dynamics Land Systems y American Rheinmetall Vehicles, compiten por desarrollar el diseño ganador. Según informa el medio Armyrecognition, el Ejército de los Estados Unidos ha fijado un calendario estricto, que exige la entrega de prototipos para principios de 2026, aunque la decisión final no se espera hasta finales de 2027.
Un corazón híbrido y un cerebro modular para el nuevo blindado
En este sentido, una de las innovaciones más notables del XM30 es su sistema de propulsión híbrido-eléctrico. Esta configuración le proporcionará una capacidad de movimiento sigiloso de gran valor táctico, pero también será la fuente de energía indispensable para alimentar la compleja red de sensores y sistemas electrónicos que llevará a bordo, desde equipos de guerra electrónica hasta Sistemas de Protección Activa (APS) capaces de interceptar misiles. Esta capacidad es una prioridad para el Pentágono, que ya está invirtiendo en un nuevo radar antimisiles para proteger a sus fuerzas de amenazas cada vez más sofisticadas.
Por otro lado, su potencia de fuego se confiará a un cañón automático de 30 milímetros instalado en una torreta de control remoto. Este diseño permite que la tripulación, compuesta por solo dos personas, maneje el armamento desde la seguridad del interior del vehículo. El blindado, además, tendrá capacidad para transportar a un pelotón de entre seis y nueve soldados de infantería con todo su equipo.
Finalmente, todo el concepto del XM30 se ha desarrollado con una visión a largo plazo: mantener su relevancia operativa hasta 2040 y más allá. Para lograrlo, los ingenieros apuestan por una arquitectura de sistemas abierta, un diseño modular que permitirá integrar nuevas tecnologías y actualizaciones de forma continua, asegurando que el vehículo pueda adaptarse a las amenazas que todavía están por llegar.
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