Relaciones EEUU/Cuba
«Sólo quiero que termine la pesadilla que vive mi hijo»
El padre de Rolando Sarraff, el agente cubano liberado en el canje de prisioneros, desconoce aún su paradero
El paradero del ex agente de la Inteligencia cubana Rolando Sarraff sigue siendo un misterio después de que fuera identificado como el espía liberado por el régimen cubano al que Barack Obama se refirió en su histórico discurso el pasado miércoles. Ni su hermana Vilma –residente en España desde hace 20 años– ni sus padres, Rolando y Odesa, que hablaron ayer con LA RAZÓN por teléfono desde su casa de La Habana, saben dónde está «Roly», que cumplía condena por haber espiado para la CIA en el año 1995.
El lunes le vieron por última vez en la cárcel de Villa Marista, a las afueras de la capital cubana, a donde llegó en 2013 después de pasar 18 años en una zona de máxima seguridad en la prisión de Guanajay. Y el miércoles, el día en que se anunció el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, le dijeron a su familia que ya no se encontraba en la prisión. «La última vez que le vimos no notamos nada raro en él», dijo ayer Rolando padre por teléfono desde su casa. «No sabemos nada, no tenemos ninguna noticia. Estamos desconcertados. Nos dijeron que el miércoles se lo llevaron, pero no sabemos adónde. Espero que esté libre. Sólo queremos que termine esta pesadilla». El padre del agente afirmó que durante sus visitas a la cárcel en ningún momento conversó con su hijo sobre los motivos por los que fue condenado: «Nunca hablamos de ello», afirmó. Rolando estudió Periodismo en la Universidad de La Habana, y posteriormente entró a trabajar en el Ministerio del Interior, donde se especializó en criptografía. Sus habilidades para descifrar mensajes le convirtieron en un elemento clave dentro del Directorio de Inteligencia, aseguró a LA RAZÓN el también ex agente cubano Pedro Riera Escalante, que vive desde hace casi tres años en España tras salir de la cárcel en Cuba.
Las labores como «topo» de Sarraff dieron pistas a las autoridades norteamericanas para desmontar varias redes de espionaje con el paso de los años, entre ellas la que dirigió Ana Belén Montes, una infiltrada cubana en el Pentágono. Vilma Sarraff, hermana de «Roly», se mostró ayer «alarmada» por la falta de noticias sobre el paradero de su hermano, a quien define como una persona «bondadosa», dedicada a la pintura y a la poesía. Vilma mantiene abierto un blog en el que transmite los pensamientos de Rolando y donde publica sus poemas y dibujos. El pasado mes de enero, le hizo llegar el siguiente comentario: «La verdad es que sin la existencia de mis padres e hijo, de mis hermanas y sobrina y de otros familiares y buenas personas y amigos –algunos incluso muy humildes, lo que enaltece más su actitud–, que me dan muestras sinceras de afecto y respeto, no hubiera podido soportar tanta presión física y psicológica, al menos con el decoro con el que creo que lo he hecho». Sarraff siempre se declaró inocente y cree que fue condenado por sus ideas políticas.
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