
Indianápolis, EE UU
Tragedia en Indianápolis: un menor de dos años se dispara con la pistola que encontró en el bolso de su madre
La madre del pequeño, de 28 años, se enfrenta ahora a un posible cargo de negligencia con duras penas de prisión

Un niño de tan solo dos años falleció en junio en Indianápolis, EE UU, después de encontrar un arma de fuego sin seguro en el bolso de su madre y dispararse accidentalmente en la cabeza. El suceso se produjo en el aparcamiento de una conocida cadena de farmacias, CVS, mientras la mujer se encontraba acompañada de su otra hija, de nueve años. Pese a que la madre llamó de inmediato a emergencias, las heridas eran demasiado graves y el pequeño fue declarado muerto poco después en un hospital cercano.
La madre, identificada como Keiara Bickett, de 28 años, ha sido acusada formalmente de negligencia hacia un dependiente con resultado de muerte. Según los informes policiales, el bolso en el que portaba la pistola no contaba con ninguna medida de seguridad, facilitando que el menor accediera al arma de manera inesperada. La acusación sostiene que esta falta de medidas preventivas fue determinante en la tragedia.
Consecuencias judiciales y familiares
En una audiencia celebrada recientemente, un juez ordenó una medida de no contacto entre la acusada y su hija mayor, testigo directo del suceso. La niña permanecerá de momento bajo el cuidado de su abuela hasta que el tribunal valore, el próximo 22 de septiembre, si la restricción debe prorrogarse tras recibir la opinión del Departamento de Servicios Infantiles de Indiana. La madre, visiblemente afectada, rompió a llorar en la sala al escuchar la decisión.
El juicio está fijado para el 18 de noviembre y, en caso de ser hallada culpable, Bickett podría enfrentarse a una condena de entre 20 y 40 años de cárcel. Su entorno familiar ha sostenido que lo ocurrido fue un “accidente”, pero las autoridades judiciales subrayan que portar armas conlleva una serie de responsabilidades legales y de seguridad ineludibles.
La tragedia ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de la seguridad en el almacenamiento de armas de fuego, especialmente en hogares con menores. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), cerca de 12.000 jóvenes y niños de entre 1 y 19 años mueren cada año en EE UU por lesiones no intencionales, muchas de ellas relacionadas con armas. Tras el suceso, el fiscal del condado de Marion, Ryan Mears, fue tajante: “El almacenamiento seguro y la posesión responsable de armas no son opcionales; es una cuestión de vida o muerte”.
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